sábado, 27 de agosto de 2016

Faraón Camarón & Rey Elvis: el encanto

Hace tiempo que tenemos esta foto con nosotros.


Una sonrisa se dibujó en la cara al recibirla. Feliz idea tuvo quien 'hizo' la foto (Cuando el deseo se vierte también se divierte; al igual que cuando se activa la imaginación algo alegre brilla). Dos grandes del cante y el rock and roll, juntos.

Bueno nunca he estado en España 
Pero como que me gusta la música 
Dicen las señoras que están locos... 

"Never Been to Spain", canta Elvis Presley (1935-1977), con sentimiento, con cierta pena. Él, que nunca salió de los Estados Unidos -lo de hacer la mili en Alemania, no cuenta-; nuestro Camarón (1950-1992) sí estuvo por la tierra del Rey del Rock and Roll. No le gustó Nueva York, qué frío; y por la salud, la siguiente vez. Ya lo sabéis.


De haber sido feliz realidad esta foto, siendo dos personas tímidas les habría costado entrar en contacto. Elvis y Camarón tenían personalidades y circunstancias familiares parecidas (importancia de la madre); también en común las vivencias derivadas de cómo afrontar el hecho de vivir con la fama que acarreó su faceta artística. Así como el hecho de perdurar más allá del tiempo que les tocó vivir entre nosotros, por obra de lo mismo que les encumbró: el encanto.
Virtud "sin la cual todas las demás virtudes se difuminan y acaban por desaparecer", cita del escritor Robert Louis Stevenson recogida por Carlos Lencero en el texto que escribió para el disco, Integral Camarón de la Isla, e incluido en su libro, Sobre Camarón. La leyenda del cantaor solitario (Alba Editorial, 2004): "El encanto, llámese duende, llámese ángel, no es una categoría filosófica, ni estética. Y resulta aplicable a cualquiera de las múltiples actividades que ocupan el tiempo de los hombres. Recordemos: un gazpacho con ángel y otro sin ángel, un beso con encanto y otro sin. El encanto es algo que no se aprende, que no se puede elegir o comprar, se tiene o no se tiene. Camarón lo poseía en abundancia.".


Elvis también poseía encanto. Han pasado los años y aún se percibe al escucharle, incluso en aquellas canciones que no eran rock and roll, aquellas que hizo para el cine. Patricia Godes en su libro, Elvis Presley. Rock'n'Roll (Editorial La Máscara, 1995) recoge una frase del 'descubridor' de Elvis, con el que grabó sus primeras canciones, el productor Sam Phillips: "Tiene una voz que pellizca".
"Elvis poseía una de las mejores voces masculinas de la música popular; un intérprete cálido, apasionado, versátil, serio y entregado, que sabía enfrentarse a cada canción de un modo diferente con la emisión de voz más adecuada a lo que la pieza podía necesitar para hacerla desbordar expresividad y contenido (...) Una agradabilísima manera de enfatizar las consonantes adecuadas y una sorprendente imaginación para no cantar dos frases iguales, sin olvidar el necesario dominio técnico para poder hacerlo (...) Elvis solía a jugar a competir con los cuatro miembros de The Jordanaires -grupo vocal que solía acompañarle-, repitiendo las notas más graves del bajo y las más agudas del tenor ¡y lográndolo casi siempre! Con sus dotes naturales y la elaborada técnica que los muchos años de oficio le ayudaron a desarrollar, es como Elvis consigue conmocionar la sensibilidad del oyente con sus sentidas interpretaciones, alegres o melancólicas, frívolas o transcendentes, pero siempre cargadas de expresividad". Podríamos seguir, pero como dice Godes, "describir su bella voz y alabar su depurada técnica interpretativa resulta embarazoso de puro evidente".


"Un oído privilegiado, una afinación perfecta, un tremendo sentido del compás, un conocimiento de los cantes, tanto serios como festeros, alcanzado a una edad temprana y la enorme capacidad de conectar con todo tipo de público", resumen de los pilares fundamentales del cante de Camarón, en palabras de Carlos Lencero. Para el escritor y poeta, "José ha sido -es- el cantaor con más swing de los últimos tiempos flamencos. Tal vez, de todos los tiempos en que el flamenco ha sido. Descarao. La Niña de los Peines, el universo musical de su voz, es lo único que se me puede ocurrir en cuanto a encanto y feeling comparable al músico de la Isla"
Cualquier aficiond@ coincidirá con Lencero cuando dice que Camarón, "podía cantar prácticamente cualquier cosa, y cantarla bien". Y añadía, "desde mi punto de vista, José no era un cantaor. No únicamente. Siempre lo vi más como un cantante" (ver vídeo se podría decir aquí).
Y para terminar con lo evidente estos versos de un poema de García Lorca a Manuel Torre, que Lencero señala de "absolutamente válido" para el genio de la Isla:

Pasaba por los tonos / sin romperlos / Y fue un creador / y un jardinero / Un creador de glorietas / para el silencio 

"A Manuel Torre, 'El Niño de Jerez, que tiene tronco de faraón', fue una dedicatoria del poeta granadino al gran cantaor. Carlos Lencero vio a Camarón como "un faraón" al contemplar un "enorme óleo" de Javier Fernández Molina, titulado José,  fechado en 1992, "tiempos de mudanza y tristeza", ya sabes, ese año.
El escritor extremeño tiene una teoría sobre los faraones: "Permanecían siempre erguidos, tremendamente verticales sobre sus tronos, en postura tal vez importada de los reinos mesopotámicos y, a través de éstos, de los mil reinos hindúes, para mantener con dicha postura una perfecta oxigenación, una respiración impecable, una relajación que les liberaba de la melancolía".

 

(A Carmen, elvisiana y camaronera: mi encanto)

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