Siglo XX. Años 20-30: "La guitarra puntea un delirio de falsetas... Después vuelve el rumor indiferenciado del rasgueo... El bailarín espera la entrada en una contracta elasticidad como el preludio de un salto... El baile va a ser ejecutado por un varón de ceñido pantalón, chaquetilla corta y cintura estrangulada por una faja. Cuando la guitarra indica la salida, salta el bailarín en limpia plasmación de líneas y queda en escueta escultura viva, en medio del tablado, clavado al repiqueteo de los pies. Luego, una anarquía de formas... rebeldía plástica a todos los dogmas de la danza... salta, se cimbra, ondula, se encrespa, se dobla, se afirma rígido...".
Siglo XXI, el pasado viernes: La primera cita de la Tertulia Flamenca, en la Biblioteca Pública de Valladolid, en este 2016 habla de baile en torno a tres de sus figuras clave -Mario Maya, Antonio Gades, El Güito-, en un tiempo concreto.
Siglo XXI, el pasado viernes: La primera cita de la Tertulia Flamenca, en la Biblioteca Pública de Valladolid, en este 2016 habla de baile en torno a tres de sus figuras clave -Mario Maya, Antonio Gades, El Güito-, en un tiempo concreto.
Mario Maya. |
Siglo XX. Años 70: "Se marcan unas cánones, se establece una especie de
ortodoxia; es un momento donde se llega un alto grado de clasicismo y
calidad. Es el baile estético, escénico, más profesionalizado,
estructurado... Destaca la verticalidad, la plástica; una estética
limpia donde todo parece estar sincronizado, que como en el traje no
haya ninguna arruga. Es lo que se entiende por baile flamenco".
Pilar López y Rafael Ortega. |
Los tres bailaores discípulos de Pilar López y van recoger toda la herencia del baile flamenco anterior a su llegada. El espontáneo, intuitivo, gitano de las cuevas de Sacromonte y las fiestas familiares y el que va tomando forma en los escenarios desde mediados del siglo XIX, el de Pastora Imperio, Argentina, Vicente Escudero, ¿Carmen Amaya?, Argentinita, el que pasa de los cafés cantantes al teatro, el que consigue éxito y atención internacional.
"Pilar López marca el modelo de ética y estética del baile; sobre todo de ética, del baile como algo serio, que requiere un enorme esfuerzo, disciplina... Estos bailaores han sacrificado el cuerpo, son mártires. Las caderas no las tocan, no se agachan. Y la cara: la inexpresividad total, la concentración, parecen ascetas, están levitando. Con este sacrificio están mostrando una concepción distinta del baile: depuración de las formas, un equilibrio, una justeza, economía de movimientos, han quitado el adorno; y transmite, comunica, el baile flamenco se entiende desde aquí".
"Ahora ya no se baila así... de ese baile muy estructurado, sometido a una férrea disciplina se irán liberando las siguientes generaciones de bailaor@s..., creo que la generación actual es mucho más libre. Estos (Maya, Güito, Gades) lo tenía más difícil, su baile parece más artificial, ahora resulta más natural, tal vez por incorporar la espontaneidad del otro baile flamenco, el gitano... Como ejemplo de esto estaría Marcos Flores, seguidor de esa escuela, pero con otras formas porque ha recibido nuevas influencias como esos tres bailaores recibieron otras de su tiempo -contacto con movimientos artísticos de su tiempo como el neoplasticismo, la abstracción que sacrifica las figuras y va a las esencias, al movimiento de pierna y brazo. Y por otro lado, Israel Galván".
Antonio Gades. |
Mientras hablan distintas voces en la Tertulia vemos vídeos de Mario Maya, de El Güito, de Antonio Gades, y conocemos detalles de su vida y obras. Hay tiempo para recordar a Manuel Agujetas, y a Antonio Cuevas el Piki, cantaor para algunos de estos bailaores. Nacido en 1945, muerto en 1980, "víctima de un asesinato que no se llegó a aclarar del todo; posiblemente a cargo de los grupos fascistas que actuaron durante la transición. (La noche de su muerte) Salía del Café de Chinitas y le estaban esperando; hacía poco había grabado un disco en homenaje a Blas Infante, en el cual hace unas letras comprometidas, acorde a lo que este cantaor fue, comprometido social y políticamente. Apareció destrozado en las afueras de Madrid".
El Güito y Manolete. |
Luis Presa ha entregado una hoja donde señala las características más apreciables del baile flamenco (variedad, compás, carácter, fuerza expresiva), de sus técnicas y estructuración (salida, letras, silencio, zapateado, remate).
Con un vídeo final de Manolete se cierra la Tertulia de este mes (19 de febrero la siguiente cita sobre las nuevas generaciones de flamen@s) -da tiempo antes a que un representante de Zoco Flamenco anuncie el nuevo número de la revista, con parte de su contenido dedicada a Valladolid-... "No hay mujeres", "pues ahora abundan y destacan":
Rocío Molina. |
Siglo XX. Años 20-30: "En la bailarina hay una tendencia al rito, a la sexualidad, al símbolo. Tiembla su escultura como una llama, como una ola, como un complejo de curvas escindiéndose del tronco como aros locos escapándose de un eje. Es toda ella un nervioso caleidoscopio de imágenes apenas entrevistas...". (Carlos y Pedro Caba Landa, Andalucía, su comunismo y su cante jondo. 1933. Biblioteca Atlántico).
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