viernes, 21 de agosto de 2015

Farruquito e Israel Galván si bailaran juntos ¿qué baile harían? (II)

¿Se cansa uno de la naturaleza? ¿del fluir de los ríos? ¿del movimiento de las olas? ¿del cielo estrellado? ¿de la luna? ¿de los árboles? ¿de las flores? ¿de "porque la montaña está ahí"?
Algo parecido ocurre con el baile de Farruquito, -y Farruco su hermano-, y antes su abuelo, y con otr@s bailaor@s, en quienes se percibe vislumbra una conexión con lo que podemos llamar naturaleza, el espectáculo de la naturaleza. O ese famoso misterio del flamenco.
También está en el baile de Israel Galván, el misterio ¿de dónde procede, cómo se manifiesta?, "algorithmes, figures et postures, de face ou de profil – bras levé, déhanchements appuyés du corps, équilibres sur un pied et frappes simultanées sur la semelle opposée, affrontement et esquive d’un minotaure invisible, dégagement ou bref dénuement de l’épaule jusque-là protégée par le T-Shirt Hanes noir, étirement de tout le corps, génuflexion fugace, diagonale de voltes et de faces-..." (Nicolas Villodre en Flamenco Magazine).
Un misterio que anima dos bailes de muy distinta expresión, el de Farruquito y Galván, a quienes nuestra imaginación intenta 'ver' cómo sería su baile si bailaran juntos. Imaginación que se activó al leer el libro, Bailaor de soledades, de George Didi-Huberman, surgido a su vez del contacto con el baile de Israel Galván, como comentamos en la anterior entrada de este blog.


José Tomas visto por Anciones (Valladolid, 1938; Madrid, 2002).
En concreto del espectáculo Arena, lo cual lleva al autor a incluir múltiples referencias al toreo, que también tiene su misterio como espectáculo artístico (nos arriesgamos a emplear esta palabra, en estos tiempos de antitaurinos, de un toreo cerrado en sí mismo, de un ganado que sigue siendo tan mayoritariamente 'malo' como el de hace casi un siglo). El toreo nos interesa por el sentido de su existencia como arte; no como 'tradición' ("Todo documento de cultura es a la vez un documento de barbarie", Walter Benjamin).
El pensador francés incluye numerosas citas de libros sobre el mundo de los toros -en las notas a pie de página aporta un extenso listado de libros, repartido al 50% entre autores españoles y franceses-, siendo Bergamín el más citado, tal vez por su 'ahondamiento' lírico-filosófico del sentido del toreo.
Flamenco y toreo no viven tiempos de cercanía; de haberla, es 'callada', salvo excepciones. Tendrá que ser así, y ver si el arte como el agua busca su fluir por obstáculos que encuentre. 
Y es en ese futuro o búsqueda lo que lleve a imaginar a los dos bailaores juntos, ¿cómo se comparte la  soledad que nos da sentido, que daría sentido al baile de Farruquito-Israel Galván?

Farruquito (Foto tomada de su web).

Farruquito es el flamenco anacrónico, representaría todo el baile flamenco desde el big bang al big crush; en cuanto a la naturaleza él decía en una entrevista con motivo de la presentación del espectáculo que ofrecerá junto a sus hermanos Farru y Carpeta, TR3S, para clausurar la IV Bienal de Arte Flamenco de Málaga (20 de septiembre): "Queremos transitar, cada uno desde nuestra atalaya, por el vasto e infinito mundo del baile flamenco; intentar darle el sentido de la relación del hombre con la naturaleza, y, por consiguiente, con la sangre y la tradición que nos corre por las venas.".

Israel Galván, 'Arena' (Foto de Diego García, tomada de su web).

El baile de Israel Galván viene a corroborar que nuestra inteligencia está hecha de tal manera que puede comprender la naturaleza; que puede haber llegado el momento de desprenderse de las etiquetas en el arte y que se diga sólo: baile, sea quien sea y de donde sea quien lo ejecute (al igual que se pueda decir música, pintura...), en el buen sentido podría resultar un crecimiento en la creatividad del artista y en la conciencia de sí mismo del espectador. 
Mientras, la contemplación tanto del baile de uno como de otro procura estados visionarios de atractiva hondura. En el cielo y en la tierra.

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