jueves, 4 de diciembre de 2014

Entrevista a Olga Pericet, este sábado en Teatro Zorrilla (Valladolid) con su espectáculo 'De una pieza'

Olga Pericet al frente de su compañía presenta este sábado en el Teatro Zorrilla de Valladolid (20.30 horas; entrada: 18 euros) su espectáculo De una pieza. Os dejamos con una entrevista de la bailaora cordobesa concedida a un medio local a la que hemos tenido acceso (Por cierto que Pericet ha sido premiada hace unos días con el Premio de Danza que concede el decano de los espacios culturales de la radio, Ojo Crítico, de Radio Nacional de España. Biografía y otra información de la bailaora en su web).


"De una pieza es un espectáculo que, quizás, es un resumen de coreografías mías de otros espectáculos y que son para mí especiales. Es un espectáculo que no quería dejar fijo, sino que, igual que el juego chino del tangram, las varias piezas que lo conforman estén siempre en movimiento, que me permita meter, modificar o actualizar, según el momento que vivo. Hay un artista invitado, el bailaor Juan Amaya, con el que quiero como plantear lo que es el flamenco más técnico, elaborado a uno que nace de las raíces, de un aprendizaje autodidacta y a través de la familia, él lleva el baile flamenco a este extremo, porque el flamenco es inmenso, anárquico y muy personal. Y quería ponerlo ahí".
"Mis creaciones siempre van unidas a otras disciplinas, ya sean contemporáneas o de nuestras propias raíces. El floklore de nuestro país o los cantes tradicionales que no tienen que ver con el flamenco me llama muchísimo, como nuestra escuela bolera o lo que hacen otros creadores que tienen una manera de ver el flamenco no tan tradicional. Me parece una manera enriquecedora de llevar tu creación hacia una amplitud y extensión visual".
"Pero este espectáculo (De una pieza) es como el más tradicional porque no intento contar ninguna historia, sino plasmar el movimiento de los músicos, del baile en el recorrido del espacio. Con mi sello personal".
"No me molestan los comentarios de la crítica o la afición contraria a mi baile. Parten de una manera de pensar y unos gustos muy personales que los puedo entender porque toco ese extremo del flamenco también, porque a veces me llaman para ciertas producciones de flamenco jondo, más puro. Yo no hago el espectáculo para este tipo de personas, si para todo el mundo. Algunos (de estos críticos) han cambiado de opinión porque, aunque yo haga una mezcla, la raíz está ahí, se identifica perfectamente. Cuando se destruye tienes que tener bastante conocimiento de lo que estás moviendo para que se conserve su realidad, su raíz. Hago las cosas porque me salen a mí como artista y para un público en general y se lleve sensaciones y momentos de lo que quiero contar. No me influyen este tipo de personas; es más cuando hay una crítica contraria hecha con respeto, incluso la acepto de una manera positiva; lo que no me gusta es el poco respeto".


-¿Se es más receptivo fuera de España al tipo de baile suyo o de otr@s artistas con ese tipo de planteamientos?
-Depende. Puede ser que el resultado no llegue o no se acepte. Lo que sí es verdad es que fuera de España hay más conocimiento porque la gente va más a los teatros, están acostumbrados a ver otras cosas, por lo que tienen una mente más abierta. Cuando en España se ve ese flamenco, sí gusta; aun siendo menor la asistencia al teatro, haber unos clichés preestablecidos, el público se asombra porque si es bueno llega. Quienes ponen los límites son ciertas personas".
"No creo que haya más bailaoras que bailaores en esta línea renovadora. Puede que haya más bailaoras conocidas, pero hay grandes bailaores, que, no sé por qué, no están en boca del público o de los medios. Y en el cante hay cantaoras y cantaores que están llevando el flamenco a otro departamento, partiendo desde la teatralidad, la improvisación o la investigación con la palabra y la voz, que está poco explorado".
"Vivimos en un tiempo donde hay mucha información, muchas disciplinas, hay una corriente por vivir en este siglo. El arte refleja todo esto y no se puede ir en contra, o se puede anquilosar en algo clásico, la creación y la expresión de ahora tiene que salir. Y me encanta que haya gente en esta línea y no se plantee 'que si no hace clásico'... Somos artistas jóvenes, estamos aquí, en este tiempo y tenemos que decir lo que nos pasa por la cabeza, lo que vivimos y la experiencia que el flamenco pueda aportar. Porque el flamenco es un arte grandísimo y abierto al mundo. No le han dado Patrimonio de la Humanidad por casualidad".
Por último comenta haber estado parada durante unos meses por una lesión de la que está ya recuperada y que se va a comer "las uvas con ilusión; el año que viene pondré a rodar Pisadas, que estrené en el último Festival de Jerez; y estrenaré otro espectáculo, Flamenco (Untitled), en Nueva York, donde estaré un mes. E ir alternando otros formatos, de investigación, de estar sola en el escenario, que me apetece mucho".


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