Vicente Amigo este sábado en Valladolid (dos entrevistas)

El concierto que ofrecerá este sábado Vicente Amigo en Valladolid ha suscitado el interés de la prensa de la ciudad. No así el concierto de Guadiana, el mismo día en la Sala Porta Caeli (21.00 horas. Entrada anticipada: 10 euros; en taquilla: 15), quien paga, manda, parece ser, en la prensa local.
Dos entrevistas se han podido ver realizadas al guitarrista que viene a esta ciudad a interpretar Concierto Flamenco para Un Marinero en Tierra, en el Auditorio Miguel Delibes (20.00 horas. Entradas, de 25 a 15 euros), acompañado por la Orquesta de Castilla y León dirigida por Joan Albert Amargós y la participación del escritor vallisoletano, Gustavo Martín Garzo, recitando algunos de los poemas de Rafael Alberti. Un concierto que estrenara en 1992 con la Orquesta Sinfónica de Cuba bajo la batuta de Leo Brouwer y, posteriormente, aparecería en disco con el título de Poeta. Habrá que esperar, por aquí, para escuchar en directo los temas de su nuevo disco, Tierra.

Una de las entrevistas puede leerse pinchando aquí. La otra, como el periódico en cuestión no tiene versión en internet, la transcribimos:

-No sé si recordará su primera actuación en Valladolid, por la época en que ganó el Festival de La Unión a finales de los 80. Tocó usted solo, en la calle, y con un sorprendente frío un día de finales de agosto (le pusieron una estufa eléctrica a los pies). Al mirar hacia atrás, ¿cómo se ve usted en aquellos inicios de su trayectoria artística?

-Jajaja, ¡la verdad es que soy muy friolero! No me acuerdo de ese concierto en sí pero lo de la estufa lo he hecho en varias ocasiones. Es complicado llegar a relajarte y tocar a gusto cuando estás pasando frío. Hay muchos factores externos que te afectan. ¡La verdad es que me veo muy joven en esos inicios! Técnicamente no creo que haya cambiado mucho pero sí en madurez.

-Interpretará en Valladolid, ‘Marinero en tierra’, sobre la poesía de Rafael Alberti, ¿qué le atrae del poeta andaluz?

-Más allá de que la obra esté dedicada a Alberti siempre he pensado que la música y la poesía tienen mucha relación. Ordenar las notas y ordenar los versos son cosas que no se diferencian mucho. Yo me siento muy identificado con los poetas, con todos los artistas que busquen la belleza. 

-Y el colaborar con una orquesta sinfónica, ¿qué le aporta?

-Me aporta expresión. Me ayuda a decir las cosas de otra forma y eso me gusta.  Tener la libertad de poder expresarme de distintas maneras. 

- En su último disco, Tierra, ¿qué ha pretendido al llevar el flamenco a un territorio musical de hondas y sólidas raíces como es la música celta?

-He pretendido dar un abrazo entre dos culturas. Todas las músicas vienen del mismo sitio, de la madre música. Bebemos de la misma fuente. Al final la música es Ritmo, Melodía y Armonía. La primera vez que escuché la flauta de Mike McGoldrick o el violín de John McCusker me enamoró. Sabía que para sonar así uno tenía que ser de “allí”, de su tierra.  Al principio solo quería grabar una canción pero al final, y de una forma increiblemente natural, se convirtió en un disco.

-Usted que viaja y ha viajado tanto, ¿cree que el flamenco se valora más fuera de España que dentro de ella?

-Yo creo que en todos los sitios se valora.  Algunas veces se le da mas importancia a los festivales fuera pero creo que el flamenco ha demostrado ser muy humano, muy cercano a la gente y fácil de entender por todo el mundo porque el flamenco habla de emociones.  

-¿Cuál es su opinión sobre el estado, artístico, del flamenco en este momento? ¿estancado, renovado…?

-Es un momento maravilloso. Hay muchísimos guitarristas muy buenos, aunque siempre ha sido difícil brillar, ahora lo es más. Después de donde ha puesto la guitarra Paco de Lucía, Manolo Sanlúcar... las cosas que han hecho. Pero con trabajo se consigue brillar.

-Y a usted, ¿qué le motiva, cuáles son sus retos aún por alcanzar o es otro tipo de cuestión o cuestiones las que se plantea como artista flamenco?

-Encontrar también esa composición acorde contigo, que se parezca a lo que sueñas. Busco música que me haga mejor persona, y cada vez que subo a un escenario siento que vivo un momento de verdad, de mucha verdad y trato de estar en paz. Es algo muy grande y es la música la que te conduce a eso.