Nos conectamos con el Festival Internacional de Las Minas para ofrecer un breve resumen de lo sucedido en la primera de las semifinales celebrada ayer. Además, otros apuntes e impresiones de la 52 edición del certamen minero, que, como ya se sabe, estará dedicado el año que viene a Miguel Poveda al cumplirse 20 años de alzarse con la Lámpara Minera; también se le nombrará 'hijo adoptivo' de La Unión, y a saber qué harán con el bueno de Miguel, que mucho bueno, imaginativo se podría hacer.
La primera semifinal no ha aportado gran cosa a destacar, se espera a las dos siguientes fases de hoy y mañana, en las que se tienen depositadas algunas confianzas sobre posibles ganador@s. Según nuestro amigo informante a La Unión desplazado, "no se ha encontrado novedad (en el día de ayer); en general, hay una cierta repetición de gente que ya ha estado aquí; es como si hubiera una especie de cerrojazo. En el cante no se ve alguien que marque diferencias; el baile, cumple", y de los instrumentos...
Y ¿el ambiente? "Ha decaído. Se nota mucho la crisis. Caída de asistencia, poco movimiento. Con decirte que a las once de la noche el Bar Minero estaba vacío. Algo inédito".
Por último decir que en el anuncio de lo de Poveda, cantó Kiko Peña, un chaval de 16-17 años, con un primer disco editado por el sello de Poveda. Un joven cantaor, "al que le falta mucho". Esperamos seguir informando de lo que acontezca en las semifinales que quedan así como de la final.
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