sábado, 3 de noviembre de 2018

"Oído al cante", de Fernanda y Bernarda de Utrera, por José Manuel Gamboa (y 2ª parte)

Después de trazar la trayectoria profesional y vital de las hermanas en la anterior entrada, Gamboa reseña el contenido del disco -volumen 7, de la colección Cultura Jonda-, que volvía a poner en circulación dos álbumes que Fernanda y Bernarda de Utrera grabaron en 1972 y 1974 -y aún se pueden conseguir, escuchar por estos pagos de internet-; ha sido un tanto complicado qué vídeos incluir en el texto, hay mucho donde escoger y les invitamos a acudir a ellos y sentir la jondura de su cante, de sus voces eternas.

Los dos elepés que se reeditan distan entre sí un par de años. En ambos, Fernanda y Bernarda están respaldadas por un dúo de guitarras, no precisamente las más habituales en la obra de las hermanas. Sonantas de indiscutible calidad todas. Entre ellas, la más familiar, la de Juan Maya 'Marote'. Marote comparte tensión sonora con el primogénito de Paco de Lucía, Ramón de Algeciras, a la sazón muy volcado al acompañamiento del cante. Marote aporta el brío, el poderío de un pulgar y unos rasgueados turbadores; Ramón, la limpieza y la riqueza melódica. En el segundo álbum, los rasgueos de impresión también vienen de Granada de la mano de Pepe Habichuela, y Enrique de Melchor aporta su indiscutible sabiduría tocaora.
'Su cante', título del primero de los registros, original de 1972, se abre con la fiesta arrebatadora de Bernarda en un nuevo ejemplo de sus habituales y comerciales cuplés por bulerías. Presentes siempre, a lo largo de los surcos, los jaleos entregados de Eugenio de Badajoz.

La Fernanda parte el bacalao con su estremecedor temple solearero -que anima Pansequito-, acompañada por las guitarras en un comprometido toque 'por arriba, apurando el diapasón. Cantes de Joaquín el de la Paula, Juaniqui, La Serneta, valiente de Joaquín el de la Paula, La Serneta y El Mellizo, interpretados por la más quejumbrosa y 'tizná' de las voces:

Ni la alondra maljería
que con su muriera
se quejó con más doló
que Fernanda la de Utrera.

Bernarda prosigue con unos fandangos por soleá, acudiendo a las formas creadas por El Curilla de Alcalá. Fernanda abre la siguiente tanda con una soleá a ritmo de bulería y aires festeros utreranos que dan paso a un tema de Manuel Alejandro metido en ese compás. Regresa al territorio de la soleá -ahora acompañada 'por medio'-, templándose con una bulería por soleá, seguida de soleares de Juaniqui, Frijones y sendos estilos de Joaquín el de la Paula.
Bernarda interpreta, a ritmo bulearero, la colombiana, una creación personal de Pepe Marchena, que muchos creen oriunda de ultramar. La remata con una bulería corta de Pinini. No es frecuente en la obra de Fernanda el cante por seguiriyas. Aquí apunta estilos jerezanos de Paco la Luz, sin especial brío.
El rítmico punto final lo pone Bernarda con una liviana a lo festero que sirve de introducción a  la inevitable canción por bulería. Esta vez el tema es del granadino Valen, autor que a fines de los 60 consiguió un gran tirón populista -españoloide, de la mano de la inefable locutora Encarna Sánchez-. Remata, en el mismo aire, con la malagueña de El Mellizo a la que añade una improvisada 'morcilla', en homenaje al esforzado palmero-jaleador pacense: "primo Eugenio, porque te quiero yo a ti tanto...¡ay! ¡ay! ¡ay!".

Abrimos el segundo álbum, aparecido en 1974, con la Fernanda interpretando el estilo creado por su abuelo: las cantiñas de Pinini. La Bernarda le toma el relevo con la conocida canción andaluza en tiempo de bulería, "Triana". Nuevo cante por soleá de Fernanda, otra vez acompañada por las guitarras en tono de LA 'por arriba', en un aire acelerado, cercano a la bulería por soleá. Melodía trianera -de Noriega y la Andonda-, de la Serneta y cerrando, como de costumbre, con un tercio valiente de Joaquín el de la Paula.
Curioso número el que nos trae ahora Bernarda, quien, a ritmo de soleá, pasa del fandango a una bambera, muy influida por las maneras de Pepe Pinto, antes que por las más conocidas de la Niña de los Peines. Concluye con el fandango personal de Pepe Aznalcollar.
Fernanda interpreta de seguido unas bulerías cortas utreranas a las que adoba con melodías de los tangos de Frijones. Tampoco es muy frecuente en el repertorio de las hermanas el cante por tangos. Aquí lo defiende Bernarda, con un acompañamiento rítmico, todo hay que decirlo, no muy a propósito.
Acompañada por Pepe y Enrique, que se alternan en las contestaciones de cada tercio, Fernanda hace unos fandangos naturales con ecos de El Curilla. Las bulerías cortas, con un fandango y su poquito de canción aragonesa, de Bernarda, dan paso a otra intervención suya. A ritmo de bulería al golpe, Bernarda demuestra que también conoce el mundo de la soleá. Hace de introducción una bulería por soleá, siguiendo con la soleá de Alcalá, La Serneta, Triana y remate de Joaquín el de la Paula.
Concluimos con una nueva bulería-cuplé de Fernanda de Utrera. La fiesta sigue:
La Fuente Vieja
se ha alborotado...

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