"Esta
grabación va dirigida a un público en el que habitualmente no se piensa al
idear un proyecto discográfico: el público que aún no es ‘entendido’, pero
quizás aspira a serlo en un futuro no muy lejano; o bien el que ignora
totalmente el tema siente curiosidad hacia él y quiere introducirse en su
conocimiento. De que estos primeros encuentros sean gratos o no dependerá en
gran parte que se produzca el flechazo apasionado y duradero o que todo quede
en un intrascendente coqueteo."
Con estas palabras iniciaba el escritor, crítico, investigador de flamenco Ángel Álvarez Caballero la explicación acerca de la edición del disco Descubre el flamenco. Publicado en 1995 sería reeditado en 2014 con algunos cantes remasterizados porque el motivo de la aparición de este disco sigue vigente, y si no, lean:
"En
este caso estamos hablando del flamenco y de una grabación iniciática. Hay que
facilitar el acceso a este arte de aficionados incipientes que quieren
profundizar en él, pero que no tienen muy claro cómo hacerlo, e incluso de los
que son totalmente legos en la materia y sienten ya una fascinación por ella
que quizás no saben explicarse y desean desvelar.
Pienso,
en definitiva, en los jóvenes; jóvenes por su edad cronológica o jóvenes en su
tiempo de aproximación a lo jondo. El flamenco es un arte todavía minoritario,
en el que el prestigio de lo antiguo, de lo rancio, sigue siendo muy
influyente; y no siempre justificadamente, puesto que con esta obsesión
frecuentemente confundimos lo viejo con lo caduco, lo que es pura arqueología y
ya no sirve para otra cosa que para documentar una historia no siempre bien
conocida. Y después están los también viejos aficionados, los puristas a
ultranza que se obstinan en no admitir la más leve evolución ni aún dentro de la
estricta ortodoxia flamenca, y que siguen teniendo en sus manos una gran parcela
de poder y capacidad de decisión. Si no logramos dar paso a una afición joven y
responsable, el futuro del flamenco estará en entredicho.
Con
tales premisas yo diría que el resultado de nuestro planteamiento no podía ser
otro que esta grabación que ponemos en las manos del lector o una muy
semejante. Un abanico de los estilos más populares y accesibles de lo jondo,
representativos además de todas las parcelas fundamentales del gran árbol de
los cantes: los géneros básicos, los de Cádiz, los malagueños y los
minerolevantinos, los de extracción folklórica, los originados en América…
Tenemos
soleares y siguiriyas, que no podían faltar por ser los estilos que se
consideran columnas vertebrales de lo jondo; y entre las segundas, esa forma de
cambio que se llama cabal y que Sernita (de Jerez) canta genialmente.. Cádiz está muy bien
representada, con sus cantes alegres y rebosantes de sal de la fina: alegrías,
tanguillos, caracoles. También Jerez está magníficamente representada, con los
principales nombres de una generación de lujo en la que estaban Terremoto, el
Tío Borrico y Sordera y esa grabación de bulerías del barrio de Santiago,
auténticamente excepcional. Triana y Sevilla no podían faltar en ningún caso,
con los tangos de Pastora en la voz de Pepe el de la Matrona y las sevillanas
del Pali. La gran taranta, la mejor de nuestro tiempo, de Carmen Linares.
Y
más aún, más parcelas diferentes del flamenco: los aires de Huelva, tan
melódicos y que tanto gustan a una afición mayoritaria; la impresionante ‘Nana
de la cebolla’, creada por Enrique Morente sobre el poema de Miguel Hernández;
los campanilleros aligerados por la Niña de la Puebla, la colombiana que puso
en órbita Pepe Marchena haciendo creer que venía de América; los villancicos
flamencos de Navidad…
Temas
todos sin dificultad de audición para no iniciados, pues de propósito hemos
eludido aquellos que consideramos duros y ásperos para oyentes ‘noveles’ de lo
jondo.
Lo
que no quiere decir que las grabaciones aquí recogidas sean superficiales o de
un valor relativo. Bien al contrario, son casi todas grabaciones espléndidas
realizadas por verdaderos especialistas en cada palo, lo que da al volumen una
importancia considerable. La Perla de
Cádiz, (Pepe de la Matrona, Pericón de Cádiz), Sernita, Paco Isidro, Manolo Caracol,
la Fernanda, Gabriel Moreno, Flores el Gaditano, La Niña de la Puebla,
Terremoto, Borrico, Sordera, Diamante Negro, Romerito, Carmen Linares, El Pali,
los Toronjo, Enrique Morente, Marchena, son todos cantaores de primer
rango, por lo menos en el estilo que interpretan en nuestra selección. Los
atentos oyentes de la misma podrán formarse una panorámica general bastante
idónea de lo que es el flamenco, su misterio y su belleza, su extraordinaria
capacidad o seducción.
Este
volumen deseamos que sea, por añadidura, como el pórtico o introducción a una
amplia colección que ofrezca, con la calidad de reproducción digital, algo así
como la historia sonora del flamenco, para lo que contamos con los fondos de
grabaciones en su conjunto más valiosas que existen en este arte, los que
reunen Hispavox y EMI. Quien se acerque al flamenco, pues, y quiera profundizar
en su conocimiento, tendrá ocasión de hacerlo de manera coherente, racional,
ordenada y fiable. Lo que no es poco si se tiene en cuenta que en el flamenco
hay a veces bastante confusión y desconocimiento.
Relájese, aleje cualquier prejuicio que pueda tener en su mente y dispóngase a disfrutar con esta audición. Que en el flamenco, más importante que entenderlo, es sentirlo."
Relájese, aleje cualquier prejuicio que pueda tener en su mente y dispóngase a disfrutar con esta audición. Que en el flamenco, más importante que entenderlo, es sentirlo."
Añadimos los nombres de los tocaores presentes en los 17 cantes reunidos en el disco:
Manuel Morao, Paco de Antequera, Félix
de Utrera, Pepe Martínez, Melchor de Marchena, Andrés Heredia, Manolo de
Badajoz, Paco Cepero, Pepe Habichuela, Enrique de Melchor, Tomatito, Perico el
del Lunar, Ramón Montoya, García Hortelano.
Estos dos vídeos traídos aquí, al final del texto de Álvarez Caballero, representan los otros palos no incluidos en el disco como las tonás que hace Chocolate; así como otras voces de algunos de los cantes seleccionados como la de Dolores Agujetas haciendo unos campanilleros menos 'aligerados'. Otros grados, si se quiere, de sentir el flamenco.
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