Comenzamos 2018 en esta nuestra ciudad, Valladolid, la actividad flamenca, con hechos, proyectos, ideas, ¿ausencias?
Continuidad, novedades, ¿sorpresas? Todo ello respecto al flamenco que se hace o se hará aquí, el que vendrá y el que gustaría que viniera y tal vez venga.
¿Empezará en enero la Tertulia Flamenca, de la Biblioteca Pública? Parece que los hados y las circunstancias no terminan por conjuntarse favorablemente. No quiere decir que de no hacerse este año, no se pueda hacer el siguiente.
Ha hecho mucho en estos cinco, seis años, la Tertulia, como impulsar o ser motivo de inspiración en el hacer de flamenc@s de esta ciudad. Por ejemplo, la cantaora Silvia Verdugo tiene idea de hacer un cuartito-tertulia en un local, juntar a un@s y otr@s de otra forma, con el mismo espíritu que la Tertulia, compartir. No es la única iniciativa que bulle en la inquietud de algunos aficionados flamencos vallisoletanos.
12 de enero en el Lava. |
Continuidad, novedades, ¿sorpresas? Todo ello respecto al flamenco que se hace o se hará aquí, el que vendrá y el que gustaría que viniera y tal vez venga.
¿Empezará en enero la Tertulia Flamenca, de la Biblioteca Pública? Parece que los hados y las circunstancias no terminan por conjuntarse favorablemente. No quiere decir que de no hacerse este año, no se pueda hacer el siguiente.
Ha hecho mucho en estos cinco, seis años, la Tertulia, como impulsar o ser motivo de inspiración en el hacer de flamenc@s de esta ciudad. Por ejemplo, la cantaora Silvia Verdugo tiene idea de hacer un cuartito-tertulia en un local, juntar a un@s y otr@s de otra forma, con el mismo espíritu que la Tertulia, compartir. No es la única iniciativa que bulle en la inquietud de algunos aficionados flamencos vallisoletanos.
No cabe hacerse la misma pregunta sobre la continuidad de las Jornadas Flamencas 'Ciudad de Valladolid', faro flamenco que desde hace quince años viene no sólo haciendo realidad un evento con las calidades -artísticas- de otros similares de distintos puntos del país; también ilumina posibilidades, reaviva ánimos o suscita impulsos (un ejemplo: que se hayan publicado dos libros de flamenco -biográfico, uno; pedagógico, otro- hechos aquí, y en estos dos últimos años; está uno por decir: impensable).
Puede añadirse el aumento en número de actuaciones flamencas en salas y teatros, tanto con los de casa, como quienes vienen a esta, sean sus nombres más conocid@s o por conocer. Con mayor o menor fortuna, en cuanto asistencia.
O vallisoletan@s que se quieren dedicar a este arte, y encuentran un cierto ambiente-estímulo de que no se sienten en soledad (una dificultad menos, de las muchas que les esperan). Una dedicación que la mayoría alterna con otras ocupaciones de remuneración más fija o complementaria, ya sea fuera o dentro del flamenco (escuelas de baile o luthier de guitarras como exitosamente hace el cantaor José Salinas). Pero persisten, ahí están, cantaor@s, tocaores, bailaor@s; jóvenes y veteranos.
Incluso tenemos corresponsal de revista -Zoco- flamenca en la ciudad. Y los pueblos de la provincia también se animan con el flamenco, en la medida de sus posibilidades, que suele estar por encima de sus gustos o demandas, como en la capital.
Y en las provincias con las que compartimos región tenemos alternativas, lazos, ofertas que amplían la actividad flamenca. Con Zamora como principal aliado-referente, y viceversa.
Sí, tenemos un carácter poco dado a efusiones, exaltaciones, la desconfianza, a veces, no la aplicamos como virtud. Y sí, el flamenco es minoritario, también en esta ciudad; aunque su palabra venda (otra cosa es que lo vendido sea otra cosa). Y que podemos volver a tiempos anteriores, de escasez... más generalizada. Mientras, aquí estamos.
Puede añadirse el aumento en número de actuaciones flamencas en salas y teatros, tanto con los de casa, como quienes vienen a esta, sean sus nombres más conocid@s o por conocer. Con mayor o menor fortuna, en cuanto asistencia.
O vallisoletan@s que se quieren dedicar a este arte, y encuentran un cierto ambiente-estímulo de que no se sienten en soledad (una dificultad menos, de las muchas que les esperan). Una dedicación que la mayoría alterna con otras ocupaciones de remuneración más fija o complementaria, ya sea fuera o dentro del flamenco (escuelas de baile o luthier de guitarras como exitosamente hace el cantaor José Salinas). Pero persisten, ahí están, cantaor@s, tocaores, bailaor@s; jóvenes y veteranos.
Incluso tenemos corresponsal de revista -Zoco- flamenca en la ciudad. Y los pueblos de la provincia también se animan con el flamenco, en la medida de sus posibilidades, que suele estar por encima de sus gustos o demandas, como en la capital.
Y en las provincias con las que compartimos región tenemos alternativas, lazos, ofertas que amplían la actividad flamenca. Con Zamora como principal aliado-referente, y viceversa.
Sí, tenemos un carácter poco dado a efusiones, exaltaciones, la desconfianza, a veces, no la aplicamos como virtud. Y sí, el flamenco es minoritario, también en esta ciudad; aunque su palabra venda (otra cosa es que lo vendido sea otra cosa). Y que podemos volver a tiempos anteriores, de escasez... más generalizada. Mientras, aquí estamos.
Gracias por tu afición, y por tu trabajo informando de lo ocurre por Valladolid.
ResponderEliminarAlejandro Sánchez
Gracias.
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