Seguimos con la presentación del libro El Payo Humberto. Memorias de Hubertus J. Wilkes en la España de la Transición (Octaedro/Mágina. 2018), por parte de su autor Pablo San Nicasio en las pasadas XV Jornadas Flamencas 'Ciudad de Valladolid' (4-9 junio). Es el turno de intervenciones de los asistentes y nos tocó empezar a nosotros:
tiempoflamenco (tf): ¿Cómo es la personalidad de Humberto para permitirle acceder a los artistas o estos estaban abiertos?
tiempoflamenco (tf): ¿Cómo es la personalidad de Humberto para permitirle acceder a los artistas o estos estaban abiertos?
Pablo San Nicasio (PSN): No, yo creo que los artistas no estaban abiertos, en ningún caso. Creo que fue el azar. Por lo que él me cuenta, el tener aspecto de guiri, de extranjero, como de turista, hacía que nadie le echara cuentas. Y no se daban cuenta que Humberto estaba ahí, muy atento, tomando notas, grabando. No sé si habrá o si habrá alguna otra: la grabación del concierto de Paco de Lucía en el Teatro de la Zarzuela (1975), que fue muy polémico porque tocó con la pierna cruzada... Humberto se llevó una maleta con un magnetofón Philips, un escándalo de aparato; y lo metió en el teatro y nadie le dijo nada. Y lo grabó.
Yo creo que le veían como inofensivo, como que no daba el perfil de flamenco; le dejaban acceder a todos los sitios. Por ejemplo, cuando tocaba en los colegios mayores universitarios con Enrique Morente, la policía daba palos a todo el mundo menos a él, decían 'este se ha confundido, no se entera'... Y por eso Morente se lo llevaba de guitarrista, no daba problemas, y él encantado.
Yo creo que los flamencos lo hacían sin saber, pero este hombre no era inocuo, que estaba perdido por allí. Sabía dónde estaba y no perdía comba, Lo grababa todo. Hay un momento en la grabación del disco, creo que es Siroco, en la que el grupo está ensayando, hablando, y se oye a Jorge Pardo decir: 'oye, tío ¿es que tú lo grabas todo o qué pasa?'. Les grababa hasta en el ascensor, cuando salían del estudio, cuando se iban de paseo por la Castellana (Madrid) y se oyen conversaciones que no tienen que ver con el flamenco, o sí, que son superjugosas.
Yo creo que eso lo hacía por amor al flamenco, porque sabía que lo que estaba viendo era algo histórico. Carmen Linares, en la presentación del libro en Madrid, lo dijo: 'si no llega a ser por Humberto, que tenía una cámara de vídeo, yo no tendría vídeos de mis niños pequeños'.
Humberto, aparentemente, era inofensivo, pero su inquietud era desmedida. Y creo que su testimonio hace que sea muy valioso, creo yo.
José María Velázquez-Gaztelu (V-G): Contaba a mi amigo Pablo que Humberto, cuando nadie le conocía, estuvo en mi programa de radio y traía un texto; y estaba desesperado porque nadie se lo quería publicar, un libro sobre Niño Ricardo. Entonces, yo tenía muy buena relación con José Luis Ortiz Nuevo, era editor también y responsable-creador de la Bienal de Sevilla... y le llamé, delante de Humberto, al terminar de grabar el programa. Les puse en contacto, y José Luis le publicó el libro.
Y él vino a mi programa con ese pedazo de mamotreto de magnetofón; el técnico de sonido se quedó espantado (risas), y grabó la entrevista.
Carlos Martínez Ballester (CM): Ese archivo sonoro ¿está depositado en el Centro Andaluz de Flamenco o cedido? Está bien que lo tengas tu para trabajar en el archivo, pero ¿que se deposite en alguna institución para que se tenga acceso, o que le pase algo?.
