domingo, 6 de julio de 2014

El flamenco florecía en una primavera de duelo: apps, marca Camarón, Rafaela Carrasco, Andrés Marín...

Avanzamos. El calor del sol veraniego ayuda a recuperarse de los golpes sufridos durante el invierno, que no se olvidan y se continúan recordando en los diversos actos y festivales flamencos que se celebrarán a lo largo de estos meses de verano.
Fue una larga primavera de luto (In memorian: El Torta, Félix Grande, Paco de Lucía, Mariana Cornejo, Manuel Mairena, Pies de Plomo y la Tomasa, Perlo de Triana, El Eléctrico, Diamante Negro), y sin embargo muy activa, como corresponde a una estación que anuncia un nuevo ciclo de vida.
Una primavera donde se pusieron en marcha mecanismos novedosos dentro del mundo flamenco para su difusión, conocimiento, ejecución o interpretación... a través de diversas apps para móviles y tablets, alguna apadrinada por cantaores como Arcángel; u otro tipo de maridaje entre flamenco y tecnología como se puede ver en el vídeo que acompaña a esta noticia (les será muy fácil encontrar estas aplicaciones en sus buscadores habituales).

Rafaela Carrasco.
Aparecieron discos, muchos, y libros; nuevos espectáculos se montaron, nuevas responsabilidades se asumieron como la de Rafaela Carrasco, nombrada directora artística del Ballet Flamenco de Andalucía estrenando su coreografía, Concurso de cante jondo de 1922.
“Ahora hay una nueva generación de bailaores que ha sabido depurar al flamenco hasta llevarlo a su esencia más profunda”, opinaba el artista francés Bartabas al presentar, Gólgota, un espectáculo que unía su maestría en el arte ecuestre y escénico con el baile flamenco de Andrés Marín (con el verano a las puerta ha llegado otra unión singular con culturas de otros territorios, Torobaka, de Israel Galván y Akram Khan); también la primavera alumbró otras gozosas uniones como esta de El Capullo y El Ratón o la que llevó a Tomasito al cine del gran Tony Gatliff.

El mercado flamenco también se movía, no al gusto de todos. Normal, cuando empresarios e instituciones se reúnen para los asuntos del trabajo (p.e., esta noticia, que no acabamos de entender). Murcia y el Festival Internacional del Cante de las Minas se hacían con la exclusiva flamenca de la ‘marca España’ en detrimento de la Junta de Andalucía, y se iba de gira por el mundo; alguna salida al exterior hizo también, la Bienal de Sevilla, aunque sobre todo se movió por distintas ciudades ciudades de este país para presentar su programa el certamen sevillano, que propagó con todos los medios a su alcance una iniciativas docente -flamenco en las escuelas-, que sonaba a pisar, como quien no quiere la cosa, la misma iniciativa que viene desarrollando el gobierno regional andaluz (típicas maniobras de la derecha gobernante de este país -Murcia y Sevilla, sus feudos-, desdeñosa con quienes ostentan otro poder que no sea el suyo).
Otro movimiento novedoso en el mercado: la marca Camarón (lean, lean). Métodos de negocio a los que se está poco acostumbrado en el mundo flamenco.
Y se oía a conocidos artistas advertir sobre la realidad del flamenco, ¿como en los tiempos de los flamencólicos, de los ortodoxos vs heterodoxos?: "Los flamencos no estamos contando lo que tenemos que contar"… “El flamenco está en los huesos”… “en la UCI”… También escuchamos otras voces con otras cosas interesantes que decir. Por citar alguna: Miguel Salado, Carlos Rey.
Al tiempo, se seguía avanzando en los beneficios de la flamencoterapia ("Provee un excelente trabajo cardiovascular y mejora la postura. Bailar flamenco también libera tensiones, permite expresar emociones y elimina el stress; mejora el riego sanguíneo; alivia los dolores de espalda y corrige errores de postura en la columna; provee mayor agilidad, estabilidad, equilibrio y balance al cuerpo - evitando las caídas-; coordinación de brazos y piernas..."); o se realizaban proyectos para guardar la memoria de este arte como quiere hacer el Centro Extremeño del Flamenco.

Manuel Valencia y la firma de Paco de Lucía en su guitarra.

Los artistas flamencos recibían reconocimientos (Desde la Venencia para Manuel Valencia a "maestros del flamenco" para José Mercé y Pepe Habichuela por la Universidad de Berklee...), florecían nuevos talentos, nueva sangre, y otros más curtidos anunciaban propuestas de enmienda, de no perder la esencia, de cambiar de tercio, de volver al flamenco, y así lo hacían constar Pitingo y Diego el Cigala en los títulos de sus nuevos discos (trabajos que junto a Canción andaluza, de Paco de  Lucía –disco de oro-, han reforzado la nunca suficiente presencia flamenca en la lista de discos más vendidos en este país).
Y Miguel Poveda continuaba inseparable del “no hay entradas” en sus conciertos, mientras trabaja en su próximo disco. Antes se espera el de Rocío Márquez, para septiembre, del que se dice tendrá por título, El Niño. Andando por los campos marcheneros. Uno y otra, dos puntas de lanza en lo de ganar territorios y público para el flamenco.
Hasta aquí una muestra -y nos hemos centrado sólo en España- de la primavera agitada y doliente que ha vivido, durante el 2014, este arte que, “se gesta, nace y se desarrolla en el barranco de la marginación, donde convivían culturas absolutamente marginadas, sometidas a los dictados de los poderosos” (JM Gamboa), como bien recuerda el amigo Pedro, uno de nuestros más activos agitadores flamencos.

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