'Eterno Camarón', Capullo de Jerez, Arcángel: Galería fotográfica y reseñas de su paso por Valladolid

Hace poco más de una semana el CC Miguel Delibes, de Valladolid, fue el escenario de varias actuaciones de ¡alto voltaje flamenco!: Capullo de Jerez, el musical 'Eterno Camarón' y Arcángel. Con gran respuesta de público en los tres. El cantaor de Jerez y el de Huelva estuvieron en una sala de más de 500 personas, llenando el primero y casi, el segundo. El espectáculo basado en la obra de Camarón se realizó en una sala con capacidad para 1.800 personas, que estaba casi llena. Aprovechando la galería fotográfica a la que hemos tenido acceso, obra de nuestro gran Ricardo Otazo, el fotógrafo de todo lo que se cuece -y son años- de música en vivo y en directo en esta ciudad; de paso, unas reseñas, comentarios de los recitales (especialmente seguidos, dentro y fuera del escenario, por Pedro Sanz).

Fotografía: Ricardo Otazo

21 Noviembre: Miguel Flores Quirós, 'Capullo de Jerez', llegó a Valladolid en estado puro, sin contaminantes, ni aditivos; a demostrar que canta, y mucho, que no es un fenómeno mediático. Desde el primer momento supo meterse al público en el bolsillo hasta, finalmente, conseguir que toda la sala se pusiera a bailar. Y es que los cantes del Capullo de Jerez tienen olor a romero, sabor a patio de vecinos, a callejuelas, a amigos de la infancia, a fiesta de tabanco. Su sentido del compás innato; conocimiento de los palos más representativos de su Jerez natal, sin secretos para él, que estira los tercios como el chicle, les recoge, dobla y cuadra con una perfección de la que solo él parece capaz de hacer. Bulerías, bulerías por soleá, alegrías, tangos -acordándose de Camarón y Paco de Lucia-, fandangos, encandilaron a un público entregado, que no paraba de corear ¡¡Capullo, Capullo!! y al final salir varias veces respondiendo, junto con sus "primos", con unas bulerías acompañadas de pataía incluida. Y con un excelente acompañamiento de Diego Maya al toque.

Capullo de Jerez y Diego Amaya (Foto: R. Otazo)

Pedro el Granaíno (Foto: R. O.)

22 Noviembre: Camarón de la Isla sigue muy presente en la afición flamenca, incluso en la posterior a su muerte. Como se pudo comprobar en el variopinto público que asistió al estreno de un nuevo montaje del espectáculo basado en su obra, en el artista de carne y hueso que siempre fue: Eterno Camarón. Era el mismo tipo de público que acudía a sus conciertos: adolescentes, estudiantes, aficionad@s de distintas edades, jubilad@s, gitan@s, funcionarios, amas de casa... Recuerdos y emociones antes del espectáculo. Y nervios a flor de piel en los artistas.

Con "Nana del caballo grande" comenzó todo. Los músicos de frente al público y Pedro el Granaíno que entona las primeras letras del tema que cierra La leyenda del tiempo. El Granaíno tenía una responsabilidad muy difícil, emular al mismísimo Camarón, interpretar los tonos, melismas, melodías y letras tal cual fueron creadas. Y todo lo hizo con dignidad, saliendo airoso de un reto, en el que recorrió las dos etapas de Camarón de la Isla, la de los primeros años con un cante más ortodoxo y la que marcó época en el flamenco. Y dejar señas de personalidad propia cantaora.

Mercedes Ruiz y Edu Guerrero (Foto: R. O.)

Las alegrías de "Bahía de Cádiz" introdujeron al bailaor Edu Guerrero, que gustó mucho, aires de Antonio Gades, apuntes de Israel Galván, la moderna ortodoxia y la antigua heterodoxia del baile flamenco traída al momento actual. La bailaora Mercedes Ruiz apareció con las bulerías "Yunque, clavos y alcayatas", su baile, su figura, representación de la tradición, la raíz.
Eduardo Trassierra a la guitarra; Cristian de Moret, teclados y bajo; Patricio Cámara, percusión y batería; Los Mellis, coros y palmas, completaban el elenco de intérpretes. Y la presencia de Gema Monje, hija de Camarón, entrando y saliendo entre cante y cante, leyendo versos para tejer una biografía lírica, vital, emocional, artística de su padre. Muy natural, sencilla, conmovedora, Gema Monje.

Gema Monje (Foto: R. O.)

“Las doce acaban de dar”, “Romance del Amargo”, “Gitana te quiero”, “La Tarara”, “Dicen de mí”, "Sevillanas", "La leyenda del tiempo" (la verdadera canción de La Transición, aquel momento vivido en este país; que como el cante de Camarón fue un torrente de goce derramado sobre un presente, limpieza sobre el pasado reciente, y se elevaba, flotaba), y cierre con la rumba "Volando voy". El final con todos los artistas de Eterno Camarón recibiendo el cariño, la alegría, el aplauso unánime de un público puesto en pie, sonando de fondo, "Soy gitano", y el rostro del genio de la Isla.

Fotografía: R. Otazo

23 Noviembre: Francisco José Arcángel Ramos 'Arcángel' no solo es un excelente cantaor de flamenco con una voz “laina”, cristalina, limpia, perfectamente afinada, hay que añadir sus grandes conocimientos del flamenco más ortodoxo y una valentía innata para encarar nuevos retos, capaz de convivir con otras músicas e impregnarlas de jondura flamenca. Su actuación, la que cerró estos tres días seguidos de flamenco, empezó con dos soberbias malagueñas rematadas por cantes de Málaga poniendo a prueba su tonalidad musical, para continuar con todo un repertorio de los cantes más nobles del flamenco: soleares, alegrías, bulerías, fandangos alosneros...  todo con olor 'añejo'. El toque de Miguel Ángel Cortes, como siempre, 'sembrao'; el solo que hizo con la sonanta fue todo un espectáculo.

Arcángel y Miguel Ángel Cortés (Foto: Ricardo Otazo).

Hubo dudas previas sobre la respuesta del público vallisoletano a tres días seguidos de actuaciones flamencas. Recordamos hace un año la suspensión de un recital de El Pele y Arcángel en el Teatro Calderón por falta de venta de entradas; también que este mismo año José Menese llenaba el, de aforo más reducido, Teatro Zorrilla.
En esta ocasión los promotores (Pandora Producciones y Montoya Flamenco Musical) han acertado con sus tres propuestas, y con la elección de escenario (el Delibes parece que aporta un cierto prestigio). Tal vez contase, también, a su favor que el flamenco está 'de moda', como se viene oyendo en distintos medios. Sea como sea es una buena, más que buena noticia la respuesta del público y de la afición vallisoletana en cuanto a asistencia (en cuanto a satisfacción por lo presenciado, pocos se quejarán de lo recibido; matices sí, como tiene que ser). Podemos, y queremos, ir a más.

Galería fotográfica: Ricardo Otazo.