Octubre, de 1974, "Entre dos aguas", de Paco de Lucía, entra en el puesto nº 24 del Top 30 nacional de singles elaborado por el semanario musical Disco Expres. Un mes después entra en el nº 5 del top 10 de álbumes, Fuente y caudal, al que pertenece la rumba que haría popular más allá del flamenco al gran guitarrista gaditano y que en ese momento había subido hasta el nº 4 de la lista de singles.
Fuente y caudal era el álbum nº 14 en la discografía de Paco de Lucía, iniciada en 1963, a los 16 años de edad, con Los Chiquitos de Algeciras. También había grabado cinco discos con Camarón hasta 1973, año de la publicación de un disco que pasa sin pena ni gloria. Es entonces cuando Jesús Quintero, "le pidió a Paco permiso para emprender una campaña de promoción. Sabía que era factible llegar a lo más alto. Paco dio su permiso y gracias al activismo de Quintero, 'Entre dos aguas', encabezaba las listas" (Gamboa y Núñez en Camarón. Vida y obra. Iberautor. 2003).
En diciembre del 74, Fuente y caudal, ocupa el nª 1, por delante de It's only rock and roll, de los Stones, uno de Emerson, Lake & Palmer; Diamond Dogs, de Bowie; Ciclos, de Canarios; y otros de Paul Anka, Elton John, Dylan (Before the flood), Stevie Wonder o (?) Tip y Coll (Dame la manita Pepe Lui).
Por su parte, "Entre dos aguas", asciende al 2. Dos semanas después arrebata el nº 1 a "¿Quieres ser mi amante?", de Camilo Sesto. A la semana siguiente el semanario musical cambia de listas -de top 30 a top 10- y tanto el single como el Lp de Paco de Lucía dejan de figurar (Antes de que desaparezcan las listas nacionales -las de USA y GB se mantienen- de discos de sus páginas, mayo del 75, "Caballo negro", de Manolo Sanlúcar, permanecerá en ese top de singles durante un mes. Su puesto más alto, el 5).
Tres meses antes de que "Entre dos aguas" apareciera en las listas de Disco Expres, este "semanario decano de la prensa musical y pionero del rollo", le dedicaba su contraportada -curiosamente, la página anterior estaba dedicada a otro guitarrista, el fabuloso 'indian rocker', Link Wray-, comentando su recital en el Alcalá Palace de Madrid, un 25 de junio, con el titular: Paco de Lucía. Nuestra música.
El autor del artículo es Antonio Gómez, quien reconoce que, "aunque no sea flamencólogo, no era la primera ocasión que tenía de escucharle". Sobre el recital, "decir que fue impresionante es decir poco", Gómez cuenta que asistieron 2.000 personas y mil más quedaron fuera: "Había una pequeña parte de aficionados al flamenco, de público maduro, pero la gran mayoría era gente muy joven, el mismo público que podemos encontrar en los recitales de Mayall, de Rory Gallagher o de los mediocres, aunque famoso EL&P. Para todo este público la actuación de Paco de Lucía ha sido una total revelación".
Antonio Gómez hace un relato emocionado del recital ("A pesar de pronunciar no más de diez palabras y de una sola tirada, puedo afirmar que pocas veces me han 'dicho' más cosas desde un escenario. La música puede ser tierna, dulce, alegre, amarga, violenta y arrebatadora, sólo hace falta un músico como Paco de Lucía"), apasionado y certero ("no es un guitarrista frío, a pesar de ser un guitarrista perfecto, sus interpretaciones están llenas de calor, de sinceridad, lo cual es mucho más que simple técnica") y reivindicativo tanto del guitarrista como de lo que representa en, para la música hecha en este país, "que no por ser nuestra es menos mala, sino al contrario".
Una cita de Hilario Camacho -"su rumba (Entre dos aguas) no tiene nada que envidiar a Santana ni a nadie, en cuanto a modernidad"-, resume la intención del artículo de Antonio Gómez, quien concluye diciendo que, "este compañero de 26 años nacido en Algeciras, es ante todo una invitación, una puerta abierta para que nos introduzcamos en nuestra música, que no acaba con él, sino que se prolonga en Manolo Sanlúcar, en Ramón de Algeciras, en Menese, Morente, El Lebrijano, El Camarón, Gerena, y muchos otros en otros terrenos que no son el flamenco. Lo que escuchamos la otra noche era la música de siempre de nuestro país, pero era también, y esto creo que es más importante, la música de la juventud española de 1974".
(Disco Expres debió de surgir a principios de los 70, no sé si con el mismo formato que cuando empecé a comprarle -mediados de 1973; nº 226-, tipo periódico, 16 páginas, distribución irregular. Hacia 1978, mantiene el mismo formato, con otro diseño, aumento de páginas e introducción de algo de color; luego reduce tamaño terminando por desaparecer llegados casi los 80. Dedicado principalmente al pop, rock y variantes, 'toca' otros estilos como jazz, folk y flamenco -el número de páginas sobre, por ejemplo, la Mahavishnu o The Who superaba al dedicado al flamenco en toda su historia periodística-. Pero ahí estaba esta rara avis de un periodismo musical que venía para quedarse al tiempo que comenzaba a irse la tiranía franquista; informando del pasado y presente de una música de difícil acceso hasta ese momento, y con espacio, también, para el flamenco -¡crónica de un recital de Joselero de Morón!- y de lo que dio de sí en Disco Expres iremos sacando alguna cosa más. Long live... ¡flamenco!).
No hay comentarios:
Publicar un comentario