Desde que apareciera su nombre en las semifinales del Concurso del Cante de Las Minas, David Lagos contaba como favorito para estar peleando por la Lámpara Minera, por experiencia, por su saber acreditado y más que demostrado. Verle inscrito en el concurso fue una de las sorpresas del 54 Festival de La Unión. Y llegó la final y ahí estaba el cantaor jerezano, junto a Sebastián Cruz y María José Pérez, dos dignos y potentes finalistas.
David Lagos (Fotografía: Miguel Ángel Pérez). |
David Lagos ganó, "y
eso que me dijo el día anterior que venía a probar, que en ningún momento
pensaba ganar", cuenta el amigo Pedro, quien asistió a las semifinales y, por asuntos personales, hubo de ver la final en streaming. "Interpretó muy bien los cantes mineros", añade en referencia a Lagos; pero sobre todo Pedro resalta que en esta ocasión más que estar asistiendo a una final, con lo que ello tiene de escucha crítica, asistió a "una noche de flamenco", la que ofrecieron los tres aspirantes a la Lámpara y el resto de finalistas en las distintas modalidades a concurso.
"En mi opinión, los premios muy bien asignados, pero lo que más me ha gustado, mucho, ha sido que se ha cantado de
maravilla por Soleá y Seguiriyas". Pedro, con muchos años a sus espaldas y en sus oídos de festival minero, se olvidó de quien podría ser el ganador/a y se dejó llevar, envolver por el flamenco que destilaban los intérpretes.
Y esto nos parece relevante en la nueva edición del concurso de Las Minas, que vino a mostrar el buen momento que vive el flamenco, con nombres que no suelen protagonizar los principales eventos de los festivales o citas más señaladas, pero que cumplen, al mismo nivel, que las figuras más renombradas del momento. Simplemente, hacen flamenco.
Hará unos pocos años el festival minero consideró que el principal galardón de su concurso no sólo debía reconocer la ejecución de los cantes de su tierra, quien participara tendría que demostrar también su dominio sobre otros palos. Esta opción, además de cuestiones de supervivencia del festival, ha propiciado que se vivan noches de flamenco como la de la final del concurso.
Pedro veía una final muy igualada en el cante, no se decantaba por ninguno; dudaba mucho en el toque y eso que sólo había un finalista, pero bien podía quedar desierto como ha sucedido años atrás, lo que no sucedió al ganar José Tomás Jiménez; ¿por qué se apuntan tan pocos guitarristas, y por lo general con no demasiada trayectoria, al concurso?.
Sí se atrevió Pedro a señalar un favorito para el baile, la cordobesa Yolanda Osuna. "Sorpresa la que me he llevado en el baile, Barullo, ha
bailado muy bien, mejor que el día anterior; en cambio Yolanda, noté que la
pesaba la responsabilidad". La escuela 'farruquera' se hizo con el Desplante. Tampoco tenía favoritos entre los instrumentistas, le gustaba tanto el toque de saxo de Gautama del Campo como el de marimba de Antonio Moreno Sáenz, siendo este quien finalmente se alzara con el Filón.
Hay otras opiniones sobre este último concurso minero (por ejemplo, la de Manuel Bohórquez, aunque le sobre la última línea, pero sin ella no sería quien es:http://blogs.elcorreoweb.es/lagazapera/2014/08/18/un-tal-david-lagos/)
Nos quedamos con la visión de Pedro, el flamenco es lo que cuenta y es lo que hubo esa noche.
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