sábado, 7 de julio de 2012

Nos gustan los toros, pero...

Primer encierro pamplonica, primer encierro de San Fermín, hoy. Hubiese sido visto, que diría 'Eneas' López, por la tele, en directo.
Sentimos cierta prevención a la hora de hablar de toros, del toreo, de la tauromaquia, no por nosotros, sino por quienes puedan leer este blog y sentirse incómod@s al hacer referencia a este tema.
Sabida es que hay una relación entre toros y flamenco, como sabido es que en estos últimos tiempos el asunto de los toros está siendo muy cuestionado: crueldad con los animales, podría resumir las críticas sobre 'la Fiesta'.
Alguien decía que los toros reflejan el estado de la sociedad en cada momento. Por ejemplo, respecto al Arte. Su valoración, su impacto, el lugar que ocupa en estos momentos es confuso, nulo, marginal, manipulado, inofensivo, desactivado, y en esa línea. Así están los toros, también (lo consideramos un Arte, más real que el teatro: la carne y el hueso no simula sus fluidos; tan abstracto como la pintura abstracta).
Los toreros, ahora -aunque, viene de mucho atrás-, no se enfrentan al hecho artístico del toreo, contribuyendo a dar la razón a quienes hacen la crítica sobre la crueldad con los animales. Engatusan al público con lo del espectáculo -no entendido como espejo, sino como entretenimiento-, le ofrecen emociones vulgares, no le transforman ni transfiguran... para hacerle mejor (¿queda José Tomás?; al menos, creemos, intenta todo lo contrario que el resto de toreros).
¿Que desaparezca el toreo? Tal vez le haya llegado su tiempo, ¿más ahora que tenemos la 'partícula de Dios'?. 

Juan Belmonte.

Nuestra postura ante los toros -también es válida la de Wenceslao Fernández Flórez y sus artículos sobre las corridas de toros, o de gatos-, y ya que estamos en algo musical, es la que canta Chico Ocaña con los Mártires del Compás en la canción "Pañuelos blancos", del disco Mordiendo el duende:

"Nos gustan los toros
Pero amo a los animales..."


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