lunes, 31 de marzo de 2014

Versos e imágenes de un homenaje a Paco de lucia


El hombre que quería ser Francisco Sánchez


Se murió Paco,
el hombre que quería ser Francisco.

Se murió el hombre
con las cuerdas tatuadas en los dedos,
con la frente despejada
muy alta.

Se fue y nos dejó
un banquete de corcheas,
prodigios de cristal
y luz de sol entretejida.

Se fue y nos dejó
el oráculo de la bulería,
el rumor del mar en Algeciras.

Nos dejó el hombre
que ansiaba sólo ser
Francisco Sánchez,
que cargaba con una guitarra
como una cruz de seda
y con su estrella como una trampa.

Pero la voz de Paco era guitarra.

La voz de Paco
era madera agigantada
columpiándose en un abismo
de seis cuerdas.

La voz de Paco
eran sus dedos
desnudos y dolientes,
porque el arte siempre duele.

La voz de Paco
es un beso
para tímpanos cansados,
un susurro a voz en cuello.

La voz de Paco, inmortal
golpea alegrías
en la amargura más oscura.
Se murió Francisco,
pero la voz de Paco seguirá viviendo
en rasgueos y alzapúas infinitas.

Se murió el hombre
y nació el mito.
La carne se fue,
pero queda la huella.

Queda
Paco el de Algeciras,
Paco el de Madrid,
el Paco universal,
Paco, el de Luzía,
el de Los Chiquitos,
el Paco del Niño Ricardo y Sabicas,
Paco, el de Camarón,
el Paco de sus amigos.

Ese Paco nunca morirá,
se quedarán sus cositas buenas,
su fantasía flamenca,
la voz de La Almoraima,
la pasión, la gracia y el fuego entre dos aguas,
el siroco imparable,
fuente y caudal inagotable.

Se murió Francisco,
                  pero Paco...
                        tú te quedas. 

Poema de Chapu Valdegrama, recitado por él mismo -vibrante, emocionador-, ayer, domingo, en un pequeño, sincero homenaje a Paco de Lucía organizado por la Asociación de Vecinos 'Unión Esgueva', en colaboración con la Biblioteca Libre(rtaria) 'Entre Líneas', del Barrio España. Barrio histórico de Valladolid, de su extrarradio; marginal en décadas no muy lejanas, marginado en las actuales. Sus calles nombradas con regiones de este país, allí hay un Campo de Jerez, y hubo un bar 'canalla', refugio de aficionados flamencos de la época.

Chapu Valdegrama, ayer, recitando su poema (Foto: Leo Juan)

El acto se abrió con una introducción a cargo de Miguel Ángel Pérez 'Maguil', activista cultural. Recordó, y sonó, aquel primer disco de quien se llamaba por entonces, artísticamente, Paco de Algeciras, unido al quinteto de Pedro Iturralde: Flamenco Jazz.
A continuación recitó Chapu (que sabe de ser guitarrista, tras tantos años colgado a una en grupos de rock de esta ciudad), y luego se unió a la actriz May Ríos para componer una pieza de aires 'lorquianos'. Y apareció nuestro tocaor, Raúl Fraile, para poner el toque al baile de Irina y Patricia (muy aplaudidas por las gentes del barrio, mitad de la comunidad gitana, mitad de la comunidad gaché).

Raúl Fraile (Foto: Leo Juan)

Final con Raúl, Mariano Rubio (guitarra), Rubén Lázaro y Blanky Bartolomé (cajón) e Irina y Patricia, a ritmo de "Entre dos aguas".
En el homenaje pudo verse, entre las gentes del barrio, a aficionad@s vallisoletan@s, de la (nueva) Asociación Punto Flamenco, del Taller Flamenco...
Hubiéramos querido que el acto continuara, que siguiera fluyendo el flamenco, nos quedamos con el buen sabor, la alegría de reunirnos, el alma templada, una apacible tarde de primavera.


1 comentario:

  1. Fallece Paco de Lucia, y todo el mundo le recuerda,fue un gran artista de la sonanta,indudable, quizás el mejor. ¿Quien se acuerda de Enrique de Melchor?, o no fue bueno como guitarrista, que pena... descansen en paz los dos.

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