martes, 28 de marzo de 2017

Pencho Cros, icono del cante minero, será recordado en las 14 Jornadas Flamencas 'Ciudad de Valladolid' (5-10 junio)

Un nuevo avance de contenidos de la 14 Jornadas Flamencas 'Ciudad de Valladolid' (5-10 junio), que sumar al ya conocido reconocimiento a Blanca del Rey:
"Un recuerdo especial a quien fue maestro indiscutible de los Cantes Mineros, D. Fulgencio Cros Aguirre 'Pencho Cros'", coincidiendo con el Xº aniversario de su muerte.
Este acto es una muestra más de la relación existente entre el Festival Internacional del Cante de Las Minas, que este año celebrará su 57 edición, y la ciudad de Valladolid, plasmado en la Jornadas Flamencas, aún antes de la configuración actual de éstas, a través de las Pruebas Selectivas para el concurso del certamen minero, Pruebas que continúan celebrándose. De hecho las Jornadas llevan como subtítulo, 'Monográficas al Festival Internacional de Las Minas', Festival implicado así mismo en la organización del evento flamenco vallisoletano.


Y bien conocida es la admiración de Pedro Sanz, director de las Jornadas, por el Festival de La Unión y sus cantes (ver: 1, 2, 3, 4). Ha sido el propio Pedro quien ha avanzado la noticia a través de su facebook, añadiendo estas palabras:
"A pesar de no contarme entre sus íntimos, he compartido muchas horas de reuniones, charlas, con mi buen amigo e hijo del maestro, Pepe, y amigos comunes que vivieron jornadas inolvidables de cante y camaradería con el maestro; numerosas grabaciones de aquellas veladas, que obran en mi poder, dan fe. En todos ellos, destacan la calidad humana de Pencho y sus dotes como cantaor.
Durante años han sido numerosos los cantaores y aficionados que han peregrinado al pueblo murciano de La Unión para conocer y recibir sus enseñanzas de los cantes mineros, especialmente la minera y la taranta, que en la voz de Pencho alcanzaron su máximo esplendor.
Pencho fue un cantaor del pueblo que cantaba al pueblo sus penas, sus alegrías, la sinrazón, la tétrica vida del minero. Las letras de sus coplas son todo un poema, de ahí verle rodeado de su gente o ante un grupo de estudiantes en alguna taberna de La Unión junto a su fiel amigo, el guitarrista Antonio Fernández, otra leyenda del toque minero.
La figura del maestro estuvo apegada al amor a su familia, a los amigos, al cante y al Festival Minero: le llevó a desoír las numerosas ofertas que le hacían los empresarios de las grandes compañías para incorporarle, como figura destacada, en sus programaciones.
Pencho se ganó el respeto y la admiración de todo el flamenco cantando en juergas, lejos de los escenarios, sin tener que recurrir a ningún despacho ni dorarle la píldora a nadie.
Mis respetos al maestro Pencho Cros" (Pedro Sanz).

Su hijo, Pepe, miembro del jurado del Festival minero.






Poco más que añadir sobre Pencho Cros, que ganó su primera Lámpara Minera en 1965 y es referente de la mayoría de las mineras que se cantan actualmente. Las que gustaba de cantar "en noches estrelladas de invierno, en las estrechas callejuelas unionses y, por qué no decirlo, en algunos garitos buscados ansiosamente para tomar la última copa de la noche, donde echar aliviento la pena o la melancolía, con un cante", confesaba Cros en el pregón que realizó para inaugurar la 32 edición del Festival de su tierra en 1992, para quien su público estaba en aquellas calles, en aquella "última tasca abierta para encontrar a quien quisiera escuchar flamenco". Y encontrar.
"Es muy difícil cantar, pero es casi tan difícil encontrar al aficionado íntimo y respetuoso que sepa escuchar, por eso he huido toda mi vida de los grandes públicos, indeterminados".
Charla sobre el cantaor y recital -aún por determinar sus participantes- conformarán el acto, en el que se presentará la segunda edición del libro, La carpeta de Pencho Cros, donde se recogen todas las letras premiadas en el Festival de Las Minas.

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