Saltaba ayer la noticia de la reedición de Mi baile, autobiografía vital y artística del bailaor Vicente Escudero. Una gran y grata noticia al poner de nuevo en circulación un libro difícil de encontrar. Lo grato y notable de la noticia aumentaba al saber que incluía sus otros dos libros, aún más difíciles de encontrar, Pintura que baila y Arte flamenco jondo; y otros escritos como su Decálogo.
La responsable de la iniciativa es Athenaica Ediciones, en cuyo catálogo encontramos otros libros de temática flamenca y de muy reciente edición.
La primera edición de Mi baile vio la luz en 1947; 1.100 ejemplares publicados por los editores barceloneses Montaner y Simón. En 1994, la ciudad natal del bailaor publicaría una edición facsimil del libro a través de la Fundación de Cultura del Ayuntamiento de Valladolid, de cuando esta su ciudad decidió reconocer al único genio que ha tenido -del siglo XX, fijo- (y a todo lo más que se ha llegado es a darle una fea y perdida calle y un centro cívico). Una edición acompañada de rumores, que si dormían en un sótano casi todos los ejemplares, de unos mil se hablaba; que si sus herederos...
Mi baile sigue manteniendo su atractivo. Por la personalidad de quien lo escribe (contó con la ayuda de Pancho Cossío en la transcripción, no en la escritura). Una personalidad de artista (y) flamenco. El flamenco siempre tiene en su punto de mira la verdad, y nunca le pierde la cara, aunque sea su ruina. Como artista estar abierto al correr de los tiempos y probarlos, meterse en ellos; algunos, a esto lo llamaron acercarse a las vanguardias. Como bailaor tener un plan de fuga, de búsqueda de la libertad -fin del baile- en cualquier escenario, no sólo en el clásico, tradicional. Todo esto unido en un sólo ser y hacer; y establecer la diferencia, marcar un nivel, señalar una singularidad, además.
Reedición no significa, en este caso, recuperación de lo antiguo. La voz de Vicente Escudero que suena en las palabras escritas de su libro está viva -no digo, moderna. Reedición está más en la línea de hacernos recordar de qué hablamos cuando decimos flamenco.
Un motivo más por el que nos congratulamos de esta reedición-recopilación de los textos escritos por Vicente Escudero es por la parte vallisoletana que nos toca (en Valladolid hacemos este blog). Parte a la que le viene bien situar a día de hoy a un artista, una personalidad y, en lo que también nos toca, un flamenco, nacido aquí. "Para que se enteren las nuevas generaciones", que decía Juan el Camas. Y las de antes, que a lo mejor no se enteraron.
Reedición no significa, en este caso, recuperación de lo antiguo. La voz de Vicente Escudero que suena en las palabras escritas de su libro está viva -no digo, moderna. Reedición está más en la línea de hacernos recordar de qué hablamos cuando decimos flamenco.
Un motivo más por el que nos congratulamos de esta reedición-recopilación de los textos escritos por Vicente Escudero es por la parte vallisoletana que nos toca (en Valladolid hacemos este blog). Parte a la que le viene bien situar a día de hoy a un artista, una personalidad y, en lo que también nos toca, un flamenco, nacido aquí. "Para que se enteren las nuevas generaciones", que decía Juan el Camas. Y las de antes, que a lo mejor no se enteraron.
Una excelente noticia para aquell@s aficionados que quieran conocer más la historia del maestro Vicente Escudero, su vida, sus peripecias, su pasión por el baile. Un libro que todo aficionado le gustara leer.
ResponderEliminarPedro Sanz