domingo, 25 de noviembre de 2018

Todos los honores para el Maestro Fosforito (y 2)

Pasado el luto, que no el olvido, retomamos donde lo dejamos, en Antonio Fernández Díaz, Fosforito. Ahora con sus primeras grabaciones, en solitario (ver nota final). 19 cantes en total, reeditados en 2004 por el sello Universal y con un texto en el libreto que acompaña al disco de José Manuel Gamboa, el que viene a continuación:


La colección de trofeos y distinciones que jalonan la impresionante trayectoria artística de Antonio Fernández Díaz, Fosforito (Puente Genil, Córdoba, 1932), se cierra, hasta el momento, con el Premio Pavón, Niña de los Peines, que, en su primera edición (1998), la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía le ha concedido, en reconocimiento a su contribución al engrandecimiento de la cultura andaluza (Nota: un año después de la publicación de este disco, se le entregaría la Llave de Oro del Cante).
Arrancó con su rotundo y sonado triunfo en Córdoba allá por 1956. En toda España se hablaba de ese muchacho que pasó por la ciudad de los califas arrasando. Philips ficha inmediatamente al joven flamenco -pero, no lo olvidemos, con una dilatada experiencia profesional- y lo lanza como figura a través de varios epés pioneros del microsurco nacional.


Veamos el texto que acompañaba al primero de los mismos: El Concurso Naciona de Cante Jondo celebrado en Córdoba el año 1956, es el segundo que con este doble carácter nacional y jondo se celebra en España. El único precedente fue el de Granada, en 1922. La finalidad de este concurso ha sido la exaltación y difusión del auténtico cante jondo. Se presentaron 110 cantaores, procedentes de toda España -a excepción de Galicia, Vascongadas, Asturias, Navarra y Aragón-, que durante la última quincena del mes de abril sufrieron una serie de pruebas eliminatorias hasta quedar 21 finalistas, que en los primeros días de mayo quedaron reducidos a los 10 vencedores finales, entre los que destaca Antonio Fernández, Fosforito. Fosforito, ganador, por unanimidad del jurado -compuesto éste por prestigiosas figuras de la música y el cante-, del premio de honor (seguiriyas, martinete, saeta) y del primer premio de cada sección de cantes. Fueron las tres restantes: 2º, soleares, polos, cañas y serranas; 3º, malagueñas, rondeñas, verdiales y fandangos de Lucena; 4º, tonás, livianas, deblas y temporeras.


Pocos hubieran aventurado este récord histórico de saber que Antonio, por entonces Antonio de Puente Genil -o, del Genil- acababa de restablecerse de una pérdida temporal de la voz, que le hizo adentrarse en el estudio de la guitarra flamenca. El mismo año de gloria llegó a Madrid para grabar, y de paso, hacerse socio de la Sgae, puesto que es autor de sus propias coplas. Fue requerido también para realizar un programa radiofónico semanal. Recuerda Fosforito su debut discográfico: "Las grabaciones se hicieron en el teatro de La Comedia, a las diez de la mañana, con el teatro vacío, que cuando no entraba uno, entraba otro. Era cuando empezaba el microsurco". A la guitarra le acompañó Benigno García Vargas, Vargas Araceli (Melgar de Fernamental, Burgos, 1907-Madrid, 1971), quien fuera tocaor oficial del concurso.


Antes de terminar permítasenos rectificar al fin un error que arrastran los créditos desde entonces. Las primeras soleares, 'Que nadie se llame a engaño', aparecieron firmadas por Fosforito y Ricardo Molina -verdadero artífice del certamen cordobés-. Sin embargo, su autor es un poeta magistral, rey de la soleá, llamado Rafael Montesinos. Este es el material primero de una voz flamenca que alcanzará la cumbre. Un solo año después, el 24 de julio de 1957, regresa a los estudios y con la sonanta de Juan Serrano Rodríguez (Córdoba, 1934), nos traerá al repertorio jondo el cante por tarantos, con la de Alberto Vélez (Cerro de Andévalo, Huelva, 1921), el zángano... La naciente voz del maestro que ya sentaba cátedra.


Por completar esta semblanza discográfica-histórica de Fosforito, ha aparecido recientemente un artículo donde se citan grabaciones anteriores del cantaor de Puente Genil. Un trabajo que, señala su autor, "entendemos que es necesario, reagrupar la información, añadir lo que podamos y poner un poco de orden para el conocimiento del aficionado interesado" (habría sido preferible que el autor hubiera hecho dos artículos, el relacionado con estas grabaciones previas y otro con sus quejas sobre la relación de la Junta de Andalucía con la conservación, difusión... del flamenco; pero "según parece" es el estilo de esta web, que primen sentimientos como el resentimiento por encima de otros... más positivos).
Por último, otra forma de escritura, la de un crítico, sobre Fosforito y su cante, que nos remite a la anterior entrada sobre el cantaor, y con la que se completa esta semblanza de quien sigue recibiendo honores, y en vida, que es lo importante.
 

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