Si yo fuera una nube
Cargadita de agua
No harían falta mis ojos
Para tantas lágrimas.
Si un dulce viento
Soplase sobre ella
Llevaría muy lejos
Mi honda pena.
La pena ay amigo
Que se ha quedado conmigo.
Cruz Blanco
A principios de la tercera temporada de la Tertulia Flamenca, de la Biblioteca Pública de Valladolid, se propuso a l@s asistentes el que escribieran letras, coplas propias, ya se ajustaran o no a la métrica flamenca... libertad, improvisación...
Hubo respuesta -hasta de amigos de otros lugares- y el resultado se mostró en el final de temporada de la Tertulia celebrado en el patio de palmeras de la Biblioteca: un librito con todas las letras de tod@s aquell@s que se animaron y atrevieron, acompañado de los dibujos, pinturas de diferentes artistas de esta ciudad, que ilustraron los diferentes temas planteados en cada cita. Letras que iremos trayendo aquí en sucesivas entradas, junto con algunas fotos y comentarios de lo que fue la fiesta de despedida de temporada (y si un cantaor, cantaora, flamenc@s en general, se anima a ponerle música a las letras, pues tomen nota).
Yo arrastro mi penita
Sin poderlo remediar
Te he perdido para siempre
Mi vida no vale ná.
Me dijiste que me querías
Y yo lo quise creer
Mu pronto tú te cansaste
Y a la bebía yo me tiré.
David Pérez Merinero
Ilustración de García Prieto. |
La tercera temporada de la Tertulia comenzó tarde, allá por diciembre con un viaje por el territorio flamenco de Utrera y Lebrija y despidió el 2013 con la singular presencia y cante del cantaor palentino Enrique Lozano el Pescao, acompañado por el toque de Liroy.
La Chica y la Tuna (cante de trilla)
Una vuelta tras otra
Dan a la parva
La Chica y la Tuna.
Dos mulas pardas
Una vuelta tras otra
Dan a la parva.
Qué duro a sio el día
Cómo sudaban
Con la tralla y el trillo
Cómo trillaban...
Para dejar el trigo
Limpio de paja
Se acabó la faena
De la jornada
Y se van las cuadrillas
Para sus casas.
Porque vuelven al tajo...
Por la mañana.
Y han bebío las mulas
Allá en el río,
Y se marcha el mulero
Solo y tranquilo.
Mientras el sol duerme
Entre los pinos
Jorge Múrtula
Que no quiero regresar,
De nuevo al mismo camino,
Y volver a tropezar.
Esta noche no he dormío,
Y ahora me muero de sueño.
Voy a devolver el carro
Que esperando está su dueño.
Esta noche no he dormío,
Menudo tengo mi cuerpo
Mi cuello me duele todo
Y el alma no me lo encuentro.
No respetamos la Tierra,
Y ella tiene corazón,
Mis amigos me conocen
Saben que tengo razón.
Faustino Dueñas abriría el 2014 continuando allí donde dejara, en una visita anterior, la charla sobre la guitarra flamenca, de los patriarcas pasamos a los maestros de la guitarra moderna; volvería Faustino, pero con su sonanta para acompañar el cante de Nemesio y Pablo y el recitado de Mariano, los amigos de la Tertulia Flamenca Medinense, que nos contaron y cantaron sobre la afición de nuestra vecina localidad de Medina del Campo. Fue en la recta final de la Tertulia. Antes nos detuvimos en los cantes de Cádiz, en los de Triana y Alcalá; recordamos a los que nos dejaron: Paco de Lucía, El Torta, Moraíto, Niño Miguel, Enrique de Melchor, Luis Pastor (y tantos otr@s: Félix Grande, Mariana Cornejo, Manuel Mairena, Pies de Plomo, la Tomasa, Perlo de Triana, El Eléctrico...), gracias a los vídeos les tuvimos aún más presentes (y se les cantó). Despedimos las citas con la presentación del libro, Carmen Amaya, por parte de uno de sus autores, David Pérez Merinero, quien además nos dejó unas letras.
Se tuercen los despertares El usurero hecho trizas
A quien aguarda consuelo Porque perdió sus doblones...
Que arrumbaíto recuerda Revoltijo de escoria y cenizas
La lumbre de tu aliento Donde reinan los ladrones
Partiéndome las espaldas Dicen que rechina el mundo
Y husmeando fortuna El desierto congelado,
En la rastrojería de mi alma Encalada la justicia,
Irrumpen regueros de nunca. El tormento desvelado.
Román Espeso
Son los tres pilares firmes
De Casasola de Arión:
El puente, la Era de baile
Y el barrio de Pingarrón.
No hay pa mí más diversión
Que subir a la sierra
Gastar el tiempo mirando
La hierba, el cielo y la tierra.
Cuando de noche no puedo
Con las fatigas del alma
Escucho cantar a Chano
Y todas las penas se pasan.
No puedo hablarte
No puedo hablarte
Y los ojos se me van
Cuando te tengo delante.
No podría dar color
El pintor que te pintara
No podría dar color
Al rojito de tu boquita
Ni al negro de tu mantón.
Qué ojos tan negros
Qué cara tan blanca
Qué largo tu pelo
Qué linda y qué guapa.
Tu pa mí no fuiste
Yo pa tí no fui
Yo de tí siempre me acuerdo
Tu no te olvidarás de mí.
Qué guapo el cante del Berni
Mucha alegría me da
Siendo de Valladolid
Qué gracia con el compás.
Maruchi (Mª Jesús García)
Oscura es mi soledad
Como tus amores
Por la madrugá
Lágrimas que por tí lloré
En la tierra se cayeron
Los puñalitos que crezcan
Se los clavaré a tu dueño
Ya te lo puedo decí
Si tu nunca m'has querío
Menos te quise yo a tí
David Pérez Merinero
Y así llegamos al pasado viernes, día 13, a la fiesta. Un hasta la próxima en compañía de amig@s y aficiona@s de esta ciudad y tierras cercanas -la puerta está abierta-, con cante, toque y valientes bailaor@s, regado y alimentado con bebidas y viandas varias, palmas, olés y jaleos.
Una tarde después de la Tertulia Los silencios del flamenco
Un Aficionado me comentaba No se oyen que se sienten
Que las Letras para el cante Con palabras ni sonidos
Han de ser actualizadas. Nunca engañan nunca mienten.
Muchas letras los Poetas escribieron Silencios negros, oscuros
Sobre el Hambre y las fatigas Como carbón de fragua
Y en el tiempo hoy se mantienen Cuánto dicen cuando hablan
Matando toas las alegrías Cuánto dicen cuando callan.
Empresarios nos despiden Sin motivo y sin razón
No nos dejan trabajar Un silencio a contratiempo
Luz y Agua no se pagan Pué llenarte de alegría
Y amenazan con cortar. O partirte el corazón.
Hay desahucios cada día Para hacer una buena guitarra
Sin que medie la Piedad Maderas buenas hay que usar
Ejecutando sentencias Para hacer una buena letra
Que no se deben dictar. Duquelas se tendrían que pasar.
Los políticos culpan a la crisis Del caserío tomo su nombre
De esta cruel realidad En Figliana nació el verdial
Sin pensar que la razón Como las jarchas mozárabes
Es su total incapacidad. Hechas para cantar y bailar.
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