domingo, 3 de marzo de 2019

La Casa del Mairenismo: Manuel Mairena, el profesional (y III)

Antonio Mairena se apoyó en sus dos hermanos, Curro y Manuel, para sustentar la casa cantaora con la que, "transmitir a las posteriores generaciones toda la monumental sabiduría flamenca tradicional de la que era portador". Curro representaba a la afición, la defensora, propagadora a pie de calle y por lo general desde fuera del escenario, del mairenismo (un así decirlo: El cante gitano-andaluz es el Flamenco y Antonio Mairena su profeta); aunque, como se vio en la entrada anterior, no fuera un estricto creyente de este ismo y sí más un creyente admirador de su hermano Antonio.
El otro pilar fundamental de la Casa, Manuel Mairena, representaba al profesional, el que iba a dar voz, imagen, desde el escenario, desde los discos al Flamenco tal y como entendía, creía, expresaba su hermano. Y a Manuel llegamos en esta tercera y última parte del disco de la colección Cultura Jonda, El mairenismo vol1. El texto sigue siendo de José Manuel Gamboa y dice así:

Manuel Cruz García, Manuel Mairena, es hijo del segundo matrimonio de Rafael Cruz Vargas con Ángeles García Vanda (no gitana), y hermano directo de Ángeles. Nació en Mairena del Alcor (Sevilla) en 1934. Discípulo cantaor de Antonio Mairena y continuador de su escuela, aunque siempre mantuvo sus más y su menos con el maestro. Esta doble vertiente resulta patente en la selección que les hemos preparado: hace magistralmente saetas -estilo que consagró a su hermano-; interpreta cuatro fandangos -la antítesis de su hermano. En cualquier caso a la muerte de Antonio, Manuel ha querido convertirse en el nuevo baluarte y perpetuador de las formas de la Casa.


Como su hermano, el primer triunfo del cantaor lo consiguió con las saetas al hacerse con la 'Saeta de Oro', de Radio Sevilla a los trece años. En los años cincuenta y primeros sesenta (siglo XX), antes de presentarse como cantaor 'alante', avalado por Antonio, estuvo dedicado a otros menesteres y al acompañamiento del baile. Así por ejemplo, en esa faceta actuó cantándole a Carmen Carreras, mientras deliberaba el jurado que otorgaría a su hermano Antonio la III Llave de Oro del Cante en el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba en 1962. Por cierto, para evitar la aliteración de Mairenas, se anunció como Manolo Soto. Él mismo llegaría a conseguir un premio en la siguiente edición del certamen cordobés, y la Saeta de Oro de RNE, la Antorcha del Cante en Mairena, Compás del Cante, Saeta Nacional de Málaga... Toda una primera figura del género.
Oído al cante
Con fuerza y hondura flamenca interpreta Manuel cuatro fandangos naturales, recreándose básicamente en las maneras de Manuel Torre y El Carbonerillo. Llegamos a encontrar algún guiño caracolero (Manolo Caracol) -el contrario de la Casa-, en el que abre la serie de fandangos. Son cantes repletos de cadencias onubenses, que no se deben considerar en ningún caso 'fandangos personales', también llamados artísticos, pues su base melódica es en todas clara deudora del fandango folclórico o popular de la provincia de Huelva. Concretamente , cierra la tanda con el fandango alosnero de Juan María.


Las cuatro saetas, acompañadas por banda de tambores y cornetas, son una de  las obras cumbres del género en soporte de microsurco.
(Concluye Gamboa) Reproducimos aparte el texto de la contraportada (EP 'Mi saeta gitana'), donde el propio Manuel da cuenta de sus intenciones. No sin recomendarles la atenta escucha de esa voz, plena de poderío y entrega, en su mejor época, de quien es, para muchos, el mejor saetero de todos los tiempos.
"Manuel Mairena o Manuel Cruz García es la misma persona. Quiero decir con esto que soy yo mismo el que me hago esta contraportada de este mi disco por saetas.
Manuel nació en Mairena del Alcor allá por el año de 1934, un dos de noviembre, y fue forjado en la misma herrería o fragua que fueron mis hermanos Antonio, Curro y Juan. Mi saeta quiero ser yo el la explique o presente y me tomo este atrevimiento pidiendo disculpas, pues no tengo don de escritor.


La saeta que yo canto o pretendo cantar, la fuente es del Niño Gloria y de mi incomparable hermano Antonio Mairena, a los que considero que han sido los mejores saeteros de todos los tiempos. Ahora, en estos tiempos en que tan difícil es cantar por saeta, yo me he atrevido a hacer mi propia saeta que expresa una escuela de cantes antiguos, una saeta con dolor y sufrimientos, y no como los que hoy por hoy se cantan, que son dulces, románticas y alegres. Son bonitas, pero no son hondas y rancias como este tan difícil cante que requiere la saeta gitana, que tiene que tener sentido de una pasión. Pero pasión de sufrimiento, y yo creo que una saeta gitana como la que yo hago o pretendo hacer en este EP, lo tiene. Espero que guste a todo buen aficionado. Un saludo para toda la afición española y mundial, valga esa frase, pues el cante ya atravesó todas las fronteras".
Manuel Mairena. Sevilla, febrero 1971
(Manuel Mairena falleció el 24 de abril de 2013).



El mairenismo es un término que no se utiliza en estos tiempos, pero sí se sigue citando el nombre de Antonio Mairena como influencia, cantaor a seguir. Manuel Cástulo, Perico el Pañero o Edu Hidalgo, por citar tres cantaores de hoy mismo -hay más-, han señalado al padre/madre del 'mairenismo' como su principal o una de sus principales referencias.
Antes hubo otros. El mairenismo vol.2 reunía grabaciones de varios de ellos: Luis Caballero, José Menese, Curro Fernández, María la Marrurra; y de los correspondientes tocaores, igualmente mairenistas o que con su toque sustentaban el mairenismo: Melchor de Marchena, Enrique de Melchor, Manuel Domínguez y Ramón Amador (como pasa ahora, véase Antonio Carrión, por ejemplo).


El disco de este segundo volumen no figura en la colección de flamenco de la discoteca de la Biblioteca Pública de Valladolid, de la que nos nutrimos para esta 'serie' de traer/transcribir algunos textos de los libretos que acompañan a los discos. Pero creo que con lo traído en estas tres entradas es suficiente -aunque siempre es un placer leer a Gamboa-, para el tema del mairenismo -¡hay libros!-, que no de Antonio Mairena.
(Decía Chano Lobato de Antonio Mairena: "Cada vez que he querido montar un cante, siempre recurro a él porque me da la base". Pero no el sonido, el cómo iba sonar, a ser el flamenco de los siglos por llegar; que sería tarea de otros y otras. Si el flamenco no fuera un arte, no diría nada de esto; pero siendo un arte, l@s creador@s tienen sus obligaciones con el tiempo y Mairena fijó un flamenco del siglo XIX en el siglo XX, no fijó un flamenco del siglo XX. Yo señalaría a Agujetas como quien hacía un flamenco del siglo XX. 
Para la siguiente entrada de esta 'serie' es el turno -vamos por orden alfabético- de Pepe Marchena, que nos permite apuntar otro aspecto importante del flamenco como arte: la personalidad).

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