domingo, 7 de abril de 2013

Rom, roma, romaní, romipen (Gitaneidad)

"El ingenio gitano ha estado entre nosotros siempre, con su viveza y su talento y una desproporcionada contribución a la alegría de vivir y a la originalidad allí donde se encuentra".


"Los gitanos no tienen un libro sagrado propio... aunque según una leyenda lo tuvieron en otros tiempos... Según un relato que oí en Bulgaria, cuando Dios estaba repartiendo las diferentes religiones, los gitanos escribieron la suya en hojas de lechuga y el libro sagrado no tardó en convertirse en la cena del burro".
"La idea del pueblo roma acerca de una persona solitaria era, invariablemente, un rom que por alguna razón había sido declarado mahrime, impuro, y había sido expulsado del grupo. Había algo malo en tí, alguna vergüenza, para que tuvieras que estar solo. Los gitanos habían soportado penalidades inconcebibles, pero uno podía estar seguro de que la soledad no era una de ellas".

(Os traemos unos extractos del libro escrito por Isabel Fonseca, donde cuenta sus cuatro años de estancia entre los gitanos de varios países de la Europa del Este, por aquel entonces -principios de los 90- liberados de su dependencia de la extinta URSS o del comunismo. Dhalua lo ha leído y ha seleccionado los textos que aquí os mostramos en esta primera entrega. Y como además el día 8 de abril se celebra el Día Internacional del Pueblo Gitano, pues esta es nuestra aportación a tan feliz coincidencia).


"Detuvieron a un hombre de Kabudi (Albania) por un atraco. Le condenaron a un año de cárcel. Sin embargo como era el único que tenía trabajo en toda su familia y cuatro hijos propios, la familia celebró una reunión y se decidió ofrecer en su lugar a un hermano más joven.
Esto sucede entre los gitanos en todos los Balcanes, aunque también en Inglaterra (yo añadiría que también en España: caso Farruquito). En los Balcanes no sólo se aplica el castigo de modo colectivo a los gitanos, sino que además éstos pueden sentir responsabilidad o vergüenza como grupo. La práctica demuestra hasta que punto son iguales todos los gitanos para las autoridades: sirve cualquiera de ellos.
Y al hermano más pequeño, ¿le importó? En realidad, no. En muchos sitios ir a la cárcel era un destino terrible, no por miedo a que te apuñalen o a la sodomía, sino porque estaba uno separado del grupo y se veía obligado a vivir y comer entre gadje (gachós, no gitanos) arriesgándose con ello a todo tipo de contaminaciones.
Pero dentro de la familia este sacrificio confería honor; y entre tus pares, el tiempo de cárcel era el equivalente a combatir en el extranjero. Todos los jóvenes que habían estado en la cárcel, exhibían orgullosos sus borrosos tatuajes azules de navaja de afeitar como condecoraciones de guerra".


"La llegada de la democracia a los países de la Europa Oriental no significa, ni mucho menos, la reordenación de las tradiciones gitanas. La sociedad secreta continúa. Su enredada espesura de prohibiciones (el seto gitano) sigue intacta.
Su supervivencia ha dependido del secreto durante un milenio: de disfrazar, de mantener ocultas costumbres y ambiciones, de enterrar el pasado... de mentir.

'Nunca aprenderás nuestra lengua', me dijo orgullosamente un activista gitano (y profesor de romaní) en un autobús en Bucarest. 'Por cada palabra que hayas anotado en tu cuadernito, tenemos otra... un sinónimo, que utilizamos y que tú no llegarás a conocer jamás. Bueno, sí, podrías aprender esas palabras, pero nunca llegarías a saber usarlas ni a conocer los matices que tienen. Nosotros no queremos que tú sepas. Tendrías que haber sido una chey (chica) romaní'.

La dura ley de los gitanos prohibe la emancipación de los individuos en aras de la preservación del grupo".

(El libro de Isabel Fonseca fue editado por Península, en 1997 con el título Enterradme de pie. El camino de los gitanos. En 2009, reeditado por Anagrama, cambiando el subtítulo por el de La odisea de los gitanos. Desgraciadamente con la misma traducción de la primera edición; no se esforzó, creemos, el traductor, José Manuel Álvarez Flórez. A pesar de eso no 'mata' el interés del libro, cuyas dos ediciones se encuentran en la Biblioteca Pública de esta nuestra ciudad, Valladolid, y si hace como viene haciendo desde hace años -como han cambiado, cesado más bien, al director, vete a saber- también, la Biblioteca, celebrará el Día Internacional del Pueblo Gitano).

1 comentario:

  1. Pues sí, la Biblioteca Pública de Valladolid vuelve a colaborar un año más con el Secretariado Gitano en el Día del Pueblo Gitano. Expone material relacionado con los gitanos (libros, discos, dvd...) y colabora en los diversos actos que lo largo de la semana se celebran en distintos lugares de la ciudad, como Centros Cívicos; incluyendo un recital de flamenco en la cárcel de Villanubla, este viernes, por parte de varios presos. Da buten la biblioteca.

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.