Entre las
actividades que se realizan en torno al Festival del Cante de las Minas está
la presentación de libros, trabajos de investigación, ciclo de conferencias
monográficas en torno al festival, o del flamenco en general; aunque,
lamentablemente cada vez menos. En la edición XXXII, de 1992, se público un
interesante libro con el título de El
Papa Flamenco, dedicado a D. Antonio Chacón.
Editado por
el Excmo. Ayuntamiento de La Unión
cuenta con las plumas más autorizadas del flamenco, Ángel Álvarez Caballero, José Blas Vega,
Luis Caballero Polo, José Gelardo Navarro, Emilio Jiménez Díaz, José Martínez
Hernández, Antonio Parra Pujante. En
él se recogen varios pasajes de la vida del cantaor jerezano.
En unos momentos
como los que estamos viviendo, donde se vulneran sistemáticamente valores como
la solidaridad, el respeto hacia el más débil, hasta negar los derechos a la
sanidad, enseñanza, etcétera. El flamenco, los flamencos (hasta no hace mucho se le
consideraba una casta de marginados, pendencieros, etc.), los amantes de este
género, el pueblo -en definitiva, es el arte del pueblo-, también han sido víctimas, en un tiempo, del
trato vejatorio por un régimen que me niego a mentar para no darle ningún
tipo de protagonismo; aunque todos los lectores saben perfectamente a quien me
refiero.
En uno de los apartados del libro nuestro
paisano vallisoletano, Ángel Álvarez
Caballero, da cuenta de un interesante episodio histórico que define los valores
humanos del respeto y justicia social de aquellas “gentes”, que vivían en el umbral de la marginación:
"Nada menos que un Enrique El Mellizo en
el auge de su gloria le había dado espaldarazo decisivo al incipiente ejercicio
profesional de Chacón como cantaor..Ocurrió
el 26 de julio de 1886, en Jerez, en el curso de una fiesta promovida por el torero
Manuel Hermosilla para celebrar el éxito que había tenido en la tradicional corrida de la festividad de
Santiago. Excelente aficionado al cante, Hermosilla llevaba en su cuadrilla
como puntillero a El Mellizo, a cuyo hijo Enrique apadrino motivo por el cual
este llevó el sobrenombre artístico de Hermosilla, que para algunos se
convirtió en El Morsilla o El Morcilla.
Volviendo a la fiesta jerezana,
estuvieron en ella Enrique el Mellizo y Juan Laserna –o La Cherna-, un gitano tío de
Manuel Torre, como cantaores consagrados y varios cantaores locales, entre
ellos un Antonio Chacón de apenas 17 años. El cante del muchacho maravillo a
todos los presentes y en especial a El Mellizo, quien –según la probablemente
un tanto imaginativa versión de Domingo Manfredi– 'se levanta con la majestad de un rey, le
pone la mano en el hombro, le mira cara a cara. Antonio Chacón resiste la
mirada. Hay en sus ojos un brillo y un temblor, como las chispas que tiemblan
en el fondo de un pozo cuando alguien le asoma un farol encendido al brocal: Hijo… a ti te dirán un día el Papa del
Cante… te lo digo yo, Enrique El Mellizo, que sé lo mío de estas cosas…'.
Pocos días después, ya en Cádiz, El
Mellizo, cuando fue a contratarle un
amigo para la antigua Velada de los Ángeles que se celebra en el Paseo del
Perejil (que hoy ocupa el Parque Genovés), le recomendó que llamara al joven
Chacón: 'Avísale si quiere trabajar aquí unos días y ofrécele siete pesetas
diarias'. En Jerez, Chacón
estaba ganado cuatro pesetas y por supuesto aceptó.
Ésta y otras visitas a Cádiz le sirvieron
de mucho a Chacón, pues, además de irse afirmando en el favor de la afición,
mejoró extraordinariamente sus conocimientos del cante junto a El Mellizo.
Años después, un aficionado de casta a lo
jondo, D. José Antonio Gómez Aramburu, más conocido como Juanelo Gómez,
enfrentó, en algo que ha sido llamado torneo de cante, a El Mellizo y a Chacón.
La competencia tuvo lugar en 'El Siglo' y fue memorable, pues duró dos días y
prácticamente toda la afición gaditana acudió en masa a oírles. 'Los
apasionados oyentes llegaron acumularse de tal modo que invadían la calle
Cervantes, donde existió aquel colmao y se produjeron, por un centímetro más de
proximidad a los artistas, desavenencias, riñas y algún que otro golpe'.
Otro
acontecimiento que define la solidaridad de los flamencos, es cuando el hijo de
El Mellizo tuvo que ir a cumplir sus deberes con la Patria.
"El respeto y la admiración entre Enrique
El Mellizo y Antonio Chacón fueron mutuos. Además este estuvo agradecido a aquél y se lo demostró
cuando su hijo Antonio debía ir al servicio militar y la familia carecía de
dinero suficiente para librarle de ese deber mediante el pago de una cuota de
6.000 reales, lo que entones era factible. Chacón le sugirió que organizara una
función benéfica con ese fin, en la que cantó, desinteresadamente. La función se celebró en
el Teatro Eslava con gran éxito. Allí fue donde El Mellizo, salió cantando por
siguiriyas una copla alusiva:
la vergüenza
que me has hecho pasar
de andar pidiendo limosna de
puerta en puerta
por tu libertá.
He rescatado
estos relatos históricos sin ningún ánimo de polemizar, pero sí determinar que el flamenco no es de izquierdas ni derechas es, simplemente,
del Pueblo, que fue quien le parió. Es cierto que la poesía flamenca está más
cerca de la izquierda que de la derecha –sin
entrar en más detalles-, porque nace
en el "barranco de la marginación", como
bien dice mi amigo José Manuel Gamboa, o que, "se escribió caminando de rodillas entre chinarros y espinos y se cantó
con costurones en la espalda", esto digo yo.
Pedro Sanz
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