viernes, 16 de marzo de 2018

Del disco 'Plazuela', de Manuel Moneo El Barullo y Moraíto Chico, por Frédéric Deval

El texto que traemos en esta ocasión pertenece al disco 'Plazuela', de El Barullo y Moraíto. Editado en 1995 por el sello francés, Auvidis, dentro de la Colección Flamenco Vivo.
El texto incluido en el libreto lleva la firma de Frédéric Deval, director de la Colección; la  traducción, de Francisco de la Rosa. El texto aparece también en inglés y francés e incluye un breve glosario de términos flamencos (Aficionado: celui qui aime et qui connait le Flamenco, qui á l’afición -inclination, ici, pour le Flamenco-; Palmas: utilisation percussive et rythmique des paumes entrecroisées; Palo seco: a song without guitar accompaniment -originally a dry stick was used to keep time, whence the name-; y así con otros: compás, falseta, temple…).
En el texto, Deval, realiza un primer comentario personal sobre el hijo de Manuel Moneo, lo que le sugiere su cante; a continuación comenta cada cante del disco.


“Aquí está con sus manos extendidas. Sus manos estremecidas. ¿Alguien ha reparado en sus manos sueltas, medio abiertas, en una especie de reserva púdica que es a la vez abandono? Las manos de El Barullo no son signo de ninguna teatralidad. No demuestran nada. No tratan de llamar la atención. Tremendo estandarte de sinceridad son las manos del cantaor. En el bailaor son más bien elemento en el arte de bailar, parte integrante del sistema de valores de la danza flamenca, ya que se juzga al bailaor por su cuerpo, por su rostro, por sus pies, así como por sus brazos y sus manos. En el caso del palmero, las manos son palmas, música, compás visible.
Al evocar un cantaor no se piensa precisamente en sus manos, razón por la cual éstas aparecen vulnerables, sin defensa. Las manos del cantaor dicen cosas de su fuero interno que la voz puede ocultar. Sus manos no tienen máscara y si hacen trampas se ve enseguida porque se vuelven jactanciosas. Bajo su infinita técnica, melismas o rabia rasposa, la voz puede llegar a disimular toda la ausencia de sinceridad. Hay cantaores poco sinceros que hacen maravillas con su técnica vocal.
Las manos traicionan. En ese esfuerzo de proyección del interior hacia el exterior que es el cante se vuelven elocuentes sobre ‘lo que sale’.

Las manos del Prendimento
Son dos lirios encendidos
Que me da miedo mirarlas

La personalidad de El Barullo no corresponde, ni mucho menos, con el significado de su apodo. Manuel Moneo El Barullo no es de los que hacen ruido. A sus veintidós años posee ese pudor de los gitanos de poco hablar. Su padre Manuel Moneo (1950), su tío Juan Moneo el Torta (1952-) y el desaparecido Luis de Pacote (1945-1989), su tío abuelo, constituyen una considerable herencia familiar así como una amalgama de valores flamencos de Jerez y del barrio de la Plazuela, fortuna excepcional para un joven cantaor, sin olvidar que junto a figuras así no debe ser tan fácil encontrar su propio sitio.
Pero en El Barullo se siente una fibra profunda y tierna a la vez que va más allá de su juventud o circunstancias familiares. No estamos aquí ante uno de esos jóvenes prodigios del cante que Andalucía acostumbra a infantilizar envolviéndose en pegajoso amor hasta mermar toda esperanza de madurez. Su cante anuncia una personalidad verídica. Y para quien ve sus manos, no queda duda.
El Barullo ya está aquí, silencioso. 



Abuelo Pacote – Bulería por soleá. Letra y música: Manuel Moneo Lara (MML)
La bulería por soleá es una especialidad de Jerez y Lebrija donde a menudo adopta el nombre de bulería para escuchar. Los Moneo guardan una tradición familiar de este cante, al que confieren una verdadera grandeza. Se canta al golpe, sin otro acompañamiento que el de los nudillos de la mano que van marcando el compás sobre la mesa. El Barullo la canta en la atmósfera grave y recogida que corresponde, pues todos aquellos que se encargan del jaleo lo llevan con delicado tacto que predispone al cantaor a la concentración. Barullo dedica este cante a su tío abuelo Luis de Pacote, que fue una figura determinante en el cante de Jerez. La última copla introduce en escena a su padre Manuel Moneo y su tío El Torta. Existe aquí la voluntad manifiesta de pagar tributo a los mayores
Anoche escuché de cantá
A mi pare y a mi tío
El cante por soleá

Del Azebuche – Bulerías. Letra: MML; música: Moraíto.
Entrada sin guitarra. La figura del padre es venerada desde la primera copla:
Dise que no es gitaero
Mi padre Manuel Moneo
Y es gitano y canastero
Y la de Luis de Pacote. Luego aparece esa invocación a San Miguel, patrón de uno de los barrios gitanos de Jerez, La Plazuela, lugar donde vive la familia Moneo y que aquí se identifica con el cielo. Esta bulería concluye con gritos dionisíacos.

De mi gitana – Fandangos. Letra: Rafael Fernández (RF); música popular.
Tres letras por fandangos que comienzan por uno de los estilos de El Gloria y que El Barullo canta con sobriedad.

