Se dice que en esto de los blogs no se debe cargar mucho la página de texto, que la peña se cansa, que tiene que ser atractiva visualmente. A veces, nos lo creemos. De ahí este prólogo para poner en antecedentes sobre una entrevista a Paco de Lucía que queremos traer aquí, tomada del semanario musical Disco Expres (16-8-1977). Sí, es una extensa entrevista, a lo que habría que sumar una introducción como esta.
Casi un mes antes, aparecía en las páginas de Disco Expres (nº 441) una crónica del concierto de Santana en Barcelona, firmada por Jaime Gonzalo, con el que hacía tour nuestro 'tocaor'. "El ambiente estaba caldeado y Paco de Lucía contribuyó en buena medida a ello. Su actuación, seria y en cierto modo burocrática, no dejaba de ser singular en un concierto de rock, pero, desde luego, no salió como supporting (telonero) sino como un guerrillero de la guitarra que desgranó unos temas abruptos y pletóricos de sentimiento. Sin ceder espacio a las florituras o aspectos innecesarios demostró ser un músico individualizado y perfectamente compatible, en calidad, con Santana o cualquier otro. El público recibió a Paco con cariño e interés demostrándolo en una libre versión del arquetípico Entre dos aguas, que fue contínuamente interrumpido por los aplausos (...) Cuando Carlos (Santana) anunció que iba a tocar junto a Paco de Lucía se produjo un estallido de aplausos que presagió el momento esotérico e inesperado de toda la noche. Por primera y única vez (como reza la propaganda) dos genios de la guitarra juntos... (Tocaron) un tema de Love, devotion and surrender, que, personalmente, me maravilló por su sacrílego encanto y especial carisma, las acústicas se tornaban en instrumentos estéreos y espaciales y el ambiente se convirtió en un bálsamo de tranquilidad. Como cierre tocaron un tema de Paco (sin título) recio y angosto que destacó por su estructura libre y arcaica".
Justo al lado de la crónica, Jordi Tardá entrevistaba, antes del concierto, a Carlos Santana y le preguntaba sobre qué le parecía Paco de Lucía: "Él ocupa un lugar muy alto para mí. Lo conocí gracias a Bill Graham, mi manager, nunca he tocado con él y espero poder hacerlo. Me impresionó su labor con Al Di Meola". Se refería a la colaboración en un tema del disco, Elegant gipsy, del guitarrista norteamericano, primera colaboración 'extranjera' de Paco de Lucía; después ampliaría su éxito y reconocimiento internacional con el Guitar Trío, junto a John McLaughlin y Larry Coryell, este luego sustituido por Di Meola. Pero nos vamos a los 80.
En 1977, terminaba la 'colaboración especial' de Paco de Lucía con Camarón, nueve discos que habían cambiado el universo flamenco tal y como se conocía hasta entonces. Como se sabe, tiempo después volverían a juntarse los dos 'hermanos'. Un año antes, en 1976, un Paco de Lucía, popular como nunca gracias a Entre dos aguas, había publicado Almoraima ("un salto definitivo en la sonoridad flamenca, tímbrica y musicalmente hablando": Gamboa y Núñez).
En la introducción a la entrevista, su autor, Jordi Costa, cuenta que estuvo en el concierto de Barcelona, "y allí estábamos todos, y entre todos, como uno más, pero uno más que fue gigante, comenzó a tocar Paco de Lucía. Y nos llevó y nos trajo. Así de fácil".
El mano a mano entre el tocaor y el periodista tuvo lugar en los estudios Fonogram, "casa que hasta la llegada a su departamento de promoción de Patrick Noel, no parecía tener un gran interés en dar a conocer la personalidad y la obra de Paco", señala Costa. Se está preparando el nuevo disco de Paco, Interpreta a Manuel de Falla, que saldría al año siguiente. "Allí", prosigue el entrevistador, "Juan Carlos Calderón, Torregrosa y, dándole a la percusión, Pedro Ruy-Blas. Paco sentado en un rincón. Gesticula. No le agrada tal ritmo. Tampoco acaba de convencerle el final de la "Danza del fuego". Da la impresión cierta de que 'pasa' de todo aquello, de que aquella no es la forma en que se debería grabar un Lp. Aunque él nunca lo diga. Aunque respete a Calderón. Aunque...".
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