viernes, 12 de abril de 2019

La imaginación del arte flamenco

Imaginación. No parece que tenga mucha relación con el flamenco; de entrada como que no entra al hablar de flamenco, y sí la realidad, la vida, las cosas que pasan, de lo que se nutre el cante, así a simple oída.
Y sin embargo, se dice, el flamenco es un misterio. No el de su historia, el de las fechas, el de los personajes, artistas. El misterio esta en su creación, en su creatividad. Misterio, un asunto de la imaginación. Sin imaginación no hay artista que se precie de tal nombre, serán fabricantes. ¿Crees que en Niña de los Peines, Camarón no estaba la imaginación al hacer su arte? O en Agujetas.
¿Recuerdas en el documental de Dominique Abel, Agujetas cantaor, el Cristo que había hecho?
Si nos alejamos del cante (la realidad la vida las cosas que pasan), la presencia de la imaginación se hace más visible. Cuando el toque se aleja del acompañamiento al cante falsetea (la realidad la vida las cosas que pasan) se queda solo: imagina; y el baile sería la aparición total de la imaginación (y no me refiero sólo a Israel Galván, sino a cualquier bailaor/bailaora: por situar un punto, desde antes y después del abuelo Farruco, a ese tipo de nivel, lo bailen gitanos o no gitanos). Qué extraño es el baile flamenco, qué extraño es el toque, qué extraño el sonido de las palmas. 
Las emociones podrían ser esa muestra 'palpable', por sentida, de la imaginación  en el arte flamenco. Pero no se toma como muestra de la imaginación, si no como vulgar definición de lo que es flamenco y para lo que está, 'sirve'; se asocia al flamenco en demasía con el realismo, con portador de la realidad la vida las cosas que pasan. Lorca vio la imaginación en el flamenco; pero se ha preferido llamarlo poesía. Poesía eran los poemas que hacia él. Sus escritos sobre flamenco reflejan el mundo de la imaginación del flamenco. A su estilo. A donde nos está llevando continuamente Lorca al escribir sobre del flamenco es a la imaginación, como sus poesías -no tanto su teatro- llevan ahí, son de la imaginación.
Qué extraña es la imaginación tal y como la presenta, vive el arte flamenco. Tanto que parece que no hay no está, y sólo hay vida realidad y las cosas que en éstas pasan. De ahí que se tienda a detenerse en las emociones, como que eso es lo que transmite y punto final. Si fuera así no sería un arte, sería un producto o una canción más, Harry Potter. 
Luego está la risa de la imaginación. ¡Un delirio!
Espero que a no tardar mucho puedan leer la novela del amigo Paco López. Y puedan sentir ver incluso la imaginación y del flamenco. Mientras: ¡Salud a todos los flamencos!

 

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