lunes, 30 de diciembre de 2013

Cuando El Mellizo profetizó que Chacón sería "el Papa del Cante"


Entre las actividades que se realizan en torno al Festival del Cante de las Minas está la presentación de libros, trabajos de investigación, ciclo de conferencias monográficas en torno al festival, o del flamenco en general; aunque, lamentablemente cada vez menos. En la edición XXXII, de 1992, se público un interesante libro con el título de El Papa Flamenco, dedicado a D. Antonio Chacón.


Editado por el Excmo. Ayuntamiento de La Unión cuenta con las plumas más autorizadas del flamenco, Ángel Álvarez Caballero, José Blas Vega, Luis Caballero Polo, José Gelardo Navarro, Emilio Jiménez Díaz, José Martínez Hernández, Antonio Parra Pujante. En él se recogen varios pasajes de la vida del cantaor jerezano.
En unos momentos como los que estamos viviendo, donde se vulneran sistemáticamente valores como la solidaridad, el respeto hacia el más débil, hasta negar los derechos a la sanidad, enseñanza, etcétera. El flamenco, los flamencos (hasta no hace mucho se le consideraba una casta de marginados, pendencieros, etc.), los amantes de este género, el pueblo -en definitiva, es el arte del pueblo-,  también han sido víctimas, en un tiempo, del trato vejatorio por un régimen que me niego a mentar para no darle ningún tipo de protagonismo; aunque todos los lectores saben perfectamente a quien me refiero.
En uno de los apartados del libro nuestro paisano vallisoletano, Ángel Álvarez Caballero, da cuenta de un interesante episodio histórico que define los valores humanos del respeto y justicia social de aquellas “gentes”, que vivían en el umbral de la marginación: 
 
"Nada menos que un Enrique El Mellizo en el auge de su gloria le había dado espaldarazo decisivo al incipiente ejercicio profesional  de Chacón como cantaor..Ocurrió el 26 de julio de 1886, en Jerez, en el curso de una fiesta promovida por el torero Manuel Hermosilla para celebrar el éxito que había tenido  en la tradicional corrida de la festividad de Santiago. Excelente aficionado al cante, Hermosilla llevaba en su cuadrilla como puntillero a El Mellizo, a cuyo hijo Enrique apadrino motivo por el cual este llevó el sobrenombre artístico de Hermosilla, que para algunos se convirtió en El Morsilla o El Morcilla.
Volviendo a la fiesta jerezana, estuvieron en ella Enrique el Mellizo y Juan Laserna –o La Cherna-, un gitano tío de Manuel Torre, como cantaores consagrados y varios cantaores locales, entre ellos un Antonio Chacón de apenas 17 años. El cante del muchacho maravillo a todos los presentes y en especial a El Mellizo, quien –según la probablemente un tanto imaginativa versión de Domingo Manfredi– 'se levanta con la majestad de un rey, le pone la mano en el hombro, le mira cara a cara. Antonio Chacón resiste la mirada. Hay en sus ojos un brillo y un temblor, como las chispas que tiemblan en el fondo de un pozo cuando alguien le asoma un farol encendido al brocal: Hijo… a ti te dirán un día el Papa del Cante… te lo digo yo, Enrique El Mellizo, que sé lo mío de estas cosas…'.
Pocos días después, ya en Cádiz, El Mellizo, cuando fue a  contratarle un amigo para la antigua Velada de los Ángeles que se celebra en el Paseo del Perejil (que hoy ocupa el Parque Genovés), le recomendó que llamara al joven Chacón: 'Avísale si quiere trabajar aquí unos días y ofrécele siete pesetas diarias'. En Jerez,  Chacón estaba ganado cuatro pesetas y por supuesto aceptó.
Ésta y otras visitas a Cádiz le sirvieron de mucho a Chacón, pues, además de irse afirmando en el favor de la afición, mejoró extraordinariamente sus conocimientos del cante junto a El Mellizo.
Años después, un aficionado de casta a lo jondo, D. José Antonio Gómez Aramburu, más conocido como Juanelo Gómez, enfrentó, en algo que ha sido llamado torneo de cante, a El Mellizo y a Chacón. La competencia tuvo lugar en 'El Siglo' y fue memorable, pues duró dos días y prácticamente toda la afición gaditana acudió en masa a oírles. 'Los apasionados oyentes llegaron acumularse de tal modo que invadían la calle Cervantes, donde existió aquel colmao y se produjeron, por un centímetro más de proximidad a los artistas, desavenencias, riñas y algún que otro golpe'. 


Otro acontecimiento que define la solidaridad de los flamencos, es cuando el hijo de El Mellizo tuvo que ir a cumplir sus deberes con la Patria.
"El respeto y la admiración entre Enrique El Mellizo y Antonio Chacón fueron mutuos. Además este  estuvo agradecido a aquél y se lo demostró cuando su hijo Antonio debía ir al servicio militar y la familia carecía de dinero suficiente para librarle de ese deber mediante el pago de una cuota de 6.000 reales, lo que entones era factible. Chacón le sugirió que organizara una función benéfica con ese fin, en la que cantó, desinteresadamente. La función se celebró en el Teatro Eslava con gran éxito. Allí fue donde El Mellizo, salió cantando por siguiriyas una copla alusiva:

la vergüenza
que me has hecho pasar
de andar pidiendo limosna de puerta en puerta
por tu libertá.
                       
He rescatado estos relatos históricos sin ningún ánimo de polemizar, pero sí  determinar que el flamenco no es de izquierdas ni derechas es, simplemente, del Pueblo, que fue quien le parió. Es cierto que la poesía flamenca está más cerca de la izquierda que de la derecha –sin entrar en más detalles-, porque nace  en el "barranco de la marginación", como bien  dice mi amigo José Manuel Gamboa, o que, "se escribió caminando de rodillas entre chinarros y espinos y se cantó con costurones en la espalda", esto digo yo.

Pedro Sanz

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