Si esta gitana supiera – Soleá. Letra y música popular; arreglos: MML
Aquí se podría decir que la voz de El Barullo no tiene edad. Su dominio de la soleá a través de la distorsión silábica (sosega-u-u-u… /hori-bi-bi-bi-ta…/ persona-aa-aa-aa…) no hace más que ajustarse al compás. Es la tradición misma, pero con toda la frescura,de la creatividad. Admirable acompañamiento de Moraíto con una falseta llena de sutilidad enlazando dos letras.

Mi mare la Mena –Malagueña. Letra: RF; música popular.
Temple interrogativo de Moraíto, imagen del rostro de canela del Cristo de San Telmo que afirma su presencia física y sensual en la vida de los gitanos de La Plazuela. 


Fiesta en la Plazuela – Bulerías. Letra: MML; música Moraíto.
Una fiesta de familia que comienza por el cante de Macarena, hermana de El Barullo. Ambiente alegre, regocijo de vivir cantando con frescura femenina. El Barullo, conducido por un cambio de tonalidad de Moraíto, toma el relevo y canta la alegría de ser gitano.

El Galeo – Bulerías. Letra: MML; música: Moraíto.
Propulsada por el compás rápido de Moraíto, se caracteriza por ese sentido del humor picaresco y satírico tan propio de Cádiz y Jerez
Qué dolor de mi madre,
Me está haciendo unos calzones
De unos viejos de mi padre
El coro de las hermanas se chuflea de este pobre muchacho que no encuentra su cama al despertar.

Tengo una gitana – Siguiriya. Letra popular, adaptación musical: MML
Uno de los grandes estilos gitanos y predilectos de los Moneo. Las letras, tradicionales, son todo sobriedad y fuerza trágica. El Chico acompaña a El Barullo con delicado jaleo que resplandece súbitamente en ese ole sonriente y extraño colocado en el sitio que corresponde. Como si El Chico dijera a El Barullo y a nosotros, “fijaros en esta verdad, me río tanto porque hace daño”. En la última copla, El Barullo llega a otra tonalidad con un hermoso cambio, pero sin caer en el cante por cabal, volviendo al modo de la siguiriya para concluir.

Cabo de Guara – Martinete. Letra y música: popular
El Barullo muestra de nuevo las cualidades de cantaor a palo seco, que hacía en la bulería por soleá.

Se incluyen las letras de cada cante en el libreto, que no he querido traer aquí por no extender en demasía este texto; letras traducidas y transcritas por Deval y de la Rosa, “tratando de respetar la autenticidad de la pronunciación jerezana. El valor de algunas de las coplas de esta grabación merecería una traducción literaria que no ha sido posible ofrecer aquí”. Tampoco he querido poner la fecha de los fallecimientos del padre y el tío de Barullo. Como dicen por ahí 'El Torta vive'. 


Sí incluyo datos técnicos: 

Manuel Moneo el Barullo nació en 1973 en Jerez, en la familia gitana de los Moneo, en el barrio de la Plazuela. Su aprendizaje familiar y original personalidad cantaora la convierten en un joven cantaor importante de la generación ascendiente. El Barullo va a menudo acompañado por
Moraíto Chico, nació en 1956 en Jerez, en la familia gitana de los Morao, en el barrio de Santiago. Familia igualmente importante en el mundo de la música flamenca: Juan Morao (1935), su padre, y Manuel Morao (1929), su tío, son figuras destacadas de la guitarra y del flamenco en general. Compositor y guitarrista, Moraíto está reconocido hoy en día como uno de los músicos claves del flamenco actual y cuenta con una importante discografía. La Academia del Disco francés le galardonó con el Gran Premio en 1992 por su disco ‘Morao y Oro’ (Auvidis/ Ethnic). Más allá de sus composiciones, su papel es también el de un gran descubridor de talentos, cualidades humanas que pone aquí al servicio de El Barullo.

Moraíto, guitarra, palmas, jaleo
Macarena Moneo, cante (en “Fiesta en La Plazuela”), palmas, jaleo.
Rocío Moneo, Manuel Moneo, El Chico, David Rosa, Antonio Carpio, palmas, jaleo.
Grabado y mezclado por Pepe Torrano, ingeniero de sonido en el Estudio de Alta Frecuencia de Sevilla.
Agradecimientos: A la Asociación Cultural Los Juncales de Jerez, y su presidente Luis el Zambo, por su valiosa ayuda para hacer posible esta grabación, y ensalzar su labor a favor de la cultura gitana de Santiago de Jerez."
 
 
Frédéric Deval falleció hace dos años, a la edad de 65 años. Abogado, por estudios, un viaje por Andalucía provocaría la pasión por el flamenco de este guitarrista amateur, que acabaría organizando conciertos y dirigiendo junto a Francisco de la Rosa la Colección Flamenco Vivo para el sello Auvidis y fundar la asociación Flamenco en France; también produjo el disco de La Macanita, Con el alma; así mismo, es el autor del libro, Le Flamenco et ses valeurs (éd. Aubier. 1989). Al tiempo extiende la labor que realiza con el flamenco a otras músicas, en concreto a las músicas orales e improvisadas, y por borrar las fronteras entre géneros musicales.

1 comentario:

  1. De nuevo gracias por tu reseña sobre el disco del Barullo y la familia Moneo. Un placer siempre leerte.
    Alejandro Sánchez

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