PSN: El asunto es que él me dice que me lo quede. Y yo firmo una cláusula de confidencialidad, por la cual yo no puedo distribuir esos archivos, de momento. Por ejemplo, las letras de Enrique Morente de las que os hablaba, se las voy a dar a un cantaor amigo suyo, Gregorio Moya, que es de Torremasilla de Alba, y es muy morentiano. Yo me voy a quedar con correspondencia que tiene de Niño Ricardo, Leo Brouwer, Enrique de Melchor, Carmen Linares... carpetas... Los audios también los voy a conservar.
En lo que él me diga que no puedo hacer, yo no puedo hacer nada. Pero, desde luego, este material se tenía que cribar, seleccionar y hacer alguna copia. El concierto de Paco de Lucía en la Zarzuela tiene una calidad muy buena, y con la tecnología que hay ahora se puede hacer un disco perfecto. Sobre todo, el material personal es muy interesante.
V-G: La relación con los flamencos de Humberto era natural, no iba con el rollo de... Entonces, al cabo de los días era como uno más de la familia. Él era educado y trataba con naturalidad, entonces la gente le trataba natural.
PSN: Yo, al principio, no me lo creía ¿cómo vas a entrar en casa de Paco de Lucía? Y sí, sí, claro. Payo Humberto toca la guitarra muy bien, ha sido profesor en Holanda, y cuando le escuchas tocar, escuchas ese sonido de Niño Ricardo. A Ricardo se le acusaba de sonido 'sucio', entre comillas, porque tenía problemas de uñas y no cuidaba el sonido como lo podía cuidar Sabicas.
La guitarra de Payo Humberto suena superflamenca y cuida mucho los detalles, de la posición, la manera de atacar... Tiene mucho criterio a la hora de opinar con los flamencos y creo que los flamencos le hacían caso. No hablaba por hablar. Hay un momento en el que Humberto habla del flamenco actual, que dice que es como la sangría; a él le gustaba el vino bueno y éste tiene muy pocos ingredientes y, dice, que ahora los ingredientes que tiene el flamenco son tantos que el vino es casi sangría.
V-G: Humberto era 'ricardiano' a tope. No sólo por su admiración hacia el guitarrista, sino porque todo lo que tocaba de flamenco era de Ricardo. Y la relación con Paco de Lucía venía de ahí, su maestro era Niño Ricardo. En casa de Paco de Lucía era la referencia, tanto para su padre como para sus hermanos.
PSN: Hay un momento muy bueno en el que está hablando con Paco de Lucía, de una entrevista inédita que publiqué en 'Contra las cuerdas', y aparece el padre de Paco y se pone a protestar:
-Oye, ¿tú quién eres? ¿qué haces aquí? ¿qué estás hablando con Paco, que no está estudiando?
-Que no, que estamos hablando de Niño Ricardo.
-Ah, bueno, entonces sí, podéis seguir (risas).
tf: Actualmente, este hombre...
PSN: Pues, vive en Amsterdam, con una compañera. Él enviudó en los 80, estaba casado con una española; y ahora está conviviendo con una holandesa, pero, por trabajo de ella, viaja mucho a Estados Unidos. Y dos veces al año viene a España, y nos vemos. También viaja mucho a Japón.
Él está jubilado. Da clases de guitarra, pero vive bien, él dice: 'yo soy un burgués vividor'.
Cuando viene solemos quedar en los sitios a los que él iba, los bares, restaurantes, donde se juntaban los flamencos, en la calle la Cruz, en la zona del barrio de Las Letras, de Madrid... y le gusta pasear por allí, para ver cómo ha cambiado todo. Yo hablo con él, prácticamente, a diario. De hecho, me ha dicho que tengo que escribir un libro sobre la espiritualidad, que me deje ya de flamenco (risas). Él estaba siempre pensando en esas cosas del más allá. Dice que el flamenco está bien, pero no todo el día.
