jueves, 14 de marzo de 2013

Club Flamenco (17) La guitarra (I)

Daba comienzo una nueva reunión de la Tertulia Flamenca, en la Biblioteca Pública de Valladolid, con un recuerdo a Pascual Cordero, presidente de la Peña la Siguiriya, fallecido días atrás. Pocos han sido los conferenciantes que han pasado por el Club, al estar pensado éste como un foro de reunión, de participación. Pascual fue uno de ellos y nos habló sobre el flamenco y los flamencos de y en esta ciudad; otro, fue Pedro Sanz y su saber sobre los cantes mineros. Y el viernes pasado, Faustino Dueñas, para hablar de la guitarra flamenca.

Faustino Dueñas en el Club.

Faustino es uno de nuestros reputados tocaores, un veterano aficionado con mucho saber a sus espaldas y mucho toque en sus dedos. Hombre templado, es miembro de la Tertulia Medinense, de su localidad natal Medina del Campo (en un aparte, nos cuentó que, además de organizar durante 35 años la Muestra Flamenca en su ciudad, la Tertulia organizó la segunda misa flamenca que se realizó en España, tras la de Sevilla en 1968, aquella que tuvo a Antonio Mairena, Luis Caballero y Naranjito de Triana como protagonistas).

Portada del cd del Club sobre la guitarra, obra de Daniel Villalobos.

La charla de Faustino Dueñas se centró en los comienzos de la guitarra flamenca hasta su asentamiento definitivo -pero no final-, con Sabicas como cierre de esta primera, extensa y fecunda etapa en el hacerse del toque flamenco.
Para empezar, la guitarra como instrumento, "que sigue en evolución", apuntó Faustino, y sus constructores, pues, "como me dijo uno de los Hermanos Conde, las hacemos los guitarreros y los guitarristas las acaban". Antonio de Torres, natural de Almería, es la primera referencia conocida como constructor de guitarras flamencas; luego, Francisco Tárrega y el primero de la saga de los Ramírez, de Madrid, quien termina por asentarla.
"La guitarra flamenca viene de la barroca, mucho más estrecha, así como de instrumentos anteriores que se basan en una caja de resonancia y unas cuerdas, como la guitarra latina y la morisca -citadas en las cantigas de Alfonso X-; la morisca va a tener mucha importancia en lo que será la flamenca. La latina era más de pulsar, de punteo; la morisca, que viene del laúd, de rasguear; y la flamenca se distingue por el rasgueo", prosiguió Dueñas, quien no se olvidó de citar a Ziryab e incluso ofrecer un apunte mitológico sobre la creación de la guitarra, con el dios Mercurio como creador (“hizo la primera guitarra del cóncavo de un animal llamado tortuga, consumiendo los interiores de esta y quedando sólo los nervios tirantes”).

Guitarra latina (izq) y morisca, en las Cantigas de Alfonso X.

Situándonos ya en el siglo XIX, encontramos dos formas de tocar, "el toque de punteo, que se llamaba ‘tocar por lo fino’, y el de rasgueo o ‘tocar a lo barbero’, y con el que se asociaba al flamenco de aquellos principios, que era más de acompañar al cante o al baile". Y como sucede en la vida y en el arte, uno y otro se miran, se copian. Así surge la llamada 'generación perdida', con nombres como Francisco el Murciano y Julián Arcas, señalado como uno de los precedentes del toque flamenco, "le imitarán todos", los de la época.

Julián Arcas.
Arcas, 'tocaor fino', armoniza a los 'barberos' o primeros tocaores flamencos que había escuchado, e “improvisaba variantes en el acompañamiento de rondeñas, malagueñas, fandangos, jotas…”.
(Un libro: El guitarrista Julián Arcas (1832-1882). Una biografía documental. Instituto de Estudios Almerienses. 2003).
Toca parar aquí, por hoy, en la charla de Faustino Dueñas sobre la guitarra flamenca (si en lo vertido en esta entrada del blog hubiera algún dato erróneo, sería atribuible a nosotros), y escuchar el primer tema de los varios que sonaron en el Club Flamenco, seleccionados por el conferenciante y reunidos en el cd que se entregó a l@s asistentes. Y ese primer tema es la Soleá de Julián Arcas, interpretada por Alfredo Mesa:


Continuaremos con Javier Molina, Ramón Montoya, Manolo de Huelva, Perico el del Lunar, Niño Ricardo, Diego del Gastor, Melchor de Marchena, Luis Maravilla, Sabicas... gigantes del toque ("Ahora se graba con una claqueta, un metrónomo, sin ruido, con lo cual es muy fácil llevar el compás, pero llevarlo sin ninguna referencia salvo tu propio compás interno, el que le tenga, o con unas palmas, hay que ser...". A estas palabras de Faustino, añadimos un enlace con dos entrevistas a Montoya y Molina -para aliviar la espera, por si se hace larga-, aquí).

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