miércoles, 6 de enero de 2016

Los discos que trajo el otoño: Toques y derivaciones flamencas, de ayer y de hoy

En esta segunda parte dedicada a los discos flamencos publicados en otoño daremos cuenta de los protagonizados por guitarristas, pianistas y otros instrumentistas; así como de cantaor@s/cantantes, más diversas fusiones-experimentaciones o derivaciones a partir del flamenco.

A diferencia de la primavera, donde abundó la edición de discos de guitarra sobre el cante, este otoño depara una escasa producción y en parte de la que hay los tocaores se alían con otras músicas. No así el jerezano Javier Patino con su segundo disco, Oro negro, que cuenta con colaboraciones de Jesús Méndez o La Macanita, y presentará en el próximo Festival de Jerez.
También podría incluirse, de nuevo, como hicimos en la anterior entrada dedicada a los discos de l@s cantaor@s, el de Antonio Reyes y Diego del Morao, al venir firmada la portada por los dos, al mismo tamaño. Y adelantar que Rafael Riqueni, a medida que va resolviendo sus asuntos con la justicia, ultima la preparación de un nuevo disco, Parque de María Luisa.



Picassares es el sexto o séptimo disco del malagueño Daniel Casares, con un toque abierto a otras músicas y a ser compartido con otros músicos. Miguel Ángel Cortés pone el toque flamenco y José María Gallardo el clásico en Lo Cortés no quita lo Gallardo: la armonía siempre es posible con el flamenco. 


Aunque se mueva también por el jazz y las músicas del mundo el 'Paganini del bajo', Renaud García-Fons, no es ajeno al flamenco y casa a la perfección con las teclas flamencas de Dorantes en este Paseo a dos.
El pianista salmatino Daniel García Diego tiene en cuenta el flamenco a la hora de desarrollar su música y así lo muestra en su debut discográfico, Alba. Maridando el flamenco y el jazz es lo que lleva haciendo mucho tiempo el pianista Pedro Ojesto, y por si quedaban dudas sobre su flamencura publica Flamenquillos. Aprende flamenco con el cancionero popular infantil; acompañado de diversos músicos y cantaor@s (Ana Salazar, Israel Fernández, Luisa de la Rosa).


Ginesa Ortega, Cañizares, Amargós más Salvador Niebla (batería) y Sergio Riera (bajo) formaron Iberia en 1989 y grabaron Flamenco Challenge, disco que ahora se publica gracias a Alain Milhaud, renombrado productor en el mundo del pop español de los 60 (Bravos, Pop Tops...), que también apostó en aquellos años por el rock y el flamenco a través del grupo Smash, para el que produjo su famoso "El garrotín", décadas después añadió jazz al combinado con este disco recuperado.
"Todo es cante", decía Manolo Caracol; o en palabras del cantaor Enrique Lozano 'Pescao': "Se puede hacer fusión siempre que haya un cantaor/a". Y en este sentido hay que situar los discos que vienen a continuación. 
Cantaora se supone que es Niña Pastori, aunque ella triunfe más como cantante, y continúa en Ámame como soy, con la mira puesta en la canción latinoamericana y el sonido pop(gitano) de los 80 que la caracteriza (en esa línea de producción se intuye lo próximo de José Mercé será un disco de duetos con baladistas de ayer y de hoy que son como de ayer: Sanz, Calamaro, Alborán...). Cantaora sin más es Laura Vital, quien en su nuevo disco Tejiendo lunas, se plantea 'hermanamientos' -la palabra fusión no parece, en este caso, adecuada- entre el flamenco y diversas músicas mediterráneas, para plasmar ciertas naturales conexiones entre uno y otras, resaltando la pureza de las emociones, y sin desatender el presente (si entienden algo de francés, una crítica admiradora del disco de Vital -y escucha de algún tema-, aquí).


El 'indie rock' de los 90 es el sonido de Soleá Morente para su debut en solitario, Tendrá que haber un camino, donde no falta algo de flamenco. Con otros sonidos 'indies' y electrónica, Voces del extremo, el disco de Niño de Elche, elegido por medios musicales especializados y generalistas como el mejor o uno de los mejores álbumes nacionales publicados en 2015 (y en esta entrevista -1ª parte- rememora sus inicios como cantaor).
Del 'indie' o la escena pop independiente española procede Fernando Vacas, músico y productor (Russian Red, Prin La Lá), que se adentra en el flamenco con A través de la luz. Una ópera flamenca, un espectáculo creado e interpretado por él, como Vallellano, junto a The Royal Gypsy Orchestra, y que tiene su correspondiente versión en disco con dos eps publicados. 
Y hacía clásicos de la canción española se ha ido Parrita con Copla flamenca, cumpliendo un deseo de Paco de Lucía (el cd-dvd del tocaor, La búsqueda, ha vuelto a entrar en la lista de discos más vendidos en España -puesto nº 28-, con lo que cumple un año en el top 100 y alcanza el triple disco de oro).


Toma uno de los sonidos de estos tiempos, el de la electrónica, Electroflamenco, el disco de Artomático -nombre artístico de Daniel Muñoz-, que se presentará en el próximo Festival de Jerez (toda la info y escucha del disco en este enlace).
Para terminar, dos trabajos de ida y vuelta -geográfica- con firma de mujer. Una, la jerezana Kina Méndez, que emigró a los USA, y prepara su nuevo álbum vía crowdfunding; otra, es la cantante norteamericana, residente en Barcelona, Tori Sparks, quien, con el apoyo del grupo Calamento, adopta ciertos aires aflamencados o copleros en su nuevo disco, El mar. Y Javier Limón repite con la mexicana Magos Herrera en He for She, "un romance en la forma musical, que reúne la pasión y el ritmo del flamenco con la sofisticación y el ingenio del jazz” (David Clarke/Broadway world)".
Y este es el panorama que presenta el flamenco en estos y venideros momentos, hacia adelante, hacia atrás, en el medio, como que tiene para todo y tod@s el flamenco.

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