El 18 de noviembre se estrena en los cines Omega, documental dirigido por José Sánchez-Montes y Gervasio Iglesias que narra la gestación del disco de Enrique Morente acompañado de músic@s flamenc@s y el grupo Lagartija Nick.
Las noticias sobre el documental reutilizan muy parecidos titulares a los recibidos hace 20 años cuando el álbum se puso a la venta: revolucionó el flamenco y el rock/ rompió el flamenco /devoró el purismo del flamenco/ así se incendió el flamenco/ una obra rompedora...
Dio mucho que hablar Omega. Y fue un éxito, de ventas (disco de oro, de cuando había que vender 50.000 copias y no las 20 o 18 de ahora, más o menos). Y atrajo la atención de gente que ni escuchaba ni volvería a escuchar flamenco (algun@ sí).
A mí no me gustaba Lagartija Nick; como casi todo el rock alternativo de la época -ese que luego pasaría a llamarse 'indie'- le faltaba sentimiento y sólo quienes encontraban sentimiento en esa falta de sentimiento conseguían hacer alguna canción interesante (Los Planetas tenían alguna al principio de su carrera, por ejemplo). Eran músicos perdidos, sabían que tocaban una música de la que ya nada se podía sacar y eran incapaces de dar el paso a las dos principales tendencias que habían tomado el relevo del agotado-muerto pop/rock: el hip-hop y la electrónica.
Y en esa tesitura generacional musical sale Omega. Si hubiera salido diez años antes habría estado en el tiempo musical que le correspondía, y sería la perfecta continuación de lo iniciado con La leyenda del tiempo, de Camarón de la Isla.
Pero, lo entiendo, incluso ahora 20 años después sigue habiendo grupos de rock y de pop, y baladistas y un montón de peña haciendo músicas muertas. Los 90 vinieron a permitir la indolencia del músico -amparado por la industria (incluye a las salas, promotores...)-, a negar la continuidad que marca una nueva era, como pasó cuando apareció el rock respecto a la música que había antes de su llegada.
Enrique Morente no pensaba en esto cuando realizó Omega. Tenía cincuenta y tantos años cuando parió el disco y no tenía por qué estar al tanto de los devaneos y vaivenes de una música que no era la suya. A la inversa también pasa. Morente tenía otros intereses en ese momento y el Omega era una oportunidad para hacerlos posibles. Sus siguientes discos lo reflejarían. No se trataba de hacer flamenco del siglo XXI, sino descubrir cómo sonaba el flamenco en ese/este momento del siglo XXI. Cómo hacer que oídos ajenos al flamenco de este tiempo, si le escuchaban les sonara a su tiempo tanto como la música que era de su gusto. Pasó con La leyenda... y pasó con Omega.
A mí me pasó el disco el amigo Raúl grabado en dos casetes. Y a Raúl no le interesaba el flamenco, ni ahora -no tiene nada en contra tampoco-, pero ese disco le gustaba. Le escuché con frialdad -por esa época aún no me había decidido por el flamenco y el que me atraía era el de 'siempre'- y la que más me llegó fue la Aurora de Nueva York. Aún ahora. También me gustó como cantaba lo de "primero tomaremos Berlín", su adaptación de la canción de Leonard Cohen, "Manhattan". Y también el sonido de las guitarras 'industriales' de Lagartija Nick (Ministry y el metal siempre me han atraído). Para mí su sonido llegaba tarde, pero para mi colega a su tiempo.
Lo que sí consiguió fue interesarme por Enrique Morente, por su manera de pensar, por su manera de hacer el flamenco. Un interés que no ha disminuido.
(Hay una propuesta para la Tertulia Flamenca, de la Biblioteca Pública de Valladolid, de dedicarle una cita a Morente, que todavía sigue provocando polémica. Así que volveremos a él, también antes).
Algo más sobre el documental. Que se reedita el disco y por primera en vez estará disponible también en vinilo; que tendrá canciones inéditas, fotos y textos; que quien dirige el festival Sonorama tiene una bodega (Neo) en Aranda de Duero y sacará un vino en "edición limitada y numerada inspirado en 'Omega' y etiquetado con motivos del disco"; y que sale Leonard Cohen, y Lee Ranaldo (Sonic Youth) y much@s de los que participaron en el álbum que retrató el (mundo) flamenco de aquel tiempo.
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