-¿Conoce a Israel Galván?
-Claro, por favor.
-¿Le ha visto bailar?
-Hombre, claro.
El pasado sábado estuvo en nuestra ciudad, Valladolid, Farruquito con su espectáculo 'Improvisao', terminando con una ausencia de más diez de años sin mostrar su baile al público vallisoletano. Informados que nuestro contacto en un periódico local iba a entrevistarle propusimos algunas preguntas de nuestro particular interés, que no saldrían en papel. Y esta sobre Israel Galván era la principal.
-¿Qué le parece?
-Bueno, pues me parece que antes era un bailaor flamenco, y
además yo me llevo muy bien con su familia, con su padre, José Galván, con su
hermana Pastora, les conozco desde hace muchos años porque nos hemos encontrado
muchísimas veces en los festivales y hemos coincidido. Israel Galván al
principio bailaba un poco así al estilo de Mario Maya o los reflejos de su
padre, pero luego con el tiempo él se sintió con la curiosidad de investigar
por el contemporáneo. Yo lo que resaltaría de Israel Galván es que es una
persona que ha conseguido una forma de bailar, una danza que, aunque no sea
flamenca, es muy particular, muy
personal. Israel Galván baila como baila él y nadie más; y por lo tanto se
merece la admiración de cualquier bailarín, aunque el baile que él haga no sea
flamenco, desde mi punto de vista.
No hace mucho planteamos en nuestro blog (1 y 2) ¿qué baile harían Galván y Farruquito juntos? Y esta fue la respuesta del nieto de Farruco:
-¿Le atraería hacer un baile los dos juntos?
-Me encantaría bailar con Israel. Es más, un día lo
estuvimos comentando, salió así la conversación, ‘oye ¿podríamos hacer algo
entre nosotros algún día?’. Yo creo que él estaría por la labor porque sería
como ver un poco los extremos, o no sé si los extremos, pero sí algo muy
diferente. Yo creo que estaría interesante, a la gente le gustaría ver a Israel
y a mí en el mismo escenario haciendo cosas que fuesen a compás, cada uno con su
estilo. Yo creo que estaría bonito, sí, por qué no. A mí me gustaría.
Sería interesante, el flamenco ahora mismo necesita un revulsivo, un suceso que sacuda su actual estado de comodidad, continuismo, que altere a ortodoxos, heterodoxos, y gente que pasa por ahí. Podría suceder con esta unión.
(Hemos mirado en la web de este periódico y no encontramos la entrevista a Farruquito, aparecida en papel el sábado 28 de noviembre, tal vez podríamos traerla aquí -aunque las respuestas del bailaor no difieren de las ofrecidas en otras entrevistas, su discurso es atractivo-; así mismo incluir otras preguntas que no aparecieron y tenemos a nuestra disposición, sobre sus hermanos, sobre su abuelo. Y hablar sobre su actuación, aquí en Valladolid. Dadnos un tiempo).
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