-¿Tú
distingues entre baile payo y baile gitano?
-Pues,
sí, hombre. Se empieza por los pies. En el flamenco gitano bailan con los pies
planos, pegados a la tierra, para que lo sepas. Son gente que no se fía de
nadie y se pega (golpe en la mesa) a la tierra. Quien sea.
-¿Es más creativo el payo que el gitano?
-No,
es que… el payo, por ejemplo, es capaz de hacer más coreografías; el gitano es
más sencillo, más lo que siente, lo que hace, lo que le han enseñado, sus
padres, sus abuelos. Más que enseñarles, lo han visto, que bailaban así, que
bailaban asao.
-Hay
bailaores gitanos con formación académica, Mario Maya se me ocurre ahora.
-Claro,
Mario Maya estaba metido dentro del espectáculo; Pilar López había enseñado a
muchos gitanos como él. Ellos no pierden su herencia, va en su sangre, su todo;
lo único que pueden hacer es incrementar la cultura de los payos con la suya.
Pilar López es una gran maestra de hombres, ahí están todos los que han salido…
Pilar López enriqueció mucho el baile, muchísimo. Luego hay una cosa, que a mí
no me gustaba bailando ella, bailaba con los codos mucho, y yo estaba
acostumbrado a otra escuela, todo más redondeado, con más armonía, pero ella,
para enseñar, la mejor que había, Doña Pilar López.
-¿El
flamenco es de Andalucía o de España?
-Yo
diría que el flamenco no es ni de España, ni de Andalucía, es un arte. Que se
tiene o no se tiene. Y en ello va el temperamento que cada uno pueda tener y el
conocimiento que uno pueda tener. Conjuntándoles sale eso que se llama
flamenco. Ahí lo tienes que vienen los japoneses, aprenden y bailan. Ahora, con
esa cara así, esos ojos…
-En
Andalucía es donde más… arraiga.
-Lo
más razonable es que la gente más alegre celebrase fiestas, de ahí que sea más
baile por fiesta. Y eso es en Andalucía. Fíjate los castellanos ¿qué fiestas se
hacen aquí, si tenemos cara palo? A ver. Somos muy serios. Los andaluces, pues,
son una gente cordial, simpática, cachonda, más tolerante. Quinientas veces más
tolerante.
-Por
especular. Por eso, tal vez, ¿un castellano como Vicente Escudero hizo el baile
de la seguiriya?
-No.
Es que da la casualidad de que la seguiriya es un drama. Y basado en un
concepto religioso. La seguiriya es muy religiosa. Es un canto al dolor, si
quieres.
Rodolfo, años 70. |
-En
una entrevista que te hicieron para un periódico de Valladolid
contabas que con 16-17 años partiste el escenario de las piscinas Samoa.
-Sí,
señor. Sí, señor. Y en la academia de Doña Ramona.
-¿Así
que se hacían actuaciones en la Samoa?
-Hombre,
sí. Una de las pijotadas que se hicieron fue quitar las piscinas Samoa, tanto
la deportiva como la otra. Y todo eso era, porque la tapia que daba a la
carretera era visible; y la que daba al río, pues ahí las parejas hacían
guarrerías. Había mucha espi-ri-tua-li-dad. No te jodes.
-Y
¿qué te dijeron cuando rompiste las tablas?
-Nada.
Qué iban a decir. Nada.
-¿Ibas
con un cuadro de flamenco?
-Solo.
Yo solo. Hombre, llevaba un guitarrista, que era Amador González, que era mi
amigo. Y yo le llevaba la guitarra, y presumía yo. Qué pena lo de la Samoa. Se
celebraban bailes, se celebraban bodas.
-Era
como pija, de clase media, bien, de aquí, de Valladolid ¿no?
-Más
o menos. Iba el que tenía dinero, porque costaba dinero, claro.