lunes, 9 de octubre de 2017

'Rodolfo Otero: Amor por la danza', en versión original (22 de julio del 2016 - I)

Me acerco este día a casa de Rodolfo con el libro de Juan Gyenes, Antonio. El Bailarín de España, resultado de doce años del fotógrafo siguiendo a la Compañía del bailarín, desde su estrenó en 1953. Un amplio reportaje fotográfico acompañado de textos de Edgar Neville, Arthur Rubinstein o Federico Mompou, entre otros; así como dibujos de Cocteau o Picasso. Veo el libro con Rodolfo, quien aparece en algunas de las fotografías:

-Rosario Calleja -bailarina de la Compañía- era de de  Valladolid, ya ves, su padre tenía una tienda de comestibles, here. Sí señor.
-¿Te reconoces en alguna? ¿este eres tú?
-Ese no soy yo, ese es Antonio de Ronda. Este es Antonio, este es Pablo Ruiz, y este Joaquín Robles. El Generalife, allí he bailado. Y este soy yo, y este soy yo (Como El corregidor en El Sombrero de Tres Picos; en las Sonatas; en Fantasía galaica, por ejemplo). Qué bonitas fotos. Este era yo. El toro (foto, fila dcha. 2 ª foto por abajo).


Me la jugaba 18 minutos bailando con él. El martinete. Yo sólo. La cabeza era de mimbre y las luces entraban por las rendijas y la cabeza me daba vueltas. Sí, señor… La Taberna del Toro era una serie de palos flamencos que se bailaban… Y salía de un ángulo del escenario deslizándome hasta el centro y me levantaba (golpe en la mesa)...
En una foto de Antonio miran el cartel presentación de su ballet en La Scala de Milán, Rodolfo saca una lupa y se encuentra entre el reparto del “Amor stregone” (brujo). Foto de Antonio con Carmen Amaya, los dos sonríen, exageradamente, forzadamente: “Carmen Amaya, madre mía… la envidiaba. La primera vez que la vio bailar fue en Buenos Aires. 
-Cuando salió de España con Rosario, huyendo de la guerra civil.
-Sí, me lo ha contado él. La envidiaba y la deseaba la muerte y todo (ríe). Se moría con ella… (Sigue viendo fotos) Con Mariemma…  María Callas, vaya monstruo… Jean Babilée, era la hostia, yo tenía una admiración por él de morirse…  Sol Hurok, era el mejor empresario del mundo, llevaba a todos, era judío… Me emociona, tú... El Gallina (Rafael Romero, cantaor).
-¿Coincidiste con él?
-Claro, y con Jarrito, y Sernita, y Chano Lobato, y Antonio Mairena y El Chaleco, sí (cierra el libro). Pues muy bien. Thank you.

(Al final del libro aparece un listado con tod@s l@s integrantes de la Compañía, allí está el nombre de la que sería la primera mujer con quien se casó Rodolfo: Rosa España). 

-¿El nombre de tu primera mujer era España?
-María Rosa España. 
-¿Y de apellido? 
-Martín Rosales. Bastantes disgustos tuvo. Por una razón. Porque el padre era director de un banco y se tuvo que marchar en América. Y allí nacieron ella y sus hermanas.
-Este hombre era rojo.
-¿Rojo? Súper rojo. Por eso se tuvo que marchar (por la guerra civil). Pasó de director a repartidor de pan en Caracas. Aquí estaba fichada, por la policía.
-¿El padre vino también a España?
-No pudo. Tuve que pedirle permiso al padre y me dio permiso para casarme, con Españita. Por respeto hacia él, lo hice.
-Bailarina, España.
-De la hostia. Ha estado de solista con Carmen Amaya, y de Antonio, claro, por eso la conocí. Ya te puedes imaginar cómo bailaba.
-Solista con Amaya, sin ser gitana.
-Sin ser gitana, sí. Y un día que estaba yo enseñando, ya te lo conté, las coreografías de Antonio, en Nueva York, y de repente entró Carmen Amaya, y la dijeron que ‘es que bailaba muy bien', yo. Pues bailé un poquito… y yo… me daba un respeto impresionante. Bailé, pero asustado, cagado de miedo… Por eso, por el respeto que la tenía. Demasiado.

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