viernes, 16 de noviembre de 2012

El mundo flamenco con El Perlo de Triana

Fotografía de Andreas Schröder.

"Me llamo Eugenio Carrasco Morales, tengo 84 años. En el mundo del flamenco se me conoce con el remoquete de El Perlo de Triana, apodo que heredé de mi madre, la Perla de Triana. Soy ahijado de la gran Niña de los Peines". Han pasado dos años desde que el cantaor, poeta y letrista sevillano pronunciara estas palabras con motivo de la presentación del libro de Antonio Ortega, Yo nunca a mi ley falté (primer verso de una soleá de la Serneta).
El próximo 20 de noviembre, El Perlo de Triana, recibirá un homenaje en el Teatro Lope de Vega, de Sevilla, en el que participarán -sobran los adjetivos ante tal listado de nombres- Antonio Moya, Chiquetete, Cristina Hoyos, Esperanza Fernández, Gualberto, José Antonio Jiménez, Manolo Herrera, Manuel Machuca, Manuel Molina, Manolo Montes, Mari Peña, Matilde Coral, Paco Taranto, Pedro Ricardo Miño, Pepa Montes, Pilar Astola, Ricardo Miño, Segundo Falcón, Víctor Monge 'Serranito' (La necesidad de sobrevivir es la más fuerte de las necesidades humanas. A las buenas personas las induce a la compasión, leo a James Ellroy, que añade: a las malas les inspira una terquedad brutal)
La gala estará presentada por  Manolo Cerrejón y Rafael Cremades y también contará con la participación de poetas, pintores y escultores, que donarán algunas de sus obras con el fin de recaudar fondos para el cantaor trianero. 
Y es que el mundo flamenco no olvida a sus mayores, aquellos con quienes ha aprendido, compartido vida y escenarios, y siguen siendo fuente de saber, aún ofreciendo su arte. No hace mucho publicaba su último o penúltimo libro de poemas dedicado a los hermanos Machado.
El Perlo de Triana aprendió a escribir a los 40 años, cuando ya había viajado por el mundo haciendo cantes para Juanita Reina, quien le ofreciera su primer contrato, María Rosa, Vicente Escudero o La Chunga. Él que se había ganado, desde niño, la vida y la de los suyos remendando zapatos, vendiendo ajos, limones, lotería  o melones, éstos en un burro al que puso por nombre 'Barquero'. Cuenta el propio Perlo que, sin apenas saber leer, se enteró de la muerte del poeta Juan Ramón Jiménez y le entraron unas enormes ganas de llorar. Años después dedicaría al autor de 'Platero y yo' uno de sus libros de poemas (una quincena de ellos ha publicado, hasta la fecha, el hermano de Encarnación Carrasco 'La Perla', una de las integrantes de Triana Pura).
Del Perlo se ha dicho que aportaba la "luz de su estilo señero y cabal en un micromundo donde la picaresca estaba siempre invitada"; se ha resaltado, "su voz, rota y rebelde, el tesoro de su memoria y su gran corazón". Entre sus discos destaca, La Perla de Triana y Familia, editado hace diez años a partir de los archivos personales que el Perlo guardaba y en el que suenan las guitarras de Niño Ricardo, Andrés Vázquez o Serranito, uno de los que estarán en el homenaje al cantaor, poeta, letrista -desde Chocolate, Arcángel a Lola Flores, Juanito Valderrama- de Triana.
El Perlo de Triana, gente sencilla, fijada en el tiempo flamenco, donde todo y tod@s existen; estén más cerca o más atrás del escenario como Diamante Negro, el cantaor jerezano de quien encontramos una reciente entrevista en este enlace. La vida pasa, el arte permanece.

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