"El flamenco ese amor que no muere", atraídos por este titular de un periódico de Mendoza (Argentina) encontramos un cortometraje y una historia: Una mujer contempla fotografías en blanco y negro de una joven bailora-ruidos de la calle-llegada al trabajo: es señora de la limpieza en un teatro-visita a un cementerio, flores en una tumba-de nuevo en el teatro-se maquilla, se viste: sale al escenario y baila.
Sin música, sólo los sonidos de ambiente, el cortometraje dirigido por Mónica Luna, consigue transmitir un sentir flamenco, un por qué, primordial, de ese sentir, que es a la vez un pensar. Se titula Clemente, nombre del compañero de la maestra de baile, María Reyes, protagonista del corto.
Hija de emigrantes andaluces llegados a Argentina tras la guerra civil española, se asentaron en San Juan, localidad cercana a la frontera con Chile, para después trasladarse a la cercana ciudad de Mendoza (ya desde mucho antes habían llegado andaluces al país argentino). María Reyes comenzó a bailar siendo una niña llegando a ser parte de la escena flamenca mendocina, una de las primeras en formarse en Argentina, y con artistas propios.
La directora Mónica Luna ha plasmado en diferentes documentales esa historia y esos artistas flamencos; cintas que han podido verse en distintos festivales españoles, y de otros países de Sudamérica, que sepamos. Una de ellos con María Reyes, Luna de Jerez, anterior a este cortometraje que aquí traemos (Como Dominique Abel, con otro estilo, el flamenco es tema recurrente en todas las películas de la directora argentina).
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| María Reyes. |
Suponga esta entrada un pequeño acercamiento al flamenco en Argentina; y por citar una web con información de lo que por allí sucede -hay más, como tantas otras hay por todo el área latinoamericano-, esta de Buenos Aires Flamenco (y la noticia del cortometraje, Clemente, tomada de aquí).
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