lunes, 20 de octubre de 2014

Puño, artista e ilustrador: "Sé que volveré al flamenco"

"La verdadera historia nunca se la he contado a nadie". La Atómica-Espacio Creativo, situada en Valladolid capital, inauguraba una exposición -permanecerá hasta el 24 de noviembre- del ilustrador madrileño conocido como 'Puño' y allí que apareció el flamenco en una conversación mantenida con uno de los referentes de la ilustración en España.

Fue al preguntarle por su apodo, 'Puño':
-Mi apellido es Peña (su nombre, David) y había un David Peña 'Dorantes' que es un excelente pianista de flamenco, cuya popularidad nunca iba a poder superar, con lo cual me dije, 'me tengo que cambiar el nombre si quiero llegar a algún sitio' (risas). Y puse 'Puño' para un proyecto, gustó mucho y se quedó, no es una cosa que elegí yo abiertamente.
-¿Escuchas flamenco?
-Ya no, pero escuché flamenco una época. No sé por qué, es una cosa de estas, de estilos musicales que he dejado atrás. Soy muy de ir sumando cosas y algunas las tienes que ir dejando.
-¿Y ahora qué escuchas?
-Uf, no quieras saberlo. Pues, básicamente, hard style, que es un estilo de bakalao superduro, áspero y poligonero; black metal noruego (risas) y música muy clásica, ahora estoy con Telemann, por ejemplo, y estoy fascinado, sobre todo con su concierto de trompeta. Yo volveré al flamenco, lo tengo muy claro.

Una confesión inesperada, y agradable, la realizada por el ilustrador, quien presentaba una serie de collages -coloristas, con sentido del humor, muy pop(ulares)-, expresión de su lado más artístico, libre de las trabas que impone su trabajo en la ilustración (visiten su web).
Agrada comprobar que el flamenco está presente más allá de las peñas -¿hay 'cuartitos' todavía?-, de los festivales y otros espacios propios, por acotado(re)s; que interesa como una música más dentro de las muchas existentes y llega a cualquiera que tenga sensibilidad por sea cual sea el estilo musical y sin necesidad de 'saber de flamenco': está para cualquiera el flamenco (como demuestra el disco de Rocío Márquez, 'El Niño').
Ilustración de Emma Gascó para esta revista feminista.

Tiene el flamenco la suerte*, el potencial de ser tan 'elevado' (música clásica, jazz) como popular y habría que confiar en ello (tal vez el estreno en salas de cine, el 24 de octubre, del documental de Paco de Lucía vaya en esa dirección; decimos tal vez por el estado de asistencia a las salas de cine, en crisis).
Hay otros ejemplos como 'Puño' en este país (véase Magical girl, de Carlos Vermut, película estrenada esta semana, "medularmente española", en palabras de Jordi Costa, y Manolo Caracol y su Niña de fuego para rubricarlo), así como otros artistas con dudas flamencas, algunos hemos traído a este blog. También hay ejemplos de fuera, como la cantante británica Anna Calvi, que confesaba en una entrevista estar muy influenciada por el flamenco, o, en otra entrevista, James Righton, cantante y teclista de la banda británica Klaxons, conocedor de España donde ha vivido unos años, decía: "Vosotros creasteis el flamenco, y sin flamenco no habría 'Paranoid Android' (canción de Radiohead)".
Artistas de nuevo cuño, de una generación igual o cercana a la de 'Puño' con una mente más abierta, universal o global, que reconocen lo interesante allí donde se produzca y les estimula para seguir creando, se llame flamenco o no.

"También apuesto por la no innovación. En el siglo XX se llevó mucho lo de innovar, se exigía mucha renovación y originalidad, y ahora abogo por todo lo contrario, abogo por unificarnos. Salen cosas nuevas, pero está bien rescatar lo antiguo. Hay gente que ha muerto hace cien años y durante 30 que estuvo activo sacó conclusiones muy valiosas que nadie se preocupa de perpetuar hacia el futuro y creo que también nos corresponde" (David Peña 'Puño'). 

¿Puño inspirado por el flamenco?

*Magia habría sido la palabra adecuada a utilizar, sino fuera porque es un término tan mal usado -como sucede con surrealista-, que suena ñoño, ridículo, empalagoso incluso. Pero sí se adecua a esa 'ciencia del todo' que fue la Magia, que algunos intentan recuperar (leáse el libro, Ángeles fósiles, de Alan Moore), y promulga conceptos como, "lo que está arriba es como lo que está abajo  y lo que está abajo es como lo que está arriba", que viene a ser lo que respondió Manolo Caracol cuando le preguntaban si sus zambras eran flamenco: "Todo es cante". En el flamenco no hay División entre lo culto y lo popular.

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