miércoles, 11 de febrero de 2015

"Siempre me sentí muy cerca del flamenco": Javier Ruibal (este viernes en concierto, en Valladolid)

"Siempre me sentí muy cerca del flamenco y su influencia está en todas mis composiciones, incluso en aquellas que aparentemente no están influidas por
él. Para ser flamenco en primera linea hay que conocer muy bien todos los modos y sus innumerables variaciones, respetar sin dejar de ser creativo y aportar algo para la historia de ese arte tan complejo y amplio. 
Demasiada responsabilidad para un hippie como yo que no soy de crianza flamenca. Pero eso sí, el lenguaje, la actitud, los riesgos vocales, los guiños permanentes a sus ritmos y armonías me colocan en una posición de privilegio ya que sin estar dentro del todo tampoco estoy fuera y he tenido la inmensa suerte de tener el calor, la complicidad, la simpatía y la amistad de los más grandes. A veces la fortuna se pone de tu lado y te regala esas alegrías".

Añadimos una opinión más de no flamencos sobre el flamenco, la de Javier Ruibal (El Puerto de Santa María, Cádiz. 1955), una relación explicada de forma bella y sabia, sincera. Relación sin imposturas del tipo 'flamenquito, aflamencado, flamencoide', como sabrán quienes han escuchado sus canciones. Son excepcionales las ocasiones en que se ha acercado al flamenco, tal vez la única esté en su último disco, Quédate conmigo, donde se da el gusto de rodearse de gente como Tomasito, Diego Carrasco, David Palomar (voces, palmas y jaleos) y Juan Diego Mateos (guitarra) para interpretar unas bulerías, "Cine Macario", en las que también participa su hija, Lucía, con un zapateado (una rama de su familia sí parece decantarse de pleno por lo flamenco; su otro hijo, Javier, tira para la línea 'hippie' de su padre con el trío de jazz-fusión, Glazz).

Ruibal estará en concierto este viernes en la sala pequeña -87 personas- del Teatro Zorrilla, de Valladolid (21.30 horas. Entrada: 17 euros, anticipada; 20, en taquilla). Al día siguiente, en Casa Patas, Madrid.

Esta declaración es un descarte de una entrevista ofrecida a un periódico de esta ciudad, a la que, como se suele decir, hemos tenido acceso; y dado que el medio ese no tiene web añadimos algunas respuestas -estas sí publicadas en papel-, que reflejan muy bien quien es el Javier Ruibal, cantautor, artista:

"Siempre traté de no tomar atajos y eso me ha dado un buen conocimiento de mi modo de andar y de cuáles son los caminos por los que transito. Buscar modos originales lleva su tiempo y a veces ni se consigue. Yo debo estar agradecido a que el azar y el trabajo me han brindado el mío propio.

-¿Cuál cree usted debe ser la actitud de un artista en estos tiempos de agitación-incertidumbre social?

-Te respondo con unos versos de una canción de Pablo Milanés:

Pobre del cantor

que un día la historia

lo borre sin la gloria
de haber tocado espinas 
 
Somos testigos privilegiados de la vida, y cuando percibimos el abuso es intolerable que permanezcamos callados. Eso sí, hay que hacer arte y no panfletos, ahí está lo difícil.".

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