Pedro Sanz (PS): En menor medida, tenemos otro caso en Zamora, el de Caroles y el material flamenco que tiene. Caroles es un aficionado, un bohemio relacionado con el flamenco que dejó miles de horas grabadas. Qué es lo que se va a hacer con ese material, es lo que se está viendo en Zamora.
CM: Yo creo que está metida la Diputación. Lo digo porque me llamaron hace poco, y me dijeron que no habían hecho nada con el archivo. Lo que más valor tiene son las grabaciones en directo, pero necesitan una intervención rápida porque están en cintas de baja calidad. Habría que digitalizarlo rápidamente.
PS: Bueno, Pablo, pues me parece un personaje muy interesante el Payo Humberto.
PSN: (señalando la portada del libro) Esta foto ya dice mucho. Está tomada en la casa de Paco de Lucía en la calle Cambrils (Madrid). Esa foto la tomó la mujer de Paco, la primera, Casilda y Humberto aparece como enseñándole a tocar la guitarra a Paco. Era así.
CM: A mí me parecen muy interesantes este tipo de obras porque, en principio, parecen que tratan sobre personajes tangenciales de lo flamenco, pero muchas veces, a través de estos personajes, se entiende mucho mejor lo que ha acontecido en el flamenco.
PSN: Sí, y es que este hombre ha organizado durante las décadas de los 70-80-90's todo el flamenco que se ha programado en Holanda. Y los ha alojado en su casa, hablado con las salas, ha negociado los cachés, los viajes. Y estamos hablando de figuras.
Hay una anécdota muy buena... no la he puesto en el libro, cuando quite la grabadora os la cuento entera. Es de Paco de Lucía, al que le organizó un concierto con su hermano, Ramón de Algeciras, en Holanda, y se montó una fiesta en casa de Humberto. Fíjate, allí, con los colegas, un montón de tías... aquello fue un desenfreno... y toda la noche... Al acabar la fiesta, por la mañana, Paco de Lucía, que era veinteañero, le dijo a Humberto: 'Me voy a retirar de esto'. Payo Humberto decía que Paco de Lucía ya estaba de vuelta de todo, que la guitarra flamenca no tenía nada que ofrecerle, y estaba desesperado por buscar otra cosa que le motivara. Y le dijo Paco: '¿Me retiro o qué hago?'. Explorar otras músicas era necesidad física para Paco, decía Humberto. Esa noche se lo pasaron bien. Y ahora si me dices cómo se apaga la grabadora, os cuento el resto.
Click.
V-G: La relación con los flamencos de Humberto era natural, no iba con el rollo de... Entonces, al cabo de los días era como uno más de la familia. Él era educado y trataba con naturalidad, entonces la gente le trataba natural.
PSN: Yo, al principio, no me lo creía ¿cómo vas a entrar en casa de Paco de Lucía? Y sí, sí, claro. Payo Humberto toca la guitarra muy bien, ha sido profesor en Holanda, y cuando le escuchas tocar, escuchas ese sonido de Niño Ricardo. A Ricardo se le acusaba de sonido 'sucio', entre comillas, porque tenía problemas de uñas y no cuidaba el sonido como lo podía cuidar Sabicas.
La guitarra de Payo Humberto suena superflamenca y cuida mucho los detalles, de la posición, la manera de atacar... Tiene mucho criterio a la hora de opinar con los flamencos y creo que los flamencos le hacían caso. No hablaba por hablar. Hay un momento en el que Humberto habla del flamenco actual, que dice que es como la sangría; a él le gustaba el vino bueno y éste tiene muy pocos ingredientes y, dice, que ahora los ingredientes que tiene el flamenco son tantos que el vino es casi sangría.
V-G: Humberto era 'ricardiano' a tope. No sólo por su admiración hacia el guitarrista, sino porque todo lo que tocaba de flamenco era de Ricardo. Y la relación con Paco de Lucía venía de ahí, su maestro era Niño Ricardo. En casa de Paco de Lucía era la referencia, tanto para su padre como para sus hermanos.
PSN: Hay un momento muy bueno en el que está hablando con Paco de Lucía, de una entrevista inédita que publiqué en 'Contra las cuerdas', y aparece el padre de Paco y se pone a protestar:
-Oye, ¿tú quién eres? ¿qué haces aquí? ¿qué estás hablando con Paco, que no está estudiando?
-Que no, que estamos hablando de Niño Ricardo.
-Ah, bueno, entonces sí, podéis seguir (risas).
tf: Actualmente, este hombre...
PSN: Pues, vive en Amsterdam, con una compañera. Él enviudó en los 80, estaba casado con una española; y ahora está conviviendo con una holandesa, pero, por trabajo de ella, viaja mucho a Estados Unidos. Y dos veces al año viene a España, y nos vemos. También viaja mucho a Japón.
Él está jubilado. Da clases de guitarra, pero vive bien, él dice: 'yo soy un burgués vividor'.
Cuando viene solemos quedar en los sitios a los que él iba, los bares, restaurantes, donde se juntaban los flamencos, en la calle la Cruz, en la zona del barrio de Las Letras, de Madrid... y le gusta pasear por allí, para ver cómo ha cambiado todo. Yo hablo con él, prácticamente, a diario. De hecho, me ha dicho que tengo que escribir un libro sobre la espiritualidad, que me deje ya de flamenco (risas). Él estaba siempre pensando en esas cosas del más allá. Dice que el flamenco está bien, pero no todo el día.
Pedro Sanz (PS): En menor medida, tenemos otro caso en Zamora, el de Caroles y el material flamenco que tiene. Caroles es un aficionado, un bohemio relacionado con el flamenco que dejó miles de horas grabadas. Qué es lo que se va a hacer con ese material, es lo que se está viendo en Zamora.
CM: Yo creo que está metida la Diputación. Lo digo porque me llamaron hace poco, y me dijeron que no habían hecho nada con el archivo. Lo que más valor tiene son las grabaciones en directo, pero necesitan una intervención rápida porque están en cintas de baja calidad. Habría que digitalizarlo rápidamente.
PS: Bueno, Pablo, pues me parece un personaje muy interesante el Payo Humberto.
PSN: (señalando la portada del libro) Esta foto ya dice mucho. Está tomada en la casa de Paco de Lucía en la calle Cambrils (Madrid). Esa foto la tomó la mujer de Paco, la primera, Casilda y Humberto aparece como enseñándole a tocar la guitarra a Paco. Era así.
CM: A mí me parecen muy interesantes este tipo de obras porque, en principio, parecen que tratan sobre personajes tangenciales de lo flamenco, pero muchas veces, a través de estos personajes, se entiende mucho mejor lo que ha acontecido en el flamenco.
PSN: Sí, y es que este hombre ha organizado durante las décadas de los 70-80-90's todo el flamenco que se ha programado en Holanda. Y los ha alojado en su casa, hablado con las salas, ha negociado los cachés, los viajes. Y estamos hablando de figuras.
Hay una anécdota muy buena... no la he puesto en el libro, cuando quite la grabadora os la cuento entera. Es de Paco de Lucía, al que le organizó un concierto con su hermano, Ramón de Algeciras, en Holanda, y se montó una fiesta en casa de Humberto. Fíjate, allí, con los colegas, un montón de tías... aquello fue un desenfreno... y toda la noche... Al acabar la fiesta, por la mañana, Paco de Lucía, que era veinteañero, le dijo a Humberto: 'Me voy a retirar de esto'. Payo Humberto decía que Paco de Lucía ya estaba de vuelta de todo, que la guitarra flamenca no tenía nada que ofrecerle, y estaba desesperado por buscar otra cosa que le motivara. Y le dijo Paco: '¿Me retiro o qué hago?'. Explorar otras músicas era necesidad física para Paco, decía Humberto. Esa noche se lo pasaron bien. Y ahora si me dices cómo se apaga la grabadora, os cuento el resto.
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