"Transportar
la guitarra flamenca al piano, trasponer la armonía de la guitarra, con los
seis tonos distribuidos de forma inconfundible, en el arpa de un piano, recrear
en fin las seis voces de la reina del flamenco, la guitarra, sobre el teclado
del instrumento rey, es una tarea difícil y arriesgada, y el ideal de un buen
número de ‘pianistas flamencos’ que han decidido adentrarse en las veredas de
la música española y recorrer los caminos múltiples del flamenco. En el caso de
Juan Cortés, partiendo del flamenco, se enriquece pronto con el mejor piano de
jazz y latinjazz, para regresar a lo jondo por derecho."
Palabras introductorias del texto escrito por Faustino Núñez -no creo que necesite presentación un referente del flamenco como él- para el debut discográfico de Juan Cortés, titulado Jurepén (Nuba Records, 2003), con el que proseguimos nuestra tarea de recuperar textos incluidos en algunos libretos que acompañan a los cds flamencos, tomados de la discoteca flamenca de la Biblioteca Pública de Valladolid. Para ello seguimos un orden alfabético y hemos tenido que saltarnos el de Cojo de Málaga, otra recuperación del sello Sonyfolk de cantaor@s antigu@s, porque ya está subido en internet y lo pueden leer, y recomendamos, aquí (sólo señalar que está escrito por José Blas Vega).
Continuamos con el texto de Núñez, titulado, Flamenco en un piano:
"Juan
Cortés Martí, de ascendencia valenciana, vino desde Tortosa a recalar en
Barcelona y Madrid, juntándose con los mejores del género y, tras unos años
regalándonos uno de los toques más flamencos que podemos hoy reconocer en un
piano, graba por fin su primer disco, mostrando gran calidad como intérprete y
diestro compositor. Alumno entre otros de Chano Domínguez, artífice principal
del nuevo piano flamenco, Juan dibuja una armonía con acordes más cercanos a la
guitarra flamenca, que aquella de talante más jazzero de su maestro,
sintiéndose además arropado por la majestuosa figura de Paco de Lucía y el
estremecedor eco de Camarón.
El flamenco da con este disco un importante paso adelante, si no escuchen ustedes, por ejemplo… las bulerías ‘Asako’, toda una evidencia de dónde nos encontramos, un derroche de aromas al galope del arte buleaero, saltos de sabor que sorprenderán al buen escuchador.
El flamenco da con este disco un importante paso adelante, si no escuchen ustedes, por ejemplo… las bulerías ‘Asako’, toda una evidencia de dónde nos encontramos, un derroche de aromas al galope del arte buleaero, saltos de sabor que sorprenderán al buen escuchador.
El
toque de Juan Cortés es el resultado de haberse tomado muy en serio el reto,
con una rítmica flamenquísima, segura de por donde ha que caminar. Con esas
escalas descendentes que retan a los picados más endiablados, usando los modos
flamencos con soltura, sin cortapisas, sabiéndolos. Incluso en las granaínas
‘Abuelo Juan’, acompañando el cante de su abuelo (¡ole la buena afinación!)
grabado en casa hacia 1972, un experimento feliz de resultado delicioso.
En total doce números con gran variedad de toques. Abren el disco ‘Los tangos del puchero’, por bulerías ‘Asako’ y ‘Una luna en el agua’, toda la carne en el asador; el poliritmo del tanguillo bien exprimido en ‘La Rosa’: las alegrías ‘Playa del Moro’, en Alcocebre (Castellón) donde vive Juan, un toque actualísimo de piano por Cádiz; las poderosas rumbas que titula ‘Qué sí que está buena’, servidas calientes y en su salsa, rozando en los montunos la densa atmósfera de la timba; y además tres números vaciados en ese gusto nuevo de la música flamenca cuyos principales ingredientes son el aire rítmico de un blues de doce tiempos, montado sobre la clave de soleá por bulerías. Hecho aquí de tres formas: en ‘Chaneando’, como homenaje al pianista gaditano, ambientado en los sonidos de la soleá-blues; en ‘Del mar’, un seis por ocho de aroma moruno, y en ‘Ojos negros’, haciendo sitio a la improvisación más jazzera en formato de trío, muy flamenco. Por otra parte en ‘Jurepén’ (sentimiento en caló) la melodía es llevada al trote sobre un ostinato de trémolos, en un estilo que cabalga con soltura por la música clásica española, y que escuchamos también en ‘Del mar’. Como colofón, ‘100% Tomás’, Tomasito acordándose de Lola Flores e inspirado en Diego Carrasco, deja una personal posdata al disco.
Con Juan, elegidos entre los mejores, su hermano Salva, fenómeno en el cajón y las palmas, Don Tomás Moreno Romero ‘Tomasito’ poniendo calor al discurso, la batería de (Guillermo) McGill –también productor-, allí donde está la mejor música, el bajo de Pablo Martín, aportando su toque certero, el violín de Bernardo Parrilla, único, el cante de Montse Cortés y El Ciervo, imprescindible aderezo del nuevo flamenco, la flauta y saxo de Jorge Pardo, el reconocido maestro poniendo su arte en el estreno discográfico de este joven músico mucho más que prometedor, la personalísima armónica de Antonio Serrano, el bajo eléctrico de Alain Pérez, tumbando sabroso los aires flamencos, como hace el Piraña en las tumbadoras y la darbuka, la cubanísima trompeta de (Manuel) Machado y el trombón de Carlos Martín, o los pies magníficos de José Maya y María del Mar Martínez, los coros de Samara y Araceli Losada y las palmas de Eduardo Cortés.
Aquí escuchamos música de la mejor, hecha en España, en ocho días y con el corazón, un soplo de ánimo para tiempos bélicos."
En total doce números con gran variedad de toques. Abren el disco ‘Los tangos del puchero’, por bulerías ‘Asako’ y ‘Una luna en el agua’, toda la carne en el asador; el poliritmo del tanguillo bien exprimido en ‘La Rosa’: las alegrías ‘Playa del Moro’, en Alcocebre (Castellón) donde vive Juan, un toque actualísimo de piano por Cádiz; las poderosas rumbas que titula ‘Qué sí que está buena’, servidas calientes y en su salsa, rozando en los montunos la densa atmósfera de la timba; y además tres números vaciados en ese gusto nuevo de la música flamenca cuyos principales ingredientes son el aire rítmico de un blues de doce tiempos, montado sobre la clave de soleá por bulerías. Hecho aquí de tres formas: en ‘Chaneando’, como homenaje al pianista gaditano, ambientado en los sonidos de la soleá-blues; en ‘Del mar’, un seis por ocho de aroma moruno, y en ‘Ojos negros’, haciendo sitio a la improvisación más jazzera en formato de trío, muy flamenco. Por otra parte en ‘Jurepén’ (sentimiento en caló) la melodía es llevada al trote sobre un ostinato de trémolos, en un estilo que cabalga con soltura por la música clásica española, y que escuchamos también en ‘Del mar’. Como colofón, ‘100% Tomás’, Tomasito acordándose de Lola Flores e inspirado en Diego Carrasco, deja una personal posdata al disco.
Con Juan, elegidos entre los mejores, su hermano Salva, fenómeno en el cajón y las palmas, Don Tomás Moreno Romero ‘Tomasito’ poniendo calor al discurso, la batería de (Guillermo) McGill –también productor-, allí donde está la mejor música, el bajo de Pablo Martín, aportando su toque certero, el violín de Bernardo Parrilla, único, el cante de Montse Cortés y El Ciervo, imprescindible aderezo del nuevo flamenco, la flauta y saxo de Jorge Pardo, el reconocido maestro poniendo su arte en el estreno discográfico de este joven músico mucho más que prometedor, la personalísima armónica de Antonio Serrano, el bajo eléctrico de Alain Pérez, tumbando sabroso los aires flamencos, como hace el Piraña en las tumbadoras y la darbuka, la cubanísima trompeta de (Manuel) Machado y el trombón de Carlos Martín, o los pies magníficos de José Maya y María del Mar Martínez, los coros de Samara y Araceli Losada y las palmas de Eduardo Cortés.
Aquí escuchamos música de la mejor, hecha en España, en ocho días y con el corazón, un soplo de ánimo para tiempos bélicos."
El disco de Cortés aporta otras informaciones como una biografía
(...formación autodidacta, perfeccionada junto a Chano Domínguez, Bruce Barth,
Ricardo Belda, Bernardo Sassetti, Albert Bover y otros... forma
grupo y colabora con Esperanza Fernández, Montse Cortés, Rafael Amargo, Lole
Montoya, Guadiana, Hermanos Losada, Agustín Carbonell el Bola, José Maya,
Carmen Linares, Estrella Morente… En el campo de la fusión y el jazz con los
músicos presentes en el disco y otros... ha girado por distintos países... obtenido
en Italia el tercer premio internacional Amico Rom en la categoría de
Composición de Música Gitana).
Así como agradecimientos y una declaración de intenciones del pianista, de la que entresacamos este párrafo: “Para mí, lo único que debe mandar en la música es el corazón y la sinceridad, el único objetivo mientras toco debe ser la comunicación con el que te escucha, debo hablar con él sin palabras.” (En la actualidad Juan Cortés sigue tocando al tiempo que ejerce de profesor de música).
Y como nos hubiera gustado sacar al Cojo de Málaga, pues dejamos uno de sus cantes
Así como agradecimientos y una declaración de intenciones del pianista, de la que entresacamos este párrafo: “Para mí, lo único que debe mandar en la música es el corazón y la sinceridad, el único objetivo mientras toco debe ser la comunicación con el que te escucha, debo hablar con él sin palabras.” (En la actualidad Juan Cortés sigue tocando al tiempo que ejerce de profesor de música).
Y como nos hubiera gustado sacar al Cojo de Málaga, pues dejamos uno de sus cantes
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