Este martes se pone en circulación el nuevo disco de Paco de Lucía, Canción Andaluza. Su publicación coincide con una emisión filatélica -sello de correos-, dentro de la serie Guitarra Española, dedicado al tocaor.
Días antes el periódico El País ha ofrecido la posibilidad de escuchar todo el disco (así como desde su fallecimiento las noticias de homenajes, sobre recuerdos no cesan). Y quien mejor que José Manuel Gamboa para contar lo que este nuevo, nos resistimos a llamarlo último, disco contiene. Como gran chanelador de flamenco y, además compadre, de Paco de Lucía traemos aquí lo que Gamboa ha escrito para la discográfica, Universal, sobre Canción Andaluza. Para enmarcar.
PACO
DE LUCÍA: ACOTACIONES AL REPERTORIO PRIMOROSO DE UN CANTAOR POLIFÓNICO
José Manuel Gamboa
"La banda sonora que acompaña la biografía de Paco de Lucía, llevó en perpetuidad los sones andaluces de esa copla con que se despide. Marcha siendo el número uno en lo suyo y situándose además en los puestos de cabecera entre los intérpretes de la copla, porque es difícil "cantarla" mejor que Paco lo hace, con ese metal de voz que se ha inventado para la ocasión, ese cordófono de polifónica melodía que hablan sus guitarras, mandolas, mandolinas, laúd árabe y guitarró.
Siempre la definió como Canción Andaluza, nada de copla, canción española o tonadilla, un género totalmente vinculado al flamenco. Ya en 1967, junto a su hermano mayor Ramón de Algeciras, entregó un primer volumen de Canciones andaluzas (Philips 843140PY), pieza que a pesar de no haberse reeditado hasta el momento de componer la integral de Paco de Lucía en 2003 (Universal 0602498653814), fue sin duda de lo más logrado en su primera época. Siguiendo su propia ley, la ley de Paco de Lucía, que dice que todo es factible de mejora y hay que mejorarlo, nos sorprendente, en este inesperado trayecto final, armonizando las canciones de su vida a complejo juego de cuerdas, pero a una sola voz: la voz de Paco de Lucía.
Su ejemplo fue magnífico. Siendo parte del imaginario joven de aquella nueva España que dejaba atrás la Dictadura, no le dolieron prendas a la hora de alabar y defender públicamente la categoría artística de un género que entonces se repudiaba, ignorantemente, como subproducto de la autarquía sufrida. Aprovechó su parcela televisiva para hacerlo constar a los cuatro vientos en esa "Hora de Paco de Lucía" (1976), que le brindaba el monopolístico Ente, llevando de invitada a su ídolo Marifé de Triana, con la que mantuvo este breve parlamento:
- Tú sabes que últimamente se está
usando la palabra folclórica, así, en un tono despectivo ¿no?, y gracias a ti
tengo la enorme oportunidad de poder pronunciarla con todos los respetos.
- Muchas gracias, Paco, eres muy amable. Yo también quiero contestar a eso que me has dicho de que están desprestigiando un poco la canción española ¿Qué culpa tenemos nosotros, mi arma?
- ¡Eso digo yo!
- Muchas gracias, Paco, eres muy amable. Yo también quiero contestar a eso que me has dicho de que están desprestigiando un poco la canción española ¿Qué culpa tenemos nosotros, mi arma?
- ¡Eso digo yo!
- ¡Ellos se lo pierden!
Al
cabo de más de tres décadas, cuando España sumaba infinidad de emisoras
televisivas, superando una tenaz alergia a los mass media, volvería por sus
fueros a tomar la palabra en un espacio audiovisual, eligiendo medio y ocasión:
Canal Sur, la televisión de su Andalucía, y el programa "Menuda noche",
presentado por Juan y Medio, el día del homenaje a Marifé de Triana. Y así, casi profético, le habló Paco a Marifé,
con ese corazón que de tanto dejarse en cada nota nos lo ha privado:
"Eres la que mejor ha cantado la
canción española. Tú has escrito una página muy importante dentro de la Canción Andaluza,
diría yo, aunque se le denomina como canción española, yo creo que la canción
es nuestra, es andaluza, y la época tuya con Rafael de León y con Quiroga, eso
es una joyita que está ahí, aunque hay mucha gente que no lo entiende, eso está
ahí y la historia dirá algún día la categoría que tiene esa música que
hicisteis durante un montón de años increíblemente bien. Yo me crié con tus
discos; yo los escuchaba en la radio de niño, y para mí ha sido una fuente, que
tú ni te imaginas, de inspiración para desarrollar mi música y para crecer como
artista. Lo digo con el corazón, tú eres tan buena artista, yo te admiro
tanto... Yo cuando me planteo hacer un disco nuevo oigo mucha música, y tus
discos ahí están, y siempre en cada disco que yo hago hay influencias, lo que
pasa es que yo le doy mil vueltas y no se nota, pero hay influencias de lo que
tú grabaste, de aquellas canciones que hiciste tan maravillosas".
Y
Marifé le respondió con su credo:
"Mi pasión por ti no tiene
límites, nunca los ha tenido. Creo que eres lo más grande que ha dado Andalucía
en la guitarra, creo que eres algo excepcional, creo que Dios te tocó con una
varita mágica al nacer y que eres, pues eso, algo insuperable, algo que jamás
se volverá a repetir".
Es
tiempo de escudriñar ese repertorio primoroso de andaluza canción que
interpreta en su despedida Paco de Lucía,
y que a continuación les presentamos.
1
María de la O
Pieza
capital del repertorio de Marifé de
Triana, favorita en el inventario pasional de Paco de Lucía. Aunque no se firmó para ella, pues data la canción
del año 1933, escrita en Madrid por los poetas Salvador Valverde y Rafael de
León con música del maestro Quiroga, Marifé sabrá darle una lectura dramatizada
que supera el esplendor de que gozó antaño.
La
primera en triunfar a lo monumental con la copla fue Estrellita Castro, que lo hizo en 1935, para más inri, acompañada a
la guitarra por Sabicas, avanzadilla
del mejor toque y referente magistral que será de Paco de Lucía. Declaró la actriz y tonadillera:
"Sabicas, sí, señor, el más grande guitarrista que hay... Me
acompañó cuando estrené "María de la
O". La
Asociación de la
Prensa organizó una verbena el día de San Isidro. Perico
Chicote sirvió el cóctel. Estrené "María de la O" en mitad de la calle.
Sabicas tocaba la guitarra. Y salimos adelante..." (Recogido por Ángela de la Yglesia, en Blanco y
Negro. 6/IV/1974).
De
tal alcance fue el boom que la cantinela dio pie a una de esas comedias
flamencas en boga de mediados los 30, defendida con morrocotudo éxito por estos
mismos artistas y la actriz María Fernanda Ladrón de Guevara. Por si faltase
algo, la que será novia de Sabicas,
y junto a él lleve por el mundo el flamenco más cañí, Carmen Amaya, justo antes de su partida hacia América en los
tiempos de la Guerra
Civil, a las órdenes de Francisco Elías, dejará rodada una
excelente película homónima -en 1957 Lola
Flores protagonizará un remake- y para el Gramófono Odeón, una placa con el
cuplé por bulerías, pues en la cinta será Antonio
Mairena quien ponga voz a la zambra. Muchos nombres de enjundia flamenca la
versionarán, desde Manuel Vallejo, I
Llave de Oro del Cante Flamenco, hasta El
Cigala, pasando por El Peluso o José Palanca, aunque quien conseguirá
renombre flamenqueando la canción a lo festero va a ser El Sevillano, acompañado por la guitarra del célebre Niño Ricardo, primer referente de Paco de Lucía. Y a poco de su debut
discográfico, el propio artista algecireño hace una nueva lectura de la
azambrada composición a dúo con su primer compañero de cuerdas en el elepé, Doce éxitos para dos guitarras flamencas.
Paco de Lucía y Ricardo Modrego con Los 7 de Andalucía (Philips 843 120PY,
1965). Nos despide cantando sobre primas y bordones con este no va más de la
armonía y el soniquete, que hasta remata con plácido y sabrosón aire de tumbao,
el más cómodo de todos.
Crea el De Lucía una especie de poli-ritmo que, diríamos, desde la habanera se transforma en bulería, o viceversa; está más flotando que en la tierra que imponen las jerezanas palmas chipén. Dónde está Paco: la respuesta está blowing en el viento.
Crea el De Lucía una especie de poli-ritmo que, diríamos, desde la habanera se transforma en bulería, o viceversa; está más flotando que en la tierra que imponen las jerezanas palmas chipén. Dónde está Paco: la respuesta está blowing en el viento.
2
Ojos verdes
Inmortal
creación del magnífico trío anterior, compuesta igualmente en tiempo de zambra,
en este caso más escorada hacia la canción aunque con pasajes netamente flamencos.
Y sucede con ella también algo parecido en lo que tocante a la estrella de sus
intérpretes, ya que escrita en 1935 para una cantante, digamos, menor, en el 37
la hace suya Estrellita Castro y a
poco Miguel de Molina. Sin embargo,
tras el conflicto de nuestros disgustos, en enero de 1940, se convierte en La Canción de La Cantante: Conchita Piquer, que le dará vida en la
película "Filigrana", de
1949.
Desde
su nacimiento fue obra muy vinculada a la sonanta, cuya aportación se mostró
imprescindible para darle el clima necesario con sus profundos guiños. En la
primera impresión de La Piquer
(1940), Melchor de Marchena, como
único acompañante, le dio el acento jondo en clave de tientos. Cuando llegue la
versión cinematográfica será Luis
Maravilla quien reclame la profunda emoción, al cuajar de aires
seguiriyeros los tiempos cantables de zambra/tiento. En 1955 gozaremos de la
versión orquestal, nuevamente con Melchor, que intercala su toque por seguiriya
en los silencios del conjunto.
También
Paco de Lucía con Modrego recogió
"Ojos verdes" en el
anteriormente señalado álbum de 1965, donde la llevaron a lomos de una bulería
ligera. Ahora reivindica Paco de Lucía
el ambiente de la toma fílmica, con ese calmo inicio de enorme respeto a la
transcripción seguiriyera de Luis
Maravilla, para ir abriéndose en el cantable hacia calientes aromas
caribeños, ecos de gozosa rumba.
Creación
de Rafael de León, Antonio Quintero y
Quiroga, que se conoció con el espectáculo "Puente de coplas" (1957), de Conchita Piquer. El presente pasodoble tauro-flamenco con
castañuelas, nos trae a la memoria esas versiones sesenteras de Javier Sagüillo
con "sus guitarras y palillos" o, más cercanamente, las de Tito
Alcedo, moviéndose ambas entre el acento andaluz y el zíngaro-jazzístico de
Django Reinhardt, sin olvidarnos de la que nos dejó en más cercano tiempo, con
aroma de guitarra clásica, Carles Trepat -por igual interpretó las anteriores
piezas-. Los palillos acompañan los intermedios a compás del pasodoble y en los
cantables la orquesta de guitarras "pellizca" la melodía con absoluta
fidelidad ¡Así se canta, Paco!
4 Te he de querer mientras viva
Aunque
tampoco fuera escrita para Marifé de
Triana, la eminente tonadillera fue quien mejor partido supo sacarle, haciendo
suya la pieza de León y Quiroga, construida en aire de zambra que se estrenó en
1958. Le cede ahora Paco de Lucía la
voz cantante a una joven cantaora que ilumina lo que toca, y el fulgor es
máximo: Paco de Lucía y Estrella Morente ¿Alguien alumbra más?
Nota:
Ese lema, "Te he de querer mientras viva", testimonio silente de su
compañera Gabriela, figuraba sobre la corona que cubrió el portón del coche que
lo llevaba a su eterna morada entre dos aguas.
5 La Chiquita Piconera
Sobre
compás de animoso pasodoble se nos presenta esta "Chiquita Piconera", de Quiroga, con versos de Rafael de León y
Nicolás Callejón, que estuvo a partir de 1942 en los repertorios de Conchita Piquer, Estrellita Castro y Pepe Pinto. En manos de Paco de Lucía recibe un semejante tratamiento
al que conocimos en el "Romance de
valentía", aunque con cierto aire gaditano, de alegre cuplé, y mayor
desenvoltura rítmica.
6 Zambra Gitana (Romance de Juan de Osuna / Manuela)
Inicia
con el "Romance de Juan de Osuna",
conocido por igual como "Lamento
gitano", de singular flamencura, no obstante se escribió como tientos
para el espectáculo "Torres de
España" (1953), de Manolo
Caracol y Luisa Ortega, llevando
la firma de Quintero/León/Quiroga. Tantos y tantos flamencos de caracolera
tendencia la han llevado a su repertorio -La Paquera de Jerez, Manolo de Vega, Juana la del
Revuelo, El Pele, hoy Miguel Poveda-
y aquí le pone voz y sello inconfundibles Parrita,
un artista muy del gusto de Paco de
Lucía.
Anterior
es la zambra que le sigue sin solución de continuidad, "Manuela" (1949), original del
hiperactivo trío e igualmente destinada al genio del cante Manolo Caracol, y de la que Parrita
saca un nuevo partido en la onda de su personal estilo. La obra completa, esta
versión lucianista del arte caracolero, se mantiene en la rítmica binaria,
aunque invierte en cierto modo los términos, pues los tientos primeros los
marca al son de zambra, mientras que la zambra segunda va más por
tientos/tangos.
Trasteando
por modernas bulerías de vacilón son caribeño, nos llega este a modo de popurrí
que engarza y enreda con tino numerosos cantables del muestrario del maestro
Manuel López Quiroga -con versos de León y Quintero-, empezando por aquel que
fuera tanguillo "Lola la Piconera", éxito
de 1951 en la interpretación de la conspicua de Juanita Reina (1951), uno de
los más conseguidos números de la tonadillera que al cabo de los años retomará
Isabel Pantoja. En el meollo de esta creación de Paco de Lucía, pues no cabe denominarla de otra forma, se encuentra
una compleja trama que ternariza lo binario con natural efecto, cual acababa de
hacer con aquellos tangos de Camarón,
"Tu amor para mí no es
fantasía"/"Como el agua", que reconvertidos en las bulerías,
"Corre por mis venas", nos
entregó con Tomatito en el álbum de
este, "Soy flamenco"
-galardonado con el Grammy Latino al Mejor Disco Flamenco-. Tenemos en son
bulearero las marchas tituladas "La Ruiseñora"
y "Candelaria la del Puerto",
amén de la zambra "Vengo a
entregarme" (Señor sargento Ramírez), del repertorio de la Piquer, amén del tanguillo
de la Reina. Y
canta El Rey de la
República Flamenca: Paco
de Lucía.
8 Señorita
Para
llevar la contraria a la rutina, completa Paco
de Lucía su álbum con la inesperada salsera versión de "Señorita", ideada junto al bajista
cubano Alain Pérez, cediéndole a Óscar de León el puesto de vocalista.
Estamos ante una canción del repertorio del cantaor-cantante y guitarrista
utrerano Enrique Montoya, muy del
gusto de numerosos flamencos, como Caracol,
Juan Habichuela, Camarón, Carmen Linares o el propio Paco de Lucía, quien le acompañó en un disco completo publicado en
1970. Al año siguiente dio a conocer esta canción que le escribieron Rafael de
León y Juan Solano, que marca, para desgracia universal, el final de una
carrera impar.
"Se va uno dando cuenta, con el
paso de la vida, de que la niñez no es solo el arranque. La niñez es el
destino. El hogar al que volver. Es ahí, a esas calles de Algeciras
que sonaban a Quiroga, León y Marifé; a esos primeros pellizcos del alma, a los
ojos verdes, a la zambra y el desconsuelo, donde vuelvo otra vez a volver. Folclóricas las llamaban. Como si el folclore
fuera vulgar. Como si no hubiera una profundidad turbadora, insondable,
en ese primer latir de Andalucía. Por ellas, que fueron mi primer
amor. Por la canción andaluza, mi costilla. Y porque la
historia tiene la mala costumbre de no darse cuenta de que los grandes, casi
siempre, se sientan detrás. Por ustedes" (Paco, a
través de su hija Casilda